viernes, 16 de diciembre de 2016

El cine en el Pérez Alonso


José Cruz Cabo
Recuerdo que la primera vez que me llevaron mis padres al cine en el hoy teatro Municipal, era el año 1933 y me tuvieron que sacar porque me puse a llorar de miedo cuando se apagaron las luces.
Luego ya a partir de año 1946, que comencé a trabajar, los domingos, entonces solo había cine los domingos, iba a gallinero con la pequeña propina que me daban, y allí los jóvenes de mi generación y de otras, nos lo pasábamos bomba pataleando, cuando en las películas del Oeste, el bueno salía a caballo para cazar al malo. Kem Mainar y su caballo blanco, Bob Stele y otros actores del cine mudo, que hacían de buenos, iban a cazar al malo o los malos y hasta que lo cazaban en el gallinero se formaba un escándalo impresionante, ya que unos pataleaban, otros daban con sus manos en las butacas de madera y otros silbaban o reían. Aquello era un pandemonium de enorme ruido.
Después llegaron las películas sonoras y ya en el año 48, el Cine California primero y el Salamanca pocos meses después, abrían sus puertas y ya el cine pasó a ser diario y el teatro Pérez Alonso siguió un tiempo abriendo los domingos y en algunos en vez de cine daban teatro, del que ya hablé hace unos años y al que los trabajadores de Gráficas Rafael solíamos ir gratis, por haber estado hasta la una de la mañana haciendo la propaganda del espectáculo de ese domingo, que podía ser para una compañía de teatro o de ballet, así como para la famosa compañía de “Los Vieneses” de Frant y Joan, o algún espectáculo folklórico
A partir del año 72, que falleció Baeza, pasé yo a hacer las críticas de cine en El Adelanto y pasado un tiempo, los miércoles o jueves tenía que ir a la Fábrica de Harinas de los hermanos Martín Toral, para que me dieran la propaganda de las semana siguiente para los tres cines, que se unieron para no rivalizar en los precios.
Por ello me alegro de que volvamos los bañezanos a disfrutar del Séptimo Arte. Gracias ayuntamiento y empresa privada.

martes, 13 de diciembre de 2016

En el Teatro no intervino la Diputación


José Cruz Cabo
Por muy absorbido que uno esté y crea en un partido político, la verdad es la verdad y el Teatro Municipal se hizo con dinero del Estado, cuando gobernó Zapatero y se finalizó gobernando Zapatero. Aquí estuvieron primero la ministra de Cultura, Maria Antonia Trujillo al final de los cuatro años de la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero como Presidente, y de muestra tengo una foto con ella cuando vino a enterarse de como marchaban las mismas fechada en 2005 y que yo la acomnpañé y le expliqué los muchos actores y actrices de los grandes de España que habían venido a nuestro teatro en los años anteriores a su cierre..
Nunca hasta hoy pude comprobar que la Diputación diera ni un duro para el teatro, lo ha dado para otras cosas, pero en el Teatro solo intervino el Partido Socialista a través de nuestro alcalde José Miguel  Palazuelo con Zapatero de Presidente. La prueba está que siendo presidente vino a ver el teatro cuando ya casi estaba terminado y cuando se inauguró, vino la Ministra de Cultura, que Zapatero había nombrado, Angeles González Sinde, que fue la que lo inauguró, y tampoco vi que los encargados entonces de la Diputación estuvieran entre los que aportaron para el teatro. 
Yo nunca he hablado de si el pesoe es mejor que el Pepé o si un partido hizo más que el otro por La Bañeza o por España, cada uno tiene sus opiniones y son tan respetables para mí, pero no se puede por mucho que se quiera a un partido decir que el otro no hizo nada. El teatro, si lo tenemos se debe exclusivamente a José Miguel Palazuelo y a Rodríguez Zapatero, guste  o no guste.
La Diputación ha dado dinero para otras obras, pero para las importantes, como la traída de aguas o la Depuradora, la Diputación que yo sepa no costeó nada de esto todo vino a través del plan hidrológico de la Comunidad. Aunque José Miguel sabe sacar dinero y la Diputación ha mejorado Nuestra Señora del Valle, y muchas pequeñas obras de nuestra ciudad.

jueves, 8 de diciembre de 2016

La huelga general contra la Azucarera Bañezana en junio de 1933 y sus efectos.- (1)

En el pleno municipal del 8 de marzo de 1933 agradecen los regidores bañezanos a los diputados a Cortes leoneses su interés y sus gestiones para conseguir la subvención del arreglo extraordinario de las carreteras Madrid-Coruña y la de Rionegro a León-Caboalles que cruzan la ciudad y que ya a primeros de febrero el ayuntamiento solicitaba del ministro de Obras Públicas (se pretendió después que se ampliaran los tramos a arreglar “de modo que incluyan las calles Pérez Crespo, Astorga, Manuel Diz y Plaza Mayor, cuya reparación tanto interesa”), lo que será un añadido remedio al paro que la azota, sobre todo cuando, sobrepasada la mitad de marzo y finalizada la campaña de molturación de la Azucarera, algunos obreros más se han quedado sin trabajo.
Se requería poco después desde la alcaldía a la Patronal Bañezana y a la Federación Local de Sociedades Obreras para que designen cada una tres vocales en la municipal Oficina de Colocación Obrera (o Bolsa de Trabajo), desde la que se intentaba paliar en lo posible aquella problemática, con escaso éxito, parece, pues a primeros de abril en La Bañeza 42 jornaleros solicitaban ocupación, denunciando que “en las obras de la Azucarera se emplean con preferencia trabajadores forasteros, perjudicando a los del lugar”, y pidiendo la intervención del ayuntamiento para corregir tal anomalía, incluso desautorizando la extracción de piedra y reblo para tales obras de las canteras municipales, y que se requiera al director de la Azucarera, Julio Hernández Ortega, para que admita al mayor número de obreros bañezanos.
A una comisión de los parados y al responsable de la factoría los citaba el gobernador civil el 25 de marzo, y al segundo se dirigía el alcalde el 6 de abril “para que coloque operarios de la ciudad antes que foráneos” (tal como disponía la Ley de términos municipales). Se esperaba entonces contribuir también a aminorar el paro obrero al sacar a subasta desde el Ayuntamiento las obras a realizar en las escuelas municipales en las vacaciones de primavera y de verano (las disposiciones laicas en la enseñanza habían sustituido por denominaciones estacionales –de invierno y primavera- las vacaciones de Navidad y de Semana Santa), obligadas por la inspectora de la zona, aunque a mitad de junio aún se pedía repararlas cuanto antes y con ello dar trabajo a algunos de los desempleados.
El 18 del mismo mes de abril desde la alcaldía se enviaba al gobierno civil un escrito reivindicativo de los obreros parados y copia del remitido a la Azucarera con relación de sus oficios. Responde el gobernador, Francisco Valdés Casas, el día 20 “no poder actuar con la celeridad debida por ser periodo electoral (se celebraban elecciones municipales parciales el domingo, 23, en 84 ayuntamientos provinciales); que el lunes 24 lo hará para resolverlo, y que hoy cambiará impresiones por teléfono con los trabajadores”. Para el día 25 de abril, a las doce, se citaba tres días antes a comparecer en la Casa Consistorial al presidente de las Sociedades Obreras, Eugenio Sierra Fernández, y a Luís Lorente Gallego, gerente de la fábrica de azúcar, acordándose colocar en las obras de la factoría al mayor número posible de obreros de la localidad.
Se constituyó unos días después la comisión inspectora de la Oficina local de Colocación Obrera del ayuntamiento, presidida por Fernando Alba Flórez (que ya era vocal integrante del Jura-do Mixto de Trabajo Rural provincial, además de presidente del bañezano Sindicato de Trabajadores de la Tierra, federado en la FNTT y afecto a la UGT), y de la que eran vocales Francisco Cabo Valenciano (uno de sus hermanos, Rafael, residía entonces en Astorga, donde formaba parte de la Juventud Tradicionalista; otro, Lorenzo, subalterno de Telégrafos, sería represaliado con cárcel de
1938 a 1944) y Eladio Fernández Rodríguez (uno más de los bañezanos paseados por el franquismo, en su caso el 29 de octubre de 1936, asesinato en el que seguramente mucho tuvo que ver aquella condición, sumada a la de ser desde final de mayo de 1936 secretario de la Agrupación Socialista de La Bañeza), representando a los obreros, y Ceferino Martín Martín, Felipe Prieto Moro, y Álvaro Valderas Blanco (del comercio) a los patronos.
Las gestiones de las fechas anteriores debieron de culminar en desacuerdos, pues se enviaba al gobernador civil el 5 de mayo copia del escrito presentado por los trabajadores en el Consistorio con motivo de la huelga declarada en la Azucarera Bañezana.
Desde el ayuntamiento de La Bañeza se citaba el día 15 a una nueva reunión el 16, a las 10 horas, al director de la fábrica de azúcar, a Eugenio Sierra Fernández, presidente de la Federación Local de Sociedades Obreras, a Miguel Fuertes Valderrey (de la Sociedad de Labradores), y Miguel Sola (constructor autorizado para extraer y machacar piedra de las canteras municipales), en la que tratar sobre el conflicto obrero, a la vez que se remitía al Jefe de línea de la Guardia Civil de La Bañeza comunicación del gobernador “para que se sirva proteger la libertad de trabajo en la Azucarera Bañezana”. Seguramente para facilitar la mediación en el conflicto, desde su condición de jornalero y socialista, el concejal y primer teniente de alcalde Ángel González González sustituía una vez más el día 16 y por unas horas al alcalde titular.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Adiós a un buen amigo


