viernes, 31 de enero de 2014

Los tiempos que se fueron


José Cruz Cabo
Todavía recuerdo como si fuera hoy, cuando las tropas, que al final le dieron el triunfo a Franco, entraron en nuestra ciudad, el 19 de junio de 1936. Estábamos jugando los niños por la tarde en la Calle Padre Miguélez, donde vivía con  mis padres y mi hermano Manuel, y las vecinas sentadas al fresco de la tarde, charlando y cosiendo o haciendo punto o ganchillo, cuando de repente vimos aparecer a los militares simultáneamente, con el fusil apuntando a la gente, unos por la boca de la calle que da a la Plaza Mayor, y otros por la boca que da a la Plaza Obispo Alcolea. Todos desaparecimos de la calle y entramos cada uno para nuestras casas. Mi madre estaba muy asustada porque mi padre Manolillo, como le llamaban por ser andaluz, tenía que entrar de cabo de serenos a las diez de la noche y tenía miedo que le pasara algo.
Por la mañana del día siguiente, mi padre volvió a casa, como siempre y nada le ocurrió ya que siguió siendo el cabo de serenos hasta octubre de 1938, que marchó de La Bañeza a trabajar a Puerto de Béjar, con su oficio de siempre, que era la tonelería, mi madre en febrero del 38, se murió y nos dejó huérfanos, y eso fue lo que hizo que mi padre y mi hermano y yo, marcharamos de La Bañeza.
Otra de las cosas que recuerdo de aquella época es que unos días antes de estallar la guerra civil, hubo una aurora boreal, el cielo se puso totalmente rojo y la gente decía “qué desgracia nos ocurrirá”, ya que entonces no se conocía lo que era una aurora boreal. No creo que tuviera nada que ver, pero a los pocos días estalló esta nefasta guerra civil.
Aquellos eran tiempos de estrechez, pero de mucho compañerismo. En el verano la gente, lo mismo en los barrios que en las calles céntricas, salía con sus cenas a la calle, se sentaban  en corro y mientras degustaban la cena, se formaban grandes tertulias entre los vecinos más cercanos, dado que no había ni televisiones ni aparatos de radio, y los periódicos casi nadie los compraba, a no ser la gente rica, porque los obreros bastante tenían con ganar para mantener a la familia, con grandes estrecheces. El rey de la posguerra fue el estraperlo
Las casas no tenían aguas corrientes y había que salir a las bombas que tenía el ayuntamiento, para llenar los cántaros en las fuentes públicas, para hacer las comidas y tener para beber. La Bañeza tenía luz cuando los avatares del tiempo, bien por tormentas o por viento, tiraban algún poste o varios, y había que reponerlos y enlazar los cables, lo que podía suponer unos días usando velas, hasta que se arreglaba la avería, por lo que se iba a la cama pronto para no gastar velas.
No había pilas, ni lavadoras, para lavar en casa y el lavado de la ropa, las mujeres lo tenían que hacer, bien en el rio o en los muchos regueros que entonces pasaban por diversas calles de la ciudad, o hacerlo en el alberque, una especie de lavadero con tejado, que había en la entonces calle de la alberca, hoy Antonio Bordas, camino de la Azucarera, que desapareció, ya que hacía años que no se usaba, cuando se hizo la casa de varios pisos, a la izquieda de la entrada a dicha calle. 
    Tampoco había servicios en las casas y por las noches, la gente que tenía dinero, vaciaban los orines y excrementos en un cubo grande. Personas que se ganaban un dinero, iban por las casas de los señorones y llevaban las inmundicias a sitios determinados que ellos preparaban para vaciarlos. Los que no podían, que eran la mayoria de los ciudadanos, tenían que hacer sus necesidades al aire libre y por las noches en los orinales y luego de mañana tirarlos donde cuadraba. En cualquier  recodo de una calle, solía haber de todo, ya que la gente hacía sus necesidades menores y mayores, en donde le cogía la necesidad y nadie se asustaba. La limpieza de los excrementos se hacía con una piedra o algún papel que el viento trajera. El año 1948, en este mes de febrero se inauguraron las aguas y ya  comenzaron a ponerse servicios en las casas, y una pila detrás de la puerta de entrada para poder lavar sin tener que ir al rio o al reguero. Concretamente yo no tuve water hasta el año 1955 y para eso en un patio, para los cuatro familias de vecinos. Ya en 1960, que cambié de casa, tenía el servicio y el lavabo dentro de la vivienda y hasta el año 1965, que volví a mudarme de domicilio, no tuve servicio completo en el piso, ya con ducha y demás complementos, y hasta 1987, no tuve un completo cuarto de baño, y todos los servicios que hay en una casa, por modesta que sea. 
La vida da muchas vueltas y la sociedad cambia con los tiempos.

