La Colonia Escolar Leonesa, de 1895, en marcha para el baño (foto del aficionado D. Manuel Diz)
Bajo la influencia de la Institución Libre de Enseñanza (ILE),
por el Museo Pedagógico (antes Museo de Instrucción Primaria) se organizaron en
1882 (el mismo año en que se acomete el servicio de alcantarillado en León) las
primeras Colonias Escolares de Vacaciones en España, según modelos y postulados
pedagógico-sociales e higiénico-sanitarios ya difundidos en Europa por Pestalozzi
y otros renovadores de la enseñanza (funcionó en los años republicanos en La
Bañeza un colegio bajo la advocación de la también avanzada pedagoga María
Montessori, a cargo de los docentes Clotilde Pascua Riesco y Pedro Rubio
García), y seguidos en nuestra tierra por médicos como Ramón García Ponce,
titular entonces de Castrocalbón y autor del Compendio de higiene, o Arte de
conservar la salud (1883).
Desde 1895 funciona una Colonia Escolar
Leonesa en la capital provincial (se mantuvo hasta 1935), solo “para niños
pobres elegidos entre los de las escuelas municipales de la capital y algunos
del resto de la provincia” aquel año. La del siguiente, organizada por el
médico Ramón Pallarés Nomdedeu y Alfredo López-Núñez Villabrille (colaborador
en prensa masónica y tal vez masón –como su hermano Augusto, “Clotaldo”,
director del primer El Diario de León, “periódico
de la mañana”, entre 1886 y 1888-; el menor de los 9 hijos del bañezano
Deogracias López Villabrille, procurador de los Tribunales) entre otros, y atendida
por los maestros Benito Blanco Fernández y María del Carmen Álvarez García, fue
mixta en cuanto a las clases sociales que acoge: colonos pudientes (uno) y menesterosos
(infancia de las clases desvalidas), y por separado de niños (29) y de niñas (11,
una de pago). Parte el 1 de agosto para la playa de Salinas (Asturias) y
regresa a León el día 31.
Asistió un niño desde La Bañeza, el mismo que
ya lo había hecho el año anterior, Eliseo del Egido García, de 13 años, y cuyo
infarto submaxilar derecho (todos los niños asistentes lo padecen) se encuentra
a la vuelta notablemente disminuido. Era presidente de la Colonia Escolar
Manuel Diz Bercedoniz, Ingeniero Jefe de Obras Públicas de la Diputación
leonesa (y futuro constructor del Puente de Requejo unos años después), quien
había dispuesto la participación “de un colono de cada
Partido Judicial, de familia pobre, de entre 9 y 12 años, que sepa leer y
escribir, y que necesite los baños de mar por su constitución enfermiza, débil
o linfática”. Más de la mitad de lo que costó realizar la Colonia (3.959
pesetas) se sufragó por suscripción popular (2.386 pts.). En el verano de 1931
continuaban realizándose aquellas Colonias Escolares para niños y niñas de las
Escuelas Nacionales leonesas y del Hospicio Provincial en la misma playa de
Salinas, y se continuaba eligiendo de entre los propuestos a los infantes más
necesitados fisiológicamente, a los que se les tomaban los datos
antropométricos previamente y a su regreso de las mismas.
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