José Cruz Cabo
Yo conocí a Evencio Esteban González de chaval, el trabajaba en la Carpintería de José Perandones, hoy desaparecida, y yo en una droguería llamada Gomari, en donde hoy está Gaes. Pero allí estaba de cocinera la que después fue su esposa, Evangelina Pérez Mateos, por lo que nos veíamos más e intimamos.
Los años fueron pasando, de trabajar para Perandones se hizo industrial y trabajó para él, con posterioridad nos volvimos a encontrar nuevamente en la Cofradía de la Santa Vera Cruz, donde la amistad se agrandó, ya que los dos estábamos en el cabildo de la misma.
Evencio Esteban era una persona sencilla, trabajadora y de trato amable y bondadoso, siempre que nos encontrábamos en algún sitio de la ciudad, la conversación con él resultaba fluida y amena, fueron muchos años de amistad desinteresada y siempre agradable. 
Los años que cogí los anuncios para El Adelanto de la Patrona y los dos años que hice yo el programa de las fiestas, el segundo con las primeras fotos de la ciudad en color, realizados por la imprenta de Mijares, también me ayudó con su anuncio y la amistad no se perdió nunca y se consolidó de forma mas afectiva cuando los dos entramos en el Cabildo de la Vera Cruz
Ultimamente le veía con una de sus hijas paseando por algunas calles y si coincidía charlábamos un poco, le preguntaba por su esposa Evangelina y nos interesábamos ambos por la salud, que cada vez iba  estropeándose más con los años y con “hay que seguir aguantando”, nos despedíamos.
Le envío a su esposa, hijos y nietos, mi más profundo dolor por haber perdido otro amigo, esperando encontrarlo en el más allá. 

jueves, 1 de diciembre de 2016

Laureano Alonso, primer presidente de Cáritas


José Cruz Cabo
Corría el año 1961, y se acababa de celebrar, en el Colegio de las Hermanas Carmelitas, un cursillo interno de Cristiandad, durante tres dias estuvimos comiendo y durmiendo en el Colegio de las Carmelitas unos cincuenta hombres y escuchando los rollos, así se les llamaba a las conferencias, hasta que al tercer día por la tarde nos mandaban para casa y se formaban grupos de seis o siete cursillistas que a su vez se reunían en un equipo que se juntaban una vez a la semana. 
A la ciudad comenzaron a venir transeúntes pidiendo limosna y entonces don Francisco Viloria  Morán, párroco de El Salvador, me comentó un día en la oficina parroquial, que como se podía atender a estos transeúntes y a las personas que iban a su casa a pedir ayuda. Lo comenté en mi equipo, que nos reuníamos en casa de Laureano Alonso y se acordó formar este grupo para visuitar las casas de los que pudieran necesitar ayudas y atender a los transeuntes. Se acordó que el presidente fuera el abogado Laureano Alonso y Diez Canseco, el tesorero, Laureano Pérez Linacero, el secretario yo y los ayudantes o vocales Eutimio Gutiérrez y otras dos personas que pasados unos meses se marcharon de la ciudad, uno era teniente de la Guardia civil y el otro empleado del juzgado.
Así comenzó su andadura Cáritas interparroquial, se acordó que a los transeúntes se les daría comida y cama y al dia siguiente se les sacaba un billete de tren para Astorga o Benavente, según decidieran. Para las personas de la ciudad se iba a visitar sus casas y procurábamos enterarnos de sus necesidades verdaderas y de acuerdo con ello se le ayudaba, con vales de comida o con accesorios para la casa incluidas camas.
Pasados unos cuatro años Cáritas pasó a la casa de Acción Católica, donde puso sus oficinas y se cambió la directiva, pasando a ser Presidente de Cáritas, Francisco Moreno y yo seguí unos años como secretario. Entonces había una reunión semanal y estaban en la directiva Bernardino Ramos, Julio Valderas Arconada y otros que no recuerdo, entonces ya se comenzaron a redactar actas de las reuniones. Yo comencé a ser corresponsal de Prensa y Radio y ya no tenía tiempo para hacer de secretario, porque después de mi profesión de tipógrafo, tenía que redactar las noticias para enviar por teléfono o el coche de Ramos si era para el Diario de León y después de unos pocos años se volvió a cambiar de directiva y a partir de aquí yo seguí de socio de Cáritas, pero ya solo daba las noticias que me daban las siguientes directivas.
Estos recuerdos solo quieren dejar constancia de los trabajos de mucha gente que trabajó por mejorar la ciudad y fue el germen de lo que hoy es Cáritas Interparroquial, que tiene casa propia y sus oficinas en ella, en la calle de Maria Zapata y está mas encima de los necesitados de todo tipo de  nuestra ciudad y comarca, bien apoyada por la Fundación Conrado Blanco y otras entidades.

martes, 29 de noviembre de 2016

Entrevista al Presidente del Patronato de la Fundación Nacional FUNDASPE

Entrevista de Emilio García Ranz director de “LA BAÑEZA HOY” al Presidente del Patronato de la Fundación Nacional FUNDASPE y de la Federación Española de Donantes de Sangre.


P.- ¿Qué es FUNDASPE, qué estructura tiene y cómo funciona?

R.- La Fundación Nacional FUNDASPE, nace en León el año 1995 promovida por la Federación Española de Donantes de Sangre. Es una Organización de ámbito estatal de carácter benéfico asistencial que tiene por finalidad esencial fomentar, divulgar, concienciar y sensibilizar al conjunto de la sociedad española sobre la DONACIÓN ALTRUISTA GLOBAL, relacionada con los órganos para trasplantes, sangre, plasma, tejidos, médula ósea, células madre, etc., es decir, todo tipo de donaciones voluntarias y no remuneradas, por lo tanto altruistas, que favorezcan las modernas terapias transfusionales y de trasplante para salvar vidas o recuperar la salud de los enfermos o accidentados. Para ello es necesario crear un clima positivo, una sensibilización entre la llamada sociedad civil, con la información y divulgación precisas para garantizar que esa donación altruista, en todas sus facetas, tenga el éxito necesario. Por eso nos gusta denominarla como “la Fundación de los Donantes españoles”

Está regida por un Patronato independiente y controlada por un Protectorado. Protectorado que desde el año pasado es único para todas las Fundaciones de ámbito estatal y está en el Ministerio de Educación y Cultura.

Además de la DONACIÓN ALTRUISTA GLOBAL, la Fundación Nacional FUNDASPE tiene otras dos grandes áreas de actuación:
EDUCACIÓN PARA LA SALUD, convencidos que el conocimiento en esta materia preserva y favorece la calidad de vida de las personas y por supuesto la COOPERACIÓN INTERNACIONAL, relacionada siempre con los fines de la Fundación, pero orientada esta cooperación hacia países en vías de desarrollo o en transición, ya que con ello aseguramos aminorar las enormes diferencias entre los seres humanos de unos y otros países.

A este respecto conviene saber también que estamos reconocidos como ONGD, -Organización No Gubernamental para el Desarrollo, por el Ministerio de Exteriores y Cooperación - Agencia Española de Cooperación al Desarrollo y formamos parte de la AEF Asociación Española de Fundaciones.

Para su funcionalidad, disponemos de una estructura básica administrativa y el resto todo a través del voluntariado. Estamos en 12 Comunidades Autónomas con otras tantas Delegaciones Territoriales y sus recursos proceden de socios y colaboradores, bien sean empresas o particulares.

P.- En el campo de la donación altruista, por ejemplo de sangre u órganos, ¿cuál es el nivel de España con relación a otros países desarrollados?

Es sabido que la sanidad española, con independencia de que todo es mejorable, está a la cabeza del mundo y en esta materia no podía ser de otra manera porque forma parte muy especial de la calidad asistencial que un país
pueda disponer. En la donación de sangre tenemos un índice de cerca de 40 donaciones por cada mil habitantes solo superada por los países más pequeños como los nórdicos, así como Austria y Dinamarca, pero a ese mismo nivel de autosuficiencia en el caso de los hematíes y plaquetas, pero no así con el plasma, como uno de los componentes esenciales y de consumo creciente, que hay que incidir y crecer más para alcanzar ese autoabastecimiento. En el caso de los trasplantes de órganos como se vine diciendo España encabeza el índice de trasplantes precisamente por la calidad de la sanidad y los recursos que a ella se aplican. Así y todo no podemos olvidar, y eso es lo preocupante, que aún se mueren personas todos los días esperando un órgano, menos que en otros países, pero sigue pasando.

P.- Nuestros lectores ¿cómo pueden colaborar con vosotros?

Bueno, todos podemos colaborar de alguna manera y seguro que muchos lectores de LA BAÑEZA HOY ya lo hacen. Con independencia de los donativos económicos, lo que nos importa es que las personas sanas se incorporen a la gran labor de la donación de sangre, compartiendo su salud para atender la gran demanda que se produce en todos los hospitales. En el caso de León cerca de cincuenta transfusiones cada día, en Castilla y León más de cuatrocientas y en el conjunto de España seis mil doscientas cada veinticuatro horas. Como ves se trata de una actividad muy compleja y constante. El resultado: 375 personas recuperan su salud, mejoran su calidad de vida y otras 80 también cada día salvan su vida gracias a la sangre o a cualquiera de sus componentes, ochenta personas que de no existir esta milagrosa transfusión, morirían irremediablemente, como ves ninguna otra solidaridad es comparable a esta. Si lo traduces a un año son cifras realmente espectaculares 136.875 que mejoran su calidad de vida y otras 29.200 ¡¡salvan literalmente su vida!!. Y eso se consigue gracias a los dos millones de donantes de sangre activos que hay en España de los que ciento cincuenta mil son de la Comunidad de CyL, veinte mil de León y más de mil quinientos de La Bañeza y su Comarca.
En el caso de la médula ósea o los órganos para trasplantes, lo importante es la sensibilización y el anotarse en los registros como potenciales donantes para que llegado el caso se pueda hacer efectiva la donación y cuando se trata de órganos lo importante es la concienciación de la familia para que, también llegado el caso, la familia no se oponga a facilitar los órganos del familiar fallecido. Aquí las cifras son mucho más pequeñas, por ejemplo, en el caso de los órganos entre mil quinientas y dos mil personas cada año, reciben los aproximadamente 4500 órganos que se donan anualmente en España. En cualquier caso, una sola vida salvada ya merece la pena cualquier esfuerzo que se haga para conseguirlo.

P.- ¿Quieres añadir alguna cosa más?

Creo que lo sustancial está recogido a partir de las preguntas que me has hecho, si acaso resaltar nuestro agradecimiento a “La Bañeza Hoy” y a sus lectores, su permanente atención hacia esta actividad que, nunca mejor dicho, “es de todos y para todos”, porque nadie puede autoexcluirse de necesitarla, concretamente el 75% de las personas recibimos sangre o sus derivados en algún momento de nuestra vida.