lunes, 20 de enero de 2014

Felicidades Toño Odón Alonso Ramos


José Cruz Cabo
He sentido una gran alegría al conocer la noticia de que el título de bañezano del año 2013, haya recaido en mi entrañable amigo Antonio Odón Alonso Ramos, ya que Toño es un enamorado de la cultura y de su ciudad natal La Bañeza, por la que se ha desvivido desde que nació.
Este galardón tan merecido, me lleva a los recuerdos de la niñez de Antonio Odón, cuando yo le conocí en el Bar de la Marina, ya que sus padres Odón y Sinda, lo llevaban desde pequeño a pasar unas horas, después de cenar, a dicho bar cuando lo tenía Kaluche, su fundador y después Gabino. Era una alegría y una satisfacción, ver a Toño con su lapiz y su cuaderno dibujando mientras sus padres veían la televisión o jugaban una partida. El llegaba al bar, sacaba los elementos para dibujar y sin dar ni pizca de guerra, solo se dedicaba a pintar y realizar dibujos.
Después, por oposición, entró en las oficinas del ayuntamiento, y allí fue escalando peldaños con su sabiduria, su humanidad y su bien hacer, hasta convertirse en técnico de cultura. Pero Toño Odón es mucho más que eso, ya que su amor por las artes le ha llevado a ser pintor, músico, compositor, cantante y aun le ha sobrado tiempo para hacer la carrera de Historia, de la que actualmente está haciendo la tesis para convertirse en doctor en dicha materia.
Han sido muchas las veces que he tenido que ir al ayuntamiento por noticias, o a que me facilitara datos sobre algunas cosas, mientras hice de escribidor, y siempre me atendía con su habitual sonrisa y au amabilidad para atender a la gente.
Lo he visto crecer, lo he visto dibujar y pintar, lo he escuchado cantar muchas veces y sobre todo he podido comprobar su absoluta dedicación a todas las facetas culturales de la ciudad, nada que se le haya pedido ha sido denegado por él, siempre ha estado, y está, espero que todavía por muchos años, al servicio de la ciudad que le vió nacer, y al servicio de todos los bañezanos que le hayan pedido alguna clase de colaboración, ya que se brinda a ayudar a todo el que necesita de sus maravillosas cualidades artísticas.
Además es un carnavalero de toda la vida, y su simpatía, alegría y buen hacer, le hacen mucho más popular entre sus convecinos, Nadie que le pide algo ha recibido nunca una negativa, siempre ha estado dispuesto a colaborar con todo el que se lo pide.
Además, el libro que le editó la fundación Conrado Blanco y le imprimió la editorial bañezana, Monte Riego, deja bien claro el cariño que le tiene a su ciudad, la inmensa colaboración que ha realizado para todas las clases de asociaciones o particulares que le han solicitadio algo y, sobre todo, es una crónica real de treinta años de la vida en nuestra ciudad. 
Además en ese libro, se pone de manifiesto, la cantidad de amigos que tiene, y lo que ha representado su trabajo para La Bañeza, pues en él se pueden leer artículos de muchísima gente, algunos de autoridades muy importantes y de fuera de nuestra ciudad, ya que son doscientas personas que han expresado en dicho libro su opinión sobre su obra cartelística, que es inmensa y maravillosamente bella y que sigue aumentado todos los años con las muchas peticiones que le hacen tanto a nivel institucional, como para las asociaciones, clubes, peñas y toda clase de gentes que le pide algo. Siempre está dispuesto a colaborar con todo.
Creo que nuestro viejo semanario, “El Adelanto Bañezano”, ha dado de lleno en el clavo, con esta distinción que Antonio Odón Alonso Ramos ha merecido ampliamente, y que espero que sea una de las muchas que obtenga en su vida. Enhorabuena Toño y disfruta con ella. 

