jueves, 21 de mayo de 2015

Hasta siempre amigo Cascallana


José Cruz Cabo
Me ha cogido tu muerte amigo Victorino Fernández Cascallana, un poco de sorpresa, pues hacia tiempo que no nos veiamos, pero no pensaba que era por enfermedad.
Fuiste siempre un amigo complaciente, agradable, sencillo y de muy buen humor, aunque por dentro estuvieras rabiando cuando algo no te gustaba.
Nos conocimos siendo tu Director del Colegio San José de Calasanz y yo tuve que ir a preguntarte por algo del Colegio para El Adelanto, y a partir de aquí, comenzó una amistad que duró mientras te encontraba por la calle o en Radio Bañeza, donde como en El Adelanto, mientras yo fui subdirector, me entregabas artículos que disfutábamos a lo grande, porque además de calidad y frescura, lo contabas con gracia y simpatía. Cuando hacías los comentarios en Radio Bañeza, además de gracia tenían una profundidad y una sabiduría extraordinarias, yo estaba siempre atento a las emisiones tuyas, porque siempre aprendía algo nuevo y bueno.
Fuiste uun gran corvillo en el entierro de las sardinas, ya que iniciaste esta figura cuando se volvió a realizar como final de los carnavales, tus coplas eran elegantes y de finísima ironía y estuviste dando el callo unos cuantos años.
Pero también tengo que destacar, nuestras conversaciones en la calle, acompañado de tu esposa Lorenza, y lo bien que nos lo pasábamos contigo y con ella, pues erais una pareja admirable y siempre, como los muchos chavales que desasnasteis, como tu decías, las charlas no podian ser más simpáticas y entrañables.
La verdad es que fuiste muy grande en tu estatura moral y siempre tenías la sonrisa en los labios y la palabra justa para los amigos que te tratamos y que ahora sentimos tu vacio.
Gracias Victorino por lo mucho que nos diste y espero que en el más allá nos podamos ver algun día. A tu esposa Lorenza, a tus hijos y nietos, les envio mi más profundo dolor, uniéndome al que ellos siente por tu marcha, y esperando que ahora seas feliz para siempre.

martes, 12 de mayo de 2015

El primer slogan que tuvo La Bañeza


José Cruz Cabo
Hace mas 30 años, yo entonces trabajaba en Gráficas Nino, que estaba en la Plaza Mayor y lo regía Saturnino Cabo Nino. Y una tarde entró Felipe de la Patrona Gutiérrez, y nos dijo a los que allí trabajábamos, que quería que le hiciéramos un letrero para el coche, con una frase que definiera nuestra ciudad, ya que él viajaba mucho entonces y quería que la gente supiera que era de La Bañeza y la fuera conociendo. En cuanto me deis uno que me guste lo imprimis y me dais media docena de dicho lema.
Yo me puse a pensar, y al día siguiente volvió Felipe con el mismo motivo y le dije, “Mira yo he pensado en este, no se si te gustará” y le espeté “La Bañeza, ciudad de la alegría y la belleza”.
Felipe contestó “me gusta mucho, así que en vez de media docena me haceis la docena entera, porque se lo voy a regalar a otros bañezanos que también viajan mucho”.

Este slogan me salió porque siempre en los escritos de Don José Marcos de Segovia, entonces además de secretario del ayuntamiento, era el cronista oficial de La Bañeza, salía belleza y alegría en  algunos de ellos y como aquí, belleza teníamos en el paisaje, entonces mucha más que ahora, porque había muchas menos casas, y alegría porque los carnavales y las fiestas de todo tipo, como las romerías de San Antón, de San Blas, el Domingo de Lázaro y el lunes del pimiento, así como las fiestas patronales, en la ciudad no faltaba alegría y eso me hizo juntar ambas palabras para definir los encantos de nuestra ciudad. Con el tiempo se quedó en “La Bañeza alegría y belleza”, porque era más corto y con el paso de los años y los gustos de los que gobiernan, se fueron inclinando a otro tipo de mensajes que todos ellos reflejan aspectos positivos de nuestra ciudad más acordes con los tiempos y la gastronomía actual. Pero quiero dejar claro que la primera persona que se interesó por llevar un lema de la ciudad que le vio nacer, en el coche suyo, fue Felipe de la Patrona Gutiérrez, que además de monaguillo pillo, de los años cuarenta, fue un gran trabajador y empresario, que sentía nuestra ciudad con enorme pasión y, gracias a Dios la sigue sintiendo en el corazón.

viernes, 8 de mayo de 2015

La Fiesta de San Juan ante la puerta latina

José Cruz Cabo
San Juan que lo intentaron hervir los romanos ante la puerta latina, era el patrono y abogado de los tipógrafos o impresores y hace años, en nuestra ciudad, se celebraba con gran alegría de los muchos trabajadores imprenteros que eramos en los años cincuenta y primeros sesenta.
Para celebrar la fiesta se pusieron de acuerdo los dueños de las dos imprentas que había en aquellos años cincuenta, José Marcos de Segovia y Rafael Cabo Valenciano.
El día seis nos reuniamos los casi treinta imprentistas que trabajábamos con los tipos y los componedores y cogíamos un garrafón vacio y marchábamos a la bodega de Don José Marcos y lo lenábamos de vino y se lo dábamos al dueño del restaurante donde ibamos a comer, comenzamos en la taberna de Delgado y después pasamos a celebrarlas en el Tunel, donde la hicimos unos cuantos años.  Eran los tiempos en que la amistad y la camaradería podían con las cuentas bancarias y los resultados empresariales. Ese día era una jornada para disfrutar juntos los dueños o propietarios de las imprentas y todos los trabajadores que eramos entonces. Entre las dos casi una trintena, pues también se unián a ella los tipógrafos jubilados y los hijos de Don José José María y Paco Marcos.
A eso de las dos de la tarde nos juntábamos, después de visitar los bares tradicionales, en el Restaurante donde comiamos, la comida y la tertulia posterior solía durar entre bromas, la fotografía y la charla hasta bien entrada la tarde.
En Gráficas Rafael, con el dueño al frente, Rafael Cabo, en los años cincuenta trabájabamos, Luis Cadenas, Pepito Carrascal, Celedonio Pozuelo, Saturnino Cabo, un servidor, Bacalila, Juan Alvarez, Gerardo Núñez, Juan Cabo y con nosotros, disfrutaba de la fiesta el señor Sierra, que estaba jubilado y había sido el maestro de Cadenas, ya que Pepito Carrascal había aprendido el oficio con su tio Ramón en la imprenta de Doña Encarna, pero después pasó a la de Doña Jacinta, que cogió el traspaso mi tio Rafael, también solia ir Enrique Alonso, como escritor y el gran escritor bañezano José Luis Baeza y Juan Beitia, un colaborador de El Adelanto de los años cincuenta. También algun año se sumó Angel Nistal porque tenía una librería.
En la de don José Marcos trabajaban Mateo Santos, Luis Mantecón, José Luis Rancho, Maximino el Navarrín, Diego de la Mata, su hermano Rafael, Faustino Raigada y alguno más que no recuerdo. Luego la imprenta fue traspasada a Alberto Mijares y cuando los años sesenta comenzaron a marcharse tipógrafos para otras ciudades y capitales, la fiesta dejó de celebrarse. Fueron unos años de mucha camaradería entre los patronos y los trabjadores de ambas imprentas y con motivo del seis de mayo me recordó Manolo Carro la fiesta, y se me ocurrió dejar constancia de que durante varios años se celebró en amistad y camaradería entres los patronos y empleados de las dos imprentas existentes entonces en nuestra ciudad.