Desayuno con…asamblea fallida, ocasión perdida‏

Félix Asensio
La ley del deporte 2/2003 del 28 de marzo de la comunidad autónoma de Castilla que no León, regula y establece los procesos electorales de las federaciones y asociaciones deportivas. En cumplimiento de ello y por mandato legal, la directiva saliente del Moto Club Bañezano convocó la preceptiva asamblea extraordinaria para el día 11 de noviembre de 2016, de acuerdo a un orden del día cerrado, que no incluía el famosoruegos y preguntas. Aclarar que el orden del día que se establece en la convocatoria ha de respetarse siempre y en el caso de una asamblea extraordinaria aún más si cabe. Lo ocurrido en la asamblea citada simplemente va contra ley, contra el sentido común, contra el respeto a los socios. Cuando el presidente cesante, toma la palabra para intentar, una vez más, culpar a los demás, medios de comunicación incluidos, de todos los “males” que como presidente le acechan, me retrotrae a aquello tan manido en tiempos afortunadamente pasados del “contubernio judeo masónico”. A usted sr. cesante, los estatutos le confieren en su artículo 10, apartado 4, letra C (…velar por el cumplimiento de los estatutos y reglamentos...) letra D, (…desempeñar los derechos que le son propios…) que en ningún caso contemplan que actúe usted saltándose la legalidad de una asamblea con un orden del día perfectamente delimitado a la apertura del proceso electoral. Le recuerdo que entre sus funciones está la de preservar las formas y el respeto de los presentes y nunca irrogarse atribuciones que no proceden. Quizá con ello empezó el esperpento. Gritos, amenazas físicas y psíquicas, violencia verbal que ni usted ni los directivos presentes en la mesa, atajaron en tiempo y forma. No era aquí donde debía hacer un simulacro de memoria deportiva, este no era el foro, pero usted se saltó el orden del día, incumplió las funciones emanantes de los estatutos y abrió la espita para lo que nunca debió haber ocurrido. Permaneció usted impasible y sin actuar como le corresponde, ante las amenazas y coacción generada contra los medios de comunicación presentes y del candidato alternativo, Pepe Martínez Muñiz. Difícil tarea tenia usted para impedir el uso de la palabra de algunos socios, habiendo usted conculcado la legalidad con su intervención. Por cierto: cuándo usted dice (… a alguno le voy a tener que echar un saco de alubias por encima…) haciendo usted alusión a la alubia de oro que guarda, ¿está enviando un mensaje amenazante a alguien?
Abierta la espita del incumplimiento del Orden del día, y a la estela del cesante, se produjeron intervenciones, algunas bochornosas y lamentables en clara discrepancia con la educación y las buenas maneras. Seguiría la intervención del socio nº 12, pausada y correcta en las formas, que durante más de 10 minutos emite una loa del cesante, rayando aquello de adhesiones inquebrantables que creía felizmente archivadas en el pasado de infausto recuerdo. A destacar las graves infamias, falacias e incluso sofismas que me dedica sin nombrarme. Me imputa usted afirmaciones que yo nunca he realizado. Le invito a releer mi escrito titulado “estultos, cerriles y palmeros” publicado en mi blog, el pasado día 30 de octubre de 2016. De lo escrito nunca puede haber duda, y afortunadamente está escrito. De sus afirmaciones tampoco hay duda, ver grabaciones de audio existentes, en las que repite al menos en dos ocasiones, la expresión “panfleto eclesiástico” dirigido a El Adelanto Bañezano y de las que me atribuye la autoría. Falta usted a la verdad, y lo hace o bien por el momento y la tensión existente en el lugar, por un conocimiento de la semántica mejorable o quizá porque su propio subconsciente le ha jugado una mala pasada. Con ello comete usted un acto claramente reprobable, por el que solicito disculpas públicas. Hacerlo resulta reparador para la verdad y especialmente para el que realiza el acto de constricción. Quiero aclararle, que en mi memoria de niño hay una imagen que me vincula, como a tantos otros bañezanos, con el Adelanto Bañezano. Fue el primer contacto con la prensa escrita de nuestra infancia. Durante muchos años el único. En  la humildad del hogar familiar, no sobraba para comer, pero nunca faltó el Adelanto Bañezano, asociado a la imagen de mi padre leyéndolo una y mil veces. Solo por eso, ya le debo un enorme respeto, pero incluso en algún momento de mis inquietos 16-17 años, consintieron en publicarme unas cuantas letras, juntas, eso sí. El ADELANTO BAÑEZANO, forma parte de mi historia y la de tantos otros bañezanos. Todo mi respeto a sus lectores, trabajadores, colaboradores, a su consejo editorial, a su director actual, Tista. Nunca utilizaría expresiones tan injustas, soeces y falaces como las que usted cita. Lo que está escrito en mi publicación essemanario parroquialDefinición respetuosa con el medio y ajustada a la realidad. Semanario, porque su periodicidad es semanal, y parroquial, en alusión a su propiedad. Como puede comprobarse, con mi expresión defino una realidad contrastable, que nada tiene que ver con los insultos falaces a los que se refiere usted, Sr. Fernández.
En esta larga travesía por los valles de la obstinación y empecinamiento demostrado por el presidente cesante y su junta, es preciso recordar que la actuación trasciende de lo estrictamente privado e invade lo público en el mismo instante en el que el actuante lo hace en representación de una entidad, el Moto Club Bañezano. Éste incorpora a su nombre el gentilicio de sus habitantes haciendo clara referencia a nuestra ciudad La Bañeza. En ese mismo instante todo los actos que realice son susceptibles de tener un tratamiento público y redundarán en beneficio o deterioro del nombre que les acompaña, La Bañeza y los bañezanos. Argumento que vengo defendiendo en todas las publicaciones, demasiadas ya, que he realizado, confiando que ésta sea la última relacionada con este triste y lamentable episodio, de testarudez y actitud cerril. Por el camino se han ido quedando conocidos y algún allegado, pero si ese es el tributo por opinar y defender en lo que crees y amas, bienvenido sea. Reconozco que en algún momento me han llegado a asaltar las dudas sobre continuar con más capítulos de esta triste historia. Dudas que pronto se encargaba el cesante y su clan de disipar con su empecinamiento y contumacia.
A tenor de lo que avanzaba recientemente su candidato en los medios con su giro copernicano en relación a lo que defendía hasta la presentación de su candidatura, puede concluirse que usted y su clan han mentido sobre las causas que provocaron el conflicto que ha generado división entre nuestros vecinos. Que ha faltado al respeto a La Bañeza y a los bañezanos, los mismos que le acogieron con la generosidad acostumbrada, cuando, hace mucho tiempo, decidió asentarse entre nosotros. Triste, muy triste el final que se ha escrito usted mismo. Debiera haber finalizado entre aplausos, ovacionado por su hacer en buena parte de su mandato, aplausos que yo le he dedicado en algún momento, escrito está. Eran otros tiempos, no muy lejanos por cierto. Sin la obstinación, soberbia y empecinamiento que le ha llevado al lugar en el que nunca debería haber estado. Usted solo y la deriva de los últimos tiempos como presidente de nuestro Moto Club Bañezano, le han situado en el lugar que ocupa. Esperanzado con el futuro de encuentro y dialogo que se atisba con la llegada de nuevos aires para el Moto Club Bañezano, y feliz por el final de su mandato y sin proyección de continuidad delegada. Permítanme para finalizar una última reflexión Sr. Falagan: más allá de legumbres de brillo efímero, los que hemos tenido el honor y la fortuna de nacer en La Bañeza, al hacerlo adquirimos un título que nos enorgullece y acompaña siempre, el de ser bañezanos toda nuestra vida, casi nadabuenos días.

Victor el fotógrafo, la entrevista



Para ver el vídeo de esta entrevista copiar el siguiente enlace y os dirigirá al mismo en You Tube

https://youtu.be/iOIDXBdnpM0

jueves, 24 de noviembre de 2016

Por qué se cerró el Parador de Turismo


José Cruz Cabo
Yo, siendo adolescente y joven, ya conocí el Albergue Nacional de Tuurismo, en el solar que hoy tiene el edificio el Hotel Bedunia, y después de pasados unos años, me enteré que en este parador solo se podía pernoctar una noche y al dia siguiente habia que dejarlo, ya no se podía estar mas.
Franco cuando pasaba para Galicia o volvía para Madrid, paraba en este Parador de Turismo, para comer, pero el día antes los empleados eran enviados para sus casas hasta que lo abandonaba el entonces Caudillo de España.
Siendo alcalde Leandro Sarmiento Fidalgo, visitaron nuestra ciudad y pararon una tarde en el entonces famoso parador de turismo, los Principes de España, Juan Carlos y Sofía y recuerdo escucharle a Leandro que le habían sorprendido por su sencillez y amabilidad, pero sobre todo la princesa Sofia.
Con posterioridad este parador se convirtió en Escuela de cocineros y camareras, y recuerdo que el Ayuntamiento, con Leandro de Alcalde, dieron varias cenas de homenaje a la reina de las fiestas y en algunos de los menús de aquellas cenas, fuimos sorprendidos  por la preciosa preparación de los platos y de los postres. El primero de los banquetes que se celebraron en este parador de forma oficial para la ciudad, con motivo de las fiestas, nos lo dió Villegas al finalizar las fiestas del año 67, para agradecer al ayuntamiento, a la prensa y a todos los que habían trabajado en las carrozas, el esfuerzo realizado, porque su hija Conchita Villegas, había sido la elegida para la primera Reina Oficial. El pudding de pescado nos intoxicó a la mayor parte de los comensales y el médico de la Seguridad Social tuvo un dia muy agetreado. se dieron muchas anécdotas, por ejemplo a Mari Nunci la operaron de apéndice sin tenerlo, hubo personas que se desmayaron en un bar y yo tuve que guardar cama dos días hasta que se dio con la causa.
Posteriormente la escuela de turismo durante unos años, dio bastante vida a nuestra ciudad, pues los chicos y chicas que venian seis meses a hacer el curso de camareras o cocineros, gastaban dinero en sus cosas. Yo conocí a muchos en casa de Víctor el fotógrafo, porque se iban a hacer fotos para mandarlas a casa y Victor les trataba muy bien y terminaban de hacerse amigos de él, con bastantes de ellos la amistad duró tiempo después de marcharse de aquí, como Paco Rubio que terminó casándose con una bañezana.
El año 1975, llegó la noticia al ayuntamiento que se iba a cerrar el Albergue y entonces Leandro Sarmiento, Luis Carnicero y Mario Núñez, fueron a Madrid a la Dirección General de Turismo para buscar la manera de convencer al director de que no se cerrara, pero el bestia del Director no se anduvo por las ramas y como un grosero de aquellas camisas azules, les dijo sin tapujos que se cerraban porque el quería, pero con palabras mucho más gruesas. Todavía me acuerdo cuando se comentó en el Pleno que se cerraba, y efectivamente, lo cerraron.
Así finalizó la escuela de Turismo y ésta se marchó para otros sitios, por culpa de un descerebrado que no quiso escuchar las muchas y buenas razones que se le estaban exponiendo. Los que fueron a hablar con este analfabeto, venían horrorizados de la falta de razonamientos y de cortesía para tratar con el alcalde y dos concejales que le pedían una cosa razonable.

jueves, 17 de noviembre de 2016

99.-maniobras militares en los Montes de León (2 y 3)

Aquel mismo día terminaba la concentración de tropas en Astorga, que presenta un aspecto singular, especialmente en las horas de la comida, en que se reúne el cuartel general en la población (después, en enero de 1936, en un epigrama crítico con el general Martínez Cabrera, dirán desde el semanario astorgano socialista El Combate que “entonces hizo el caldo algún fondista”); el resto del tiempo las fuerzas salen por los pueblos próximos. Muy impactante hubo de resultar tal acumulación de personas (23.000, según La Vanguardia del 28 de septiembre) y de impedimenta militar (6.750 caballos y mulos, 496 vehículos, 91 motocicletas, 598 carros y 88 camiones-aljibes y carros-cuba) en el paisanaje y el paisaje, tanto rural como urbano, de una tierra sembrada de pequeñas poblaciones y en la que sus mayores núcleos, Astorga, con poco más de 8.000 habitantes, y La Bañeza, con algo menos de 4.300, eran habitados por algo más de la tercera parte, el uno, y el otro por no mucho más del triple de los contingentes que entonces los visitan, o el incremento en un lugar como Destriana de los casi 1.200 efectivos del Regimiento que acoge, tantos como entonces eran los vecinos del lugar. Un enorme movimiento de tropas y materiales se dio en todo el campo de las maniobras, cuya línea de fuego quedaba constituida entre La Bañeza, Astorga y Ponferrada. José (Pepín) Ortiz, muchacho astorgano que tenía entonces trece años, recordará mucho tiempo después aquellos ejercicios militares y “el fascinador espectáculo que representaba para la chiquillería acercarse a la estación a presenciar la llegada de trenes militares, con artillería, cocina y tropas de todas clases, incluidos los regulares ‘moros’ y la legión”.
El ministro de la Guerra presenciaría la última parte de las maniobras, del 28 al 30, y para visitarlas también saldrá el día 28 de Madrid el presidente de la República. En el ayuntamiento de la ciudad episcopal se ofreció el viernes al presidente de la República un vino de honor después de ser aclamado en la Plaza Mayor al medio día (aludiría el alcalde, Miguel Carro, en su discurso “a la solidaridad que une al Ejército con el pueblo y a la conciencia nacional que repudia la guerra porque es la negación del espíritu humano”), al tiempo que los jefes (el general Franco entre ellos, invitado a las maniobras por el titular de la cartera militar como su asesor personal) y oficiales obsequiaban con un ágape en el Hotel Moderno a los informadores de Madrid, León y Astorga y a los delegados y observadores militares venidos de Portugal, México, Alemania, Francia, Italia y Esta-dos Unidos, y se brindaba el sábado un banquete al ministro de la Guerra. Se le honró también con una función de gala en el Teatro y se organizaron variados e interesantes festejos populares. Estaba previsto que el mismo sábado el ministro revistara a la Octava División en Foncebadón, y el domingo a la Séptima en la explanada de El Ganso, cerca de San Esteban de Somoza, lo que hubo de ser suspendido por la lluvia, sin que tampoco pudiera ser recogido por los cameramans de la casa Fox, que se hallan en Astorga con el objeto de impresionar una película sobre las maniobras.
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El general López de Ochoa elogiaba el día 29 en su alocución en Astorga el alto espíritu demostrado por las tropas en los días de maniobras, resaltando “la inutilidad de las propagandas subversivas que solapadamente se intentaron hacer cerca de ellas”. El mismo general trasladaría después a Destriana “la satisfacción y el reconocimiento personal de las unidades que permanecie-ron en ese municipio”, y su gratitud a La Bañeza y al pueblo bañezano por su colaboración de aque-llas fechas y por la buena acogida que se dispensó a los allí acantonados.
El 30 de septiembre continuaban en Hinojo los aparatos de aviación que han venido a tomar parte en las maniobras militares, y se cuentan por millares las personas de La Bañeza y de los pue-blos comarcanos que van a aquel lugar todos los días para verlos volar (informaba El Adelanto), y el 2 de octubre en Astorga sigue realizándose el embarque de las tropas, que prosiguen pasando por León de regreso a sus destinos, finalizadas ya las maniobras con toda normalidad. También para Madrid ha regresado el general López de Ochoa, acompañado del general de brigada Toribio Martínez Cabrera, el verdadero organizador desde su reciente puesto de director de la Escuela Superior de Guerra de aquellas maniobras militares (las más grandes previas a la guerra civil, después de las del Pisuerga de octubre de 1932 y las del Segre de 1933, y anteriores a las de Llano Amarillo, en
Marruecos, de julio de 1936) precisamente en su cuna maragata, decisión que con la de llevar la carretera desde Turienzo hasta Andiñuela de Somoza, su pueblo (realizada por soldados zapadores y a cuenta del general (dirán, en verso, en El Combate que el camino concluye en una finca / que -¡qué casualidad!- resulta suya, (una crítica parece que infundada, a la luz de los datos mostrados al respecto por el investigador Miguel García Bañales) merecerá el agasajo de los prohombres del país y que lo reconozcan y lo nombren, pasados tantos años, Hijo Predilecto de la Región de Maragatería.
Reinó la normalidad en aquellas maniobras, aunque salpicada por algunos incidentes, como el sucedido el 1 de octubre cuando en el nacimiento de la carretera de Santa Colomba de Somoza una motocicleta perteneciente al 5º Grupo de Intendencia ocupada por un cabo y un teniente coronel de Estado Mayor de la Jefatura del Servicio de Arbitraje de las maniobras militares atropelló a un carro de bueyes, con el resultado de sufrir heridas los militares y el destrozo de los dos vehículos; o el que se dio al día siguiente en Foncebadón al arder diez pajares repletos de hierba y paja, “se cree que por la colilla arrojada por algún soldado de los que están de maniobras”.
Habían servido las de los años 1932 y 1933 para comprobar la maniobrabilidad del Ejército en terreno llano y fangoso por la lluvia; las de 1934 (antesala de lo que hoy es el campo de tiro militar de El Teleno) la evaluarían “en un territorio escarpado, inhóspito, con escasas vías de comunicación y recursos, y rudimentarios modos de vida”, se indica en las Instrucciones que las preparan y desarrollan. En las inmediaciones de Astorga desplegarían también en el otoño de 1935 las fuerzas de la Octava División su plan de maniobras y las Escuelas prácticas militares, y allí se volverán a concentrar entonces 4.000 hombres de 4 batallones de Infantería procedentes de los regimientos que guarnecen las plazas militares de La Coruña, Lugo, Ferrol y León, además de dos baterías de Arti-llería y una compañía de Intendencia, en unas operaciones realizadas en los mismos emplazamien-tos que las del pasado año y que durarán del 14 al 30 de septiembre, dirigidas por el general que las comanda y bajo la inspección del general Manuel Goded, jefe de la 3ª Inspección del Ejército, que revistaría, acompañado del coronel del Regimiento Burgos 36, el cuartel de Santocildes cumplimentado por el general Toribio Martínez Cabrera. El cuartel general de las maniobras militares, al mando del general Fernando Martínez Monje, se establecerá esta vez en el Hotel Moderno, y todas las tropas participantes en ellas se desplazan en tren, excepto el batallón de guarnición en León, que lo hará por carretera, dejando allí solamente las fuerzas indispensables para el servicio de la plaza.

jueves, 10 de noviembre de 2016

98.-Las maniobras militares de los Montes de León en septiembre de 1934.-(1)

El 19 de mayo de 1934 se recogía ya en la prensa que en septiembre se realizarán unas im-portantes maniobras militares conjuntas del Ejército y la Marina, en las que tomarán parte cerca de 30.000 hombres. Sobrepasada la mitad de junio, ante el anuncio de las maniobras que se preparan para el otoño (ya solo del Ejército) se presentaban dos tendencias, partidaria una de que se celebren en Astorga, y en León, en el Ferral, la otra. Las comisiones de Estado Mayor han dictaminado que la primera opción es mucho mejor que la segunda, pero desde El Diario de León estimaban lo contrario por varias razones, entre ellas que la zona de Astorga tiene pueblos dentro del área de fuego; está cruzada por la carretera Madrid-Coruña y por la vía férrea, además de por numerosos caminos, y tiene escasez de agua (es sabido que para abastecer el cuartel de Santocildes es preciso cortar algunas horas el agua a la ciudad).
Tal vez porque (como sostienen algunos autores) desde el gobierno se preveía cada vez con mayores probabilidades de certeza el estallido de un movimiento revolucionario en Asturias, se de-cantaba el ministerio de la Guerra ya en julio por los terrenos astorganos y de los Montes de León para realizar las maniobras, más similares a los asturianos en relieve y condiciones, y se pedían así de la 3ª Inspección General del Ejército a final de aquel mes a la alcaldía bañezana “detalles sobre la vida y medios que puedan proporcionarse a las tropas en la zona de operaciones”, un país en el que, en todo caso y según el apartado que en las Instrucciones para la preparación y desarrollo de las Maniobras Militares en los Montes de León la Dirección de Estado Mayor dedica a la psicología, “sus habitantes son virtuosos en todos los órdenes, acogedores, trabajadores, y en modo alguno toleran la exagerada licencia entre los sexos, … son veraces, honorables, no transigen con la mentira ni con la adulación, ni toleran tratamientos autoritarios”.
Se anunciaban oficialmente al comenzar agosto aquellas maniobras (una circular del BOP se referirá a ellas el 31 de aquel mes), con duración desde el 22 de septiembre al 2 de octubre, bajo la dirección del Inspector del Ejército, general Eduardo López de Ochoa, y participando más de 20.000 hombres de las divisiones Séptima y Octava, mandadas por los generales Nicolás Molero Lobo en Valladolid y Pedro la Cerda y López-Mollinedo en La Coruña. Siete de las jornadas se dedicarán a la concentración y dislocación de las distintas unidades, y las cinco restantes al desarrollo de los temas y los supuestos tácticos. “Durante todo el mes de agosto, marchas e instrucción preparatorias, sin descansar noche y día. Instrucción hasta el día 20 de septiembre. El 22 salimos para Astorga; después a pie, hacia las montañas, muertos de sed y de cansancio de tanto caminar, cargados como mulos. Llevábamos de equipo, en el morral de espaldas: la tienda de campaña, la muda, el traje de repuesto, el tabardo, los clavos de la tienda, el casco de hierro, los zapatos, y otras alpargatas; en el de costado: el plato, la cuchara, tenedor, jarrillo, toalla, peine, jabón, el fusil, los correajes con tres paquetes de munición, la manta, el palo de la tienda...”, dirá uno de los soldados de reemplazo, malagueño, enviados desde Zamora a aquellas maniobras, “regresando el 2 de octubre, el día 3 lo tuve franco y el 4 nos acuartelaron” (para destinarlos a pacificar Asturias).
A la mitad de septiembre el ministro de la Guerra desmentía que por la mala situación económica se fueran a suspender las maniobras militares (contempladas como medida preventiva y con la finalidad política -además de la estrictamente militar- de contrarrestar la sombra de la insurrección armada por parte de la izquierda), y el día 20 salían las tropas de La Coruña para tomar parte
en ellas. Dos días más tarde fuerzas militares de Segovia, Madrid, Valladolid, Palencia y Burgos pasan por León en dirección a Veguellina y Astorga para sumarse a las que ya también desde otros lugares se desplazan; en total once trenes militares especiales serán los que transiten hacia la ciudad maragata por la estación férrea leonesa, llegando por carretera Intendencia y los parques de Artillería. Mientras tanto, se está nivelando por numerosos obreros el campo de Hinojo para que sirva de lugar de aterrizaje de los aviones de la Base de la Virgen del Camino, de modo que se establecerá en él un verdadero campamento de aviación, “por considerarse punto muy estratégico, ya que dado el carácter abrupto y accidentado de la zona de maniobras, solamente las márgenes del río Órbigo ofrecen llanuras y planicies aptas para establecer bases aéreas”.
En las “maniobras militares en los montes de León” (a las que asiste una misión militar portuguesa) toma parte muy activa la aviación. El Grupo 21 del aeródromo de la Virgen del Camino ha establecido su base en Hinojo, a tres kilómetros de La Bañeza, y para este punto salían ya el sábado, día 23, los 20 vehículos del escalón precursor rodado, y el domingo tres aparatos de la Plana Mayor con el jefe de Grupo, el comandante Ricardo de la Puente Baamonde, 9 Breguets de reconocimiento y bombardeo, y una escuadrilla de caza (dos según otra nota del mismo día de El Diario de León) formada por 7 aviones Nieuport llegados de la base de Tablada (Sevilla), seguidos del escalón de retaguardia. La aviación del ejército enemigo invasor desde Galicia, o bando azul, tiene su base en Sarria (Lugo), y la componen una patrulla de 4 aparatos de bombardeo del aeródromo de Logroño, y una escuadrilla de caza de 11 aviones de la base del Prat (Barcelona). A media tarde del día 25 se estrellaba en Sarria un avión Nieupórt de los de la escuadrilla de caza del Prat, muriendo el oficial piloto teniente Eduardo Dalias Charte, que había estado destinado en la Virgen del Camino en 1930.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Desayuno con… estultos, cerriles y palmeros‏

Félix Asensio
Es tristemente habitual que cada mañana amanezcamos con una actuación, mensaje u opinión que nos sonroje y llene de contenido la frase de “vergüenza ajena”. Y lo es más si el actuante como en este caso ostenta algún cargo que por minúsculo o irrelevante que este sea, no limita sus extemporáneas apariciones poniendo en evidencia sus limitaciones intelectuales y conceptuales, su actitud y aptitud. Vienen a querer representar lo que ni por lo uno ni por lo otro pueden llegar a ser. Ello no implica que enardecidos por los palmeros subsidiados y sin el menor sentido autocritico se coloquen delante de una cámara, aunque ésta sea más de video casero que de un medio de comunicación al uso. Consiguiendo una vez más que sus comportamientos y dicciones nos traigan al recuerdo de forma inevitable las andanzas del popular Abundio. Quizá podría haber hecho un uso más acorde con el cargo de presidente de la federación de motociclismo de Castilla que no León. Quizá hubiera podido explicar y dar cuenta de la memoria deportiva y económica de su mandato a punto de finalizar. Esto es lo que del raciocinio medio se puede esperar. Sin embargo y sin el más mínimo pudor, convierte  el evento en un acto electoral anunciando su candidatura. Un hecho más sustentado en la prepotencia y creencia de sentirse dueño y señor del cortijo. Por cierto, permítame que pregunte: ¿Los gastos derivados del simulacro que han realizado quien los paga? ¿se pagarán con recursos de la federación que usted maneja o correrán por cuenta del moto club bañezano que manejan sus acompañantes? En cualquier caso, recursos que no son de libre disposición como en tantas otras ocasiones, que tendrán que explicar adecuadamente en las respectivas y rigurosas auditorías externas, que no tengan duda tendrán que pasar, más pronto que tarde. Un consejo para finalizar: dedique su tiempo y sus desvelos a poner orden en las turbias riberas del Pisuerga que usted tan bien controla y deje de utilizar nuestras bellas riberas del Órbigo, Tuerto o Duerna para medrar. Éstas no están en venta.
Ceñirnos a los hechos como apuntaba recientemente en su blog, el joven vástago del clan, nos obliga a utilizar aspectos como objetividad, generosidad, capacidad analítica, humildad, en resumen, inteligencia. Cuando el enroque y lo cerril se antepone a lo anterior -permítanme la licencia- Houston tenemos un problema. Cuando lo general lo convierten en particular, cuando lo público lo privatizan y se lo apropian, cuando hasta se permiten dar títulos y autorización para opinar, surge el dislate y el esperpento. Cuando a posteriori, casi un mes después de la brillante carrera de las “amotos” de La Bañeza y por ende de los bañezanos y de quien nos visitan,  que ustedes se negaron a organizar, la respuesta del actual presidente  del moto club bañezano, es el simulacro de rueda sin prensa, algo en la mente de los que la protagonizaron no va bien. Una carrera, por cierto, que ustedes se negaron a organizar. El propio escenario mental que propicia seguir empecinado en aferrarse a interpretaciones falaces, ya pudiera indicar por sí mismo de qué pozo mana el agua. Con lo gratificante que hubiera sido aprovechar el gasto realizado para pedir disculpas a los bañezanos y prestarse a reparar los puentes rotos, en lugar de seguir con aquello de sostenella y no enmendalla” y con ello tratar a la inmensa mayoría de los bañezanos de estultos irremediablesCon todo lo anterior y lo que falta por decir, tiempo habrá, ni usted ni la junta que aún le aplaude sus desgracias, reúne la actitud necesaria y lo que es aún peor, tampoco la aptitud exigible a quien está llamado a representar a una entidad que tanto proyecta el nombre de nuestra ciudad por el mundo. Su última gracieta, remitiendo a los socios un seudo panfleto con DVD incorporado tratando de explicar lo que nunca ha conseguido, deja perplejo al más circunspecto de los mortales. Tanta dificultad para hacerse entender se hace difícil de digerir. Haciendo responsables a todos de lo ocurrido, sin que realice usted y sus coristas el más mínimo ejercicio de autocrítica, pone de manifiesto un talante de actuación, poco envidiable. Insultando gravísimamente a los medios de comunicación locales y a la inteligencia de todos, poniendo en evidencia la capacidad conceptual e intelectual del o los autores del citado panfleto. Incluso dejando entrever tics aún más preocupantes cuando se refiere usted a las próximas elecciones, “si alguien se anima adelante, si es de ley será recibido con los brazos abiertos” ¿A qué ley se refiere Sr. Presidente cesante? ¿quizá otras personas que busquen la concordia, el acuerdo y la colaboración que usted ha despreciado en la última parte de su mandato, no cumplen su concepto de Ley? Puede irse usted tranquilo, ya ha pasado a la historia por intentar por todos los medios terminar con la carrera de las “amotos” de nuestra ciudad y no precisamente por el título de “Bañezano del Año” que el semanario parroquial y su ilustre jurado le concedieron en 2012. Quizá debieran estos, revisar sus normas para contemplar la retirada, en circunstancias como las que concurren, de tan distinguido galardón. Verle a usted en el cuadro de honor, tan próximo a bañezanos ilustres por acción y de corazón, resulta un poco grotesco, la verdad.
Para seguir adelante y recuperar el verdadero sentido de lo que significa trabajar por la ciudad desde el espíritu de servicio, voluntariamente, amando lo que se hace y sin esperar nada a cambio, sin títulos de propiedad. Por momentos pareciera que la ciudad se ha vendido a trozos, perdón a curvas, y que hubiera que pagar algún tipo de canon por transitar por ella. Hace falta entre otras virtudes la humildad. La dedicación para el desarrollo de una actividad voluntaria no puede presuponer en ningún caso, sentirse propietario de nada. Sí llenarse de satisfacción por el trabajo callado y desinteresado sin esperar nada a cambio, sin enturbiar la vida de los conciudadanos, sin querer sustituir los valores democráticos imperantes, sin rehenes. Es habitual que se aplauda con vehemencia cuando se escucha a algún político reclamar eso que suena tan bien como -regeneración democrática, limitación de mandatos, transparencia- aplicado a las instituciones públicas. También será bueno aplicarlo y exigirlo a los entes privados que sobreviven con la subvención del dinero público que reciben, en muchos casos sin el control exigible y que en demasiadas ocasiones termina usándose para alimentar a la corte de palmeros agradecidos. Permítanme finalizar con una reflexión relacionada especialmente con la primera parte de este escrito, pero que también se podría aplicar a otras entidades que se nutren de forma mayoritaria de dinero publico: ¿son acaso las federaciones deportivas un buen ejemplo de regeneración democrática y transparencia? Por sus hechos parece que no, dicho lo cual, abramos las ventanas delmoto club bañezano y propiciemos que entre aire fresco con nuevos aromas y nuevas personas para los nuevos tiempos que nos han de llevar al menos a otros 57 años más de nuestra carrera de “las amotos”. Buenos días…

martes, 8 de noviembre de 2016

La Coral del Milenario sigue cantando

Hace ya treinta años que la Coral del Milenario sigue dando lustre y calidad a La Bañeza, a pesar de que en sus primeros años, había gente que estaba intentando matarla.
Recuerdo su primer concierto en el entonces Círculo Mercantil y recuerdo taambién, como cierta gente, le pronosticaba poco tiempo de vida. Cada vez que marchaba uno de los que la iniciaron, por los motivos que fueran, enseguida comenzaban a murmurar de que la Coral se deshacia.
Gracias a Dios nunca se cumplieron las murmuraciones interesadas en incordiar y la Coral, después de treinta años sigue tan fuerte y más que cuando se fundó,
Han sido unos cuantos sus directores, pero con todos ellos la Coral ha ido mejorando y cumpliendo objetivos como el otoño Coral que se está celebrando, y ya son unos cuantos. De aquel primer director, Don Rogelio Garcia San Román, al que le sirvio la Coral para seguir preocupado por la música, a la que siempre le dedicó más tiempo que a su sacerdocio, con aquel gran concierto en la Plaza Toral, de Santiago de Compostela, al día de hoy han pasado 29 años y después de Don Rogelio la dirigió durante diez años Alberto González Anta, con el que yo comencé a seguir la coral de lleno, lo mismo aquí que en sus salidas, ya que siempre me pedían que fueramos mi mujer y yo con ellos.
El primer gran recuerdo que tengo, fue cuando la vi cantar en Ermua, que los bañezanos que allí trabajaban se empreñaron en hacer el día de La Bañeza en Euskadi y la coral cantó en el teatro de dicha ciudad vasca. Al día siguiente por la mañana, se trasladó a Durango, donde tuvo lugar un festival de corales vascas, en el que participaron veinte corales, unas de hombres solos y otras mixtas y al finalizar le fue entregada a la coral bañezana el título de coral amiga por la dirección de las corales  allí reunidas. Después la comida en la Plaza de Abastos de la localidad, que fue preparada por varias mujeres de nuestra coral y que resultó un exito enorme. Después la amistad entre todos los que allí comimos, vascos o bañezanos y la alcaldesa de Durango presidiendo el acto. Fue inenarrable ver a tantos coralistas de ambas zonas en amigable compañía y ver a varios directores, entre ellos Alberto, dirigir a distintos grupos envueltos y llenos de amigable afecto. la despedida que nos dieron fue apoteósica y hasta aparecieron las lágrimas de afecto y simpatía.
Fueron muchos años los que la seguí desde el año noventa hasta el dos mil seis, y fueron muchos años de recuerdos hermosos y llenos de amabilidad y afecto entre nuestra coral y las ciudades que fue vistando para cantar, invitada por otras corales, como la nuestra hacia con ellas cuando venian.
Han pasado treinta años, la última vez que la escuché cantar fue en la patrona de este año y me hizo recordar muchas vivencias alegres que mi esposa y yo pasamos con ella, aunque hubo directores de fuera, la mayoría han sido bañezanos, pues despues de Alberto, estuvo Maite y ahora Jairo y la Coral del Milenario sigue fuerte  llevando la alegría y la calidad vocal de La Bañeza allá por donde va. Tampoco se me olvidará el grandisimo concierto que dieron todas las corales juntas de Castilla y León en la catedral de Burgos. 1500 voces mixtas y cien blancas, cantando a duo en esa maravilla de eco de la Catedral burgalesa y a nuestra coral le dieron precisamente el sitio donde está enclavada la escalera dorada de Siloe. Eso fue algo inenarrable, aunque yo lo conté tanto en El Adelanto como en Diario de León, donde ocupó la reseña media página del diario leonés.
Gracias a todos, con mi recuerdo afectuoso para los que se han ido y mi abrazo de agradecimiento para los que aun viven aunque ya no canten

viernes, 4 de noviembre de 2016

Bernardo Bécares Hernández


José Cruz Cabo
A principios del año 1950, comencé a conocer al procurador Don Bernardo Bécares Hernández, en la entonces Cafetería La Marina, hoy Reloj, que llevaba el popular y famoso Kaluche, no el actual, Cuando en los años sesenta comenzó la televisión, recuerdo que le gustaban mucho dos cosas, los partidos de fútbol y los toros, ya que alguna vez participó en las capeas de las fiestas patronales. Con él aprendí muchas cosas y su conversación era siempre amena y salpicada de frases humorísticas. Comenzaba la distensión nacional con la hoy copa de Europa, y el Madrid ya salía al estranjero, incluido el Telón de acero y también la selección Nacional comenzaba a participar en partidos amistosos o de campeonato. Si estaba viendo un partido entre un equipo español, fuera el Madrid o la selección, y otro inglés, cuando los ingleses hacian una falta siempre soltaba esta frase: “Estos hijos de la Gran... Bretaña”. Recuerdo un día que se estaba hablando de almorranas y Bernardo soltó. “No me hables de almorranas, pues yo las tengo, externas, internas y medio pensionistas, como las chicas que estudian en las monjas”, Entonbces las Hermanas Carmelitas en su Colegio tenñian a niñas o jovencitas que eran de los pueblos y unas estaban internas, otras estaban en pensiones en la ciudad y otras solo iban a clase normal.
Recuerdo que siendo Luis Carnicero Alba presidente de La Bañeza Futbol Club y Bernardo estaba en la directiva, sería por el año 1966, cuando yo había comenzado con mi corresponsalía de la entonces “Radio Popular de Astorga, hoy Cope Astorga”, tuvimos que ir a realizar una entrevista a la emisora para que saliera en directo y Bernardo tenía como chofer oficial a Foetunato Aparicio, padre, llamado Tato. Las carreteras de entonces eran parte de brea y parte de tierra, aunque la carretera era la misma que hoy la Nacional VI. Cuando habíamos pasado Toral, ya en la recta que lleva a Riego, de repente se nos plantó un cartón en el parabrisas del coche y Tato tuvo que frenar, con el correspondiente susto, pues no sabiamos lo que era hasta que Luis se bajó del coche y quitó el cartón.
“Por esta mierda paras el coche Tato, pues vaya un susto que hemos llevado, pero lo bueno que tiene el ir contigo es que siempre consigues sorprenderme”. También fue concejal varios años del ayuntamiento y sobre todo era una persona trasnochadora. Hay una anecdota que se contaba, que una mañana estaban Felipe Perez, Bernardo Bécares y Pernas, paseando a las siete de la mañana por los soportales de la plaza mayor, donde está la Confitería de Imperiales Alonso y en esto pasó Don Francisco Viloria, que iba a decir la misa a la iglesia de Santa Maria y al cruzarse Don Francisco les dijo “Buenos dias” y los tres a duo contestaron. “Buenas Noches”, todavía no se habian ido a dormir.
Bernardo tuvo cuatro hijos, pero como en aquellos tiempos había que estar casado para evitar ir a la carcel por amancebamiento o bigamia, tuvo que esperar a la ley del divorcio para poder darle su apellido a los hijos que tuvo con su segunda esposa, que ya casi fue cuando estaba cerca de morir.
Pero la verdad es que fue un hombre que trabajó por la ciudad que le vio nacer, a través tanto de su profesión de procurador, como concejal de nuestro ayuntamiento y sobre todo en sociedad era un hombre amable, simpático y con salidas en la conversación que te hacian reir con ganas.

jueves, 27 de octubre de 2016

Anécdotas curiosas de Baeza


José Cruz Cabo
José Luis Baeza de Lafuente fue sin genero de dudas, el mejor y más original escritor que ha tenido nuestra ciudad, a lo largo de los tiempos. Con una memoria increíble y con una forma de escribir muy original, era al único de los que hemos escrito en El Adelanto, que le leían hasta los analfabetos. Muchas veces oi decir a la gente que no sabía leer o no podía, que preguntaban. “Esta semana El Adelanto trae algo de Baeza, si contestabas si, te decían leémelo, que me gustan mucho”
José Luis Baeza fue una persona de una inteligencia privilegiada: “un día en el Café Royal, estaba leyendo el diario Marca y los nombres de los que iban a participar en el TOUR, y entró Felipe Ribas y le dijo “hombre Baeza, que estás estudiando, José Luis le contestó: los nombres de los corredores que van a correr laVuelta a Francia y Felipe le dijo, total cuando acabes no vas a saber el nombre de la mayoría y José Luis le dijo: “Toma el periódico y yo te voy diciendo el nombre de los corredores como están ahí escritos”, Felipe cogió el periódico, José Luis le fue diciendo los nombres de los 120 corredores por orden y sin equivocarse ni en uno solo.
La lista de los Papas desde San Pedro, siguiendo la relación se sabía el nombre de todos y hasta el nombre verdadero con que nacieron y de las familias que eran. Los concilios de la iglesia te los recitaba por orden y explicando el año, el sitio y los que habían intervenido en él.
Siempre escribía en la imprenta y decía, “darme un papel”, cogía el bolígrafo y te redactaba el artículo sin tener que mirar el diccionario. Era un apasionado del cine y en el archivo del periódico están sus originales crónicas y siempre mantuvo que las dos mejores película que había visto era “La Diligencia de Jon Ford y Casablanca”.
Na había tema que se le atragantara, para él la literatura y escritura no tenia secretos y en el archivo del Adelanto se pueden ver sus crónicas de todo tipo. Cuando Vicente Piva fue concejal de cultura del ayuntamiento, consiguió editar a cuenta del municipio dos tomos con todos los escritos de Baeza y estuvo a punto de tenerlos que pagar él de su bolsillo. Pero se editaron y no se si habrá alguno ya en el ayuntamiento.
Toidos los Viernes Santo, se ponía de traje y corbata negros, porque era el día en que moría Jesús para redimirnos y él lo conmemoraba como si fuera alguien de su familia. Su adoración por la figura de Jesús y por su muerte de redención para todos, lo vivía como si fuera una cosa que estaba pasando ahora: “De donde vienes Baeza, vengo del cruce de Palacios, vi pasar cuatro trenes y ahora voy a los oficios porque se conmemora nuestra redención”
Un día en la imprenta actual, se tumbó en el suelo, Cadenas se asusta porque cree que se ha caído y según le dice “que te pasa Jose Luis, el le contesta con los ojos cerrados y las manos en el pecho, “A que estoy guapo de muerto”.
Baeza era así de imprevisto, siempre dijo que le gustaría morir el día de Todos los Santos y un coche le atropelló en la madrugada de ese día del año 1972 y nunca se supo quien lo mató. Pero indiscutiblemente ha sido con mucho, el mejor y más preparado escritor de nuestra ciudad. Si pueden hacerse con los dos tomos que editó el ayuntamiento, se quedarán pasmados de su sabiduría. 

miércoles, 26 de octubre de 2016

98.-La Prisión del Partido.-(2)

Construida de nueva planta, según el plano y la distribución de la Modelo de Madrid (inaugurada en 1877, en el inicio del proceso de modernización del sistema penitenciario español), dispone la flamante cárcel celular del partido judicial de La Bañeza de habitaciones para reclusos de ambos sexos, patio, jardines, escuelas, capilla y locutorios; cámaras independientes para los empleados, y (en la planta baja y a la izquierda) amplio local para juzgado de Primera Instancia, con sala de audiencia, despacho para el juez, sala de escribanía, salón de abogados, y cuarto de alguaciles. Contaba unos años después con 10 celdas individuales en la planta baja, otras 10 en el piso alto, y 12 en el sobrepiso destinadas a mujeres. Tras atravesar la puerta y el arco principal, a derecha e izquierda y dividiendo un pequeño patio se encontraban las viviendas ocupadas al principio por el director y subdirector (más tarde lo serían por los guardianes, encargados o carceleros); desde allí a través de unas grandes puertas de hierro y barrotes se accedía a “la ronda” que rodeaba la cárcel y era recorrida por los centinelas en sus horas de guardia (además de la que hacían en las garitas a ambos lados del portón de entrada). Entre la ronda y los muros exteriores se hallaba el patio en el que los presos paseaban o jugaban al frontón. Disponía además de un huerto que cultivaban los guardianes de la cárcel.
En el Boletín Oficial de la Provincia del 4 de junio de 1902 se anuncia la subasta el 22 de dicho mes, ante el alcalde Darío de Mata Rodríguez, para adjudicar las obras de colocación (“de seguridad y reparación”, se dice en el pliego y presupuesto de las mismas) de las rejas y cristales en la prisión por el importe de 1.052 pesetas, labor de la que se ocupará Melchor Lombó. Acabada en 1903 en sustitución de la antigua “casa de la cárcel” (en cuyo solar se levantará al poco la nueva Casa Consistorial), quedó asentada en el terreno que antes ocupaba la laguna formada por el antiguo reguero que desde el Barrio de los Bueyes bajaba por la calle del Carmen. Inaugurada en 1904, se constituye la Junta local de Prisiones del distrito, “para allegar recursos intelectuales y morales a fin de convertir las cárceles, hoy establecimientos de sufrimiento y castigo, en centros educativos de instrucción y moral”, de la que forma parte, entre otros, el párroco de Santa María, don Lorenzo Sierra y Mazo, y que cede al Estado la propiedad del edificio, aunque años después, en junio de 1924, la Inspección General de Prisiones “participa a la Junta del partido que S.M. el Rey se ha ser-vido aceptar la cárcel que ésta acordó cederle”.
En mayo de 1916 era Vigilante segundo interino Joaquín de la Huerga Carracedo, con el sueldo anual de 1.000 pesetas, y lo fue hasta julio de 1917 en que lo sustituyó, con el haber de 1.250 pesetas, Alejandro González Boisán. Mediado agosto promociona por antigüedad a la cárcel de Vélez (Málaga) Ricardo García, y a primeros de septiembre se posesiona Diego Vega del cargo de Jefe de la cárcel bañezana.
En septiembre de 1928 el Jefe de la prisión comunicaba al alcalde haberse dirigido a la Dirección General de Prisiones solicitando el arreglo de la cárcel, para que coadyuve el Ayuntamiento en la petición, a la vez que le reclama se construya una cocina. En cualquier caso, muy deteriorada debía de estar ya la prisión bañezana en 1931, por cuanto el 4 de marzo de aquel año la Comisión municipal permanente acuerda dirigirse a don Antonio Pérez Crespo, exdiputado a Cortes por el distrito, “para que se sirva gestionar la construcción del edificio cárcel en otro emplazamiento o bien reconstruirla en el actual”. En el inmediato solar del antiguo Teatro Municipal (cedido al ministerio de Instrucción Pública para la construcción en él del tan reclamado segundo Grupo Escolar) se había acordado el 29 de enero solicitar al ministro de Gracia y Justicia autorizara la nueva cons-rucción, intercambiando la titularidad de los terrenos (pretensión y gestiones que se consideraría de nuevo retomar, dada la persistencia de sus desperfectos e inconveniencias, en marzo de 1936).
Se solicitará el día 2 de septiembre de 1931 del ministro de Justicia que conceda al municipio bañezano el edificio de la Cárcel del Partido, una de las 310 (de las 407 existentes) que la flamante directora general de Prisiones, Victoria Kent, habría decidido el 13 de agosto clausurar (el personal pasaba a las prisiones provinciales; era oficial de Prisiones finalizando mayo Manuel Martínez García), y al Inspector provincial se pide el 28 poder disponer de alguna de sus dependencias en tanto se tramita y se resuelve la anterior solicitud, aunque el 11 del mismo mes se suprimían las cárceles de partido de La Bañeza, Riaño, La Vecilla, Villafranca y Valencia de Don Juan “por ale-jadas del ferrocarril y ser de escasa población penal”. El 20 de noviembre de aquel año la petición al mismo ministerio es que se repare la prisión, después de que el 14 de octubre se enterara a la Corporación de “la autorización provisional de usar el edificio que fue cárcel como Depósito Municipal”, en una de cuyas viviendas pedirá residir el Inspector de policía Álvaro Llanos Concejo a cambio de custodiar a los arrestados y detenidos allí depositados, y de que por esas fechas se sume la Corporación a la propuesta remitida desde tres ayuntamientos gerundenses de solicitar la reposición de esta y las demás prisiones de partido suprimidas, a lo que no se accedió, pues al menos la de La Bañeza sigue funcionando como Depósito Municipal de Presos y Detenidos en julio de 1936, bajo el mando hasta poco antes del Inspector de policía municipal (aunque del racionado y los socorros suministrados a los recluidos siguió haciéndose cargo la Prisión Provincial de León, de la cual dependía a estos efectos). Tampoco varió la situación cuando el 18 de noviembre se rectificaban en el ministe-rio anteriores decisiones resolviendo que la prisión de la villa coyantina y otras se reabran por la vieja fórmula de hacerse cargo los ayuntamientos del partido del 25 % de sus gastos generales, también retomada en La Bañeza, cuya alcaldía habrá de apremiar tantas veces a los del suyo al pago de las aportaciones carcelarias, a las que eran reacios, sino opuestos, muchos de ellos.
A finales de diciembre de 1931 es Manuel Fernández Raigada quien solicita se le permita residir con su familia en alquiler en el otro pabellón de la cárcel que nadie ocupa, ofreciendo la renta de 150 pesetas y encargarse de los trabajos de carpintería que precisen aquellas instalaciones. Como la labor de Álvaro Llanos en el Depósito no es compatible con su cargo de Policía municipal (a ambos se les permitirá desde mayo de 1932 el cultivo de la huerta contigua al edificio), se dispone que sea Manuel el vigilante mientras el establecimiento continúe cedido al Ayuntamiento bañezano, que recibe el 20 de septiembre de 1934 un requerimiento del Juez de Instrucción que cuestiona su seguridad para seguir siendo usado como tal, después de la fuga habida el día 18 del preso Miguel Jiménez Abad aprovechando que “por falta de obreros” no se habían reparado los destrozos causados en otra anterior evasión de presos (“una ventana abierta por haber serrado las rejas, así como el cerrojo de la puerta de la celda; agujereados los tabiques y rotos los cristales, por lo que la rotonda o vestíbulo quedó convertida en fácil escalera que comunica el patio con la galería central del primer piso”). Se emprende en brevísimo plazo la reparación de tanto desperfecto, ultimada ya seguramente cuando al poco comience el edificio a recibir a los abundantes presos que allí recalarán cuando se reprima la insurrección de octubre.
Se acordaba a finales de agosto de 1933 atender la solicitud de Manuel Fernández Raigada de turnar con Álvaro Llanos Concejo la vigilancia del Depósito de Presos y Detenidos, según las condiciones acordadas cuando a ambos se les permitió ocupar las respectivas viviendas anejas, que siguen ocupando. Se turnarán por meses, y se sustituirán entre sí cuando sea necesario. Por entonces, aún se desbordaba en ocasiones la plazoleta de la cárcel por el agua que seguía discurriendo por la calle del Carmen. Finalizando febrero de 1934 aprueba la Corporación bañezana la cuenta de 58 pesetas por tres mantas para el Depósito Municipal, atenciones que ahora corresponden al Ayunta-miento, acordándose solicitar de la Dirección General de Prisiones que las solventen desde allí, a lo que no debieron de avenirse, pues en mayo se abonaban nuevas cuentas, por mantas otra vez y por paja de maíz para los jergones.
Al rematar junio, coincidiendo con la fuga de tres penados que entonces se produce, se remitía un oficio al juez de Instrucción sobre la escasa vigilancia de aquella casona municipal y la necesidad de su reposición como Prisión de Partido, una pretensión a la que se responde desde Madrid a mediados de agosto que “se atenderá tan pronto como las circunstancias económicas lo permitan”, después de haber solicitado desde la alcaldía que en la confección de los próximos presupuestos generales se tenga en cuenta la situación de este Depósito. Al acabar octubre de 1934, lleno a rebosar de detenidos implicados en el movimiento revolucionario del inicio de aquel mes, desde el Consistorio se recordaba al ministerio de Justicia la necesidad de realizar en el mismo un extenso y concienzudo arreglo. Por las infames condiciones de la antigua Cárcel del Partido y por su carencia total de seguridad, que propiciaría varías fugas más (alguna repetida por el mismo recluido), al menos en febrero y en agosto, se continuaría reclamando a los responsables de Prisiones en 1935.
En 1936, en una distribución que se mantendría en el franquismo, existían prisiones centrales, para el cumplimiento de las penas de mayor duración; provinciales, para penas menores y presos preventivos, una en cada provincia; de partido o preventivas, ubicadas en las cabezas de partido judicial y dependientes de su Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, y los depósitos municipales, generalmente una habitación mal acondicionada en la propia Casa Consistorial prevista para retenciones de horas o de días (las comisarías de policía del Cuerpo de Investigación y Vigilancia contaban además con los correspondientes calabozos, lo mismo que los cuarteles de la Guardia Ci-vil). El Estado a través de la Dirección General de Prisiones del ministerio de Justicia gestionaba las prisiones centrales y desde 1922 también las provinciales y las de partido, que hasta entonces habían dependido de la administración local, mientras los depósitos municipales eran competencia de los ayuntamientos, aunque de los socorros de sus presos y detenidos se hacían cargo las prisiones provinciales, como venía sucediendo en el de La Bañeza, en el que en mayo de 1936 la vivienda que ya ha desalojado Álvaro Llanos pasa a ser ocupada por Eulogio García González (apodado “Bulona”, uno más de los numerosos bañezanos que después, en febrero de 1937, serían fusilados en León), que en contrapartida se suma a hacerse cargo, junto con Manuel Álvarez Raigada, de la
vigilancia y demás necesidades del Depósito y sus moradores, solventada la de alimentación proveyéndolos de una cantidad diaria (los aludidos socorros), que entonces era de 1,50 pesetas, con la que mercaban en el mismo o fuera su sustento, y el habitual abandono y deterioro no debió de corregirse en mucho (o no fue muy efectivo y duradero si se hizo) por cuanto se siguió denunciando en variadas ocasiones la ruina y las deficiencias de sus dependencias e instalaciones, a pesar de algunas mínimas correcciones emprendidas, y aún el 25 de agosto de 1936 el médico forense bañezano calificaba una vez más de deplorable el estado del Depósito, cuyas penosas condiciones soportaban ya y padecerían a lo largo de muchos años tantos hombres y mujeres injustamente condena-dos a reclusión por el franquismo como por el pasaron.

martes, 25 de octubre de 2016

La fiesta de Todos los Santos


José Cruz Cabo
El dia uno es la Fiesta de Todos los santos y yo que conozco el cementerio desde el año 1945, que daba miedo entrar en él no solo porque estaba desasistido, sino porque el enterrador daba más miedo que los muertos, aunque eran años de meter miedo con todo, lo mismo venía el del saco y te llevaba, que salían fantasmas hasta debajo de las piedras. Además en aquella época los sacerdotes este día de los santos iban rezando los responsos de sepultura en sepultura y comenzaban a las tres de la tarde y terminaban cuando ya era de noche, por lo que los jóvenes y sobre todo las jóvenes salíamos  a toda carrera nada más que nos rezaban el responso en las sepulturas de nuestros familiares. En el caso de mi familia el responso en la sepultura de mis abuelos maternos y de mi madre, solía caer sobre las seis y cuarto de la tarde, cuando estaba comenzando a anochecer.
Los sacerdotes de entonces, al ir de sepultura en sepultura, en unas estaban mucho tiempo, porque cada poco les daban dinero y en otras pasaban casi de largo, porque solo la bendecían y no se paraban en ella al no haber familiares esperando. Esto viene a cuento porque aquel cementerio y sus alrededores no se parecen en nada a lo actual. Antes las sendas de comunicación estaban llenas de barro y rastrojos y ahora todos los caminos están asfaltados y uno puede ir las veces que quiera al año sin mancharse los zapatos. Todo está urbanizado, lo mismo el aparcamiento para los coches que el deambular por los caminos de dentro del cementerio. Todo está impecable y eso costó mucho hasta llegar a la actualidad. Fueron años de arreglos, de cambios de sepultureros, de que los ayuntamientos se preocuparan de adecentarlo, tanto por dentro como por fuera. Ahora tenemos un cementerio que llama la atención, porque además el ayuntamiento desde hace unos pocos años solo hace que adecentarlo y mejorarlo, aunque creemos que dentro de poco tendrá que ampliarlo. El primer alcalde que inició las reformas fue precisamente Leandro Sarmiento Fidalgo, que se puso en contacto con Julio Valderas Arconada e hicieron una permuta de fincas, Julio tenía una pegando al cementerio y la cambió con el ayuntamiento por otra de propiedad municipal, y a partir de ahi comenzó el cementerio a mejorar  en su aspecto interno, que hasta entonces metía miedo si andabas cerca de el de noche.

lunes, 24 de octubre de 2016

Desayuno con… la estación y el tren‏

Félix Asension
Cae la tarde y anochece con el frío habitual de un enero leonés. La niebla meona característica del momento y el lugar, pone el ingrediente de intriga sobre el andén semivacío de la estación del ferrocarril. Un niño con apenas 11 años espera que, por algún lugar entre la penumbra, llegue el tren con sus característicos resoplidos y envuelto en vapor. Ya aparece, rechinando los frenos sobre la vía, la imponente locomotora alimentada con carbón. Año 1965. Fue el primer adiós. Con aquel tren a punto de arrancar entre alaridos de la vieja máquina y el humo de sus calderas que lo envolvía todo, el niño partía hacia un destino desconocido, el internado de Fuenterrabía. Se alejaba por primera vez del pueblo que lo vio nacer, de sus amigos del barrio, de sus compañeros de las escuelas Villa, del calor de su familia, de las tardes de domingo en la plaza mayor, donde correteaba mientras sonaban desde lo alto del templete los acordes de la banda de música, sabiamente dirigida por D. Joaquín Celada.
Estas líneas que anteceden, bien pudieran encontrarse en algún relato ya escrito anteriormente. Posiblemente novelado por una pluma más avezada, sin la concreción del territorio, La Bañeza o la referencia específica del niño que la protagoniza.




Cada vez que la vida me ha situado al borde de un andén de estación o en la terminal de un aeropuerto, demasiados, siempre me ha abordado el recuerdo de aquella primera vez. Pareciera que el reloj del tiempo se hubiera parado. La misma sensación de prisa, la misma actividad frenética de los que se van para llegar a tiempo de partir. En contraste con los sentimientos de los que quedan sobre el anden o la terminal. Miradas perdidas, algunas mejillas humedecidas mientras apenas pueden decir adiós. Un poco más allá, otros esperan la salida hacia su destino. Gentes que ni se miran ni se conocen, reunidos en un mismo espacio con la mente puesta en otro lugar. Quizá el que dejan o quizá aquel al que esperan llegar. Una amalgama de expresiones que afloran en sus miradas directamente relacionadas con los sentimientos que viven en su interior. Siempre he sentido la sensación de soledad y de frío interior en estos lugares impersonales, sobre los que quedan tantos momentos indescifrables.



Ayer sábado, volví a pisar las vías abandonadas y lo que queda de los andenes de aquella estación del tren. Han pasado muchos años y tantas cosas desde aquel difuminado enero del 65, que, en el silencio de esta mañana soleada, me parece escuchar el trajín de otro tiempo, de otra época. Cuando con la llegada de algún tren, era frecuente ver poblarse el andén de lugareños cargados con sus enseres y productos para vender en la feria semanal. O simplemente con el serillo vacío, al que incorporar las necesidades que cada uno pudiera soportar con los bolsillos de entonces, casi siempre vacíos de moneda practicable. Un poco más allá, la zona de vías muertas sobre la que yacen esqueletos callados de vagones, a la espera de ser descargados por algún bracero, urgido de poder ganarse el pan para sus hijos, al menos, ese día. Una época en la que lamentablemente siempre hubo más braceros que mercancía a trajinar. Sin subsidios de supervivencia ni otras cuitas a las que acogerse. A brazo partido, nunca mejor dicho, contra la adversidad y las circunstancias de cada uno y del momento que les toco vivir.
La estación del tren, la nuestra,  no solo era un lugar de ir y venir de viajeros, estudiantes y paisanos. También era un entorno en el que otras vivencias y experiencias tenían su discurrir diario. Los propios empleados, algunos residentes en la vivienda de la parte superior del edificio. La expedición y recogida de pequeñas mercancías. El correo con el que llegarían las ansiadas cartas de los ausentes, algunas de ardorosos sentimientos. Otras simplemente traían noticias de algún conocido o familiar en destinos lejanos. ¿Quién no recuerda temblarle la mano y sentir que el pecho se le rompía, mientras apenas acertaba a abrir el sobre que las contenía? Aquellas cartas que eran toda la comunicación existente entraban y salían por la estación del tren. Al otro costado, el jardinillo, pulmón verde de árboles eternos, testigos callados de tantos encuentros de intimidad juvenil o no tanto, al amparo de miradas indiscretas, entre el silencio roto por los besos salados de tantas despedidas, de tantos adioses…buenos días