domingo, 19 de enero de 2014

24.- El crimen de Pepe Aparicio. Navianos de la Vega. 1935.-


Del libro “LOS PROLEGÓMENOS DE LA TRAGEDIA” (Historia menuda y minuciosa de las gentes de las Tierras Bañezanas – Valduerna, Valdería, vegas del Tuerto y el Jamuz, La Cabrera, el Páramo y la Ribera del Órbigo- y de otras localidades provinciales -León y Astorga- de 1808 a 1936), recientemente publicado en Ediciones del Lobo Sapiens por José Cabañas González.
(+ info en www.jiminiegos36.com)
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Se dieron a veces en nuestra tierra a lo largo de los años situaciones y altercados que ocuparon los anales de la justicia y la crónica de sucesos de diversas épocas, incluidos los pliegos de cordel, los romances de ciego y las coplas, en alguna de las cuales, como la que narra el Nuevo y lastimoso crimen cometido por Pepe Aparicio, dando muerte a Lorenzo Carrera el día 15 de mayo de 1935 en Navianos de la Vega, ya se adelantaban las técnicas de captación y fidelización de las audiencias, pues se divide la copla y el relato en dos partes publicadas aquel año por F.F.F. en Imprenta La Comercial de La Bañeza, y en tres a veces, como en la que Mariano Rúa González refiere el jocoso embromado urdido en enero de 1925 en la ciudad a cuenta de un billete de lotería (con el número 33.512) falsamente premiado el día 21, según se avisó por un telefonema que hizo que algunos …señores / de esta comparsa agraciada / los que creímos ser ricos / y nos quedamos sin nada….

En cuanto a lo que narraba la otra copla, el día 15 de mayo por la tarde, en Navianos de la Vega se acometían en una reyerta los convecinos Lorenzo Carrera Vecino, presidente de la Junta administrativa del pueblo, y José Aparicio Pérez, de 26 años, resultando ambos heridos, gravemente el primero. Tenían resentimientos políticos entre ellos y estaban enemistados porque la Junta vecinal había impuesto al padre del segundo una multa por negarse a asistir a las hacenderas del pueblo, además de andar en desavenencias relacionadas con acusaciones mutuas de apropiarse tierras del común de los vecinos, y cuando José regresaba de un molino en el contiguo pueblo de Quintana se encontraron, insultándose, y disparando Lorenzo varias veces una pistola sobre aquél, con la que no hizo blanco, y no siguió disparando por habérsele encasquillado el arma, lo que aprovechó el contrario abalanzándose sobre él con una navaja cabritera con la que le asestó varias puñaladas en el vientre y un costado, por las que falleció poco después. El agresor quedó a disposición del juzgado, aunque no fue detenido por encontrarse enfermo. La madre de la víctima, al ver a su hijo en semejante estado se afligió de tal manera que sufrió un ataque al corazón que puso también fin a su vida. El juicio por aquellos hechos, calificados de homicidio, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de arma corta de fuego (una pistola automática de la marca Lookingglas y calibre 7,65), y que con los del trágico y lastimoso fallecimiento de la madre de Lorenzo serían cantados y difundidos en la comarca en coplas de ciego, se vería en la Audiencia Provincial los días 15 y 16 de noviembre de 1935, con el resultado de salir absuelto el procesado con todos los pronunciamientos favorables. 

23.- Las ferias de ganado en el nuevo mercado bañezano.-


Del libro “LOS PROLEGÓMENOS DE LA TRAGEDIA” (Historia menuda y minuciosa de las gentes de las Tierras Bañezanas – Valduerna, Valdería, vegas del Tuerto y el Jamuz, La Cabrera, el Páramo y la Ribera del Órbigo- y de otras localidades provinciales -León y Astorga- de 1808 a 1936), recientemente publicado en Ediciones del Lobo Sapiens por José Cabañas González.
(+ info en www.jiminiegos36.com)
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Acordaba el pleno de la corporación municipal bañezana (la gestora que regía el ayuntamiento desde primeros de octubre del año anterior) del día 13 de febrero de 1935 la conveniencia de celebrar mercados de ganado lanar y cabrío, y se establecen tres ferias anuales en las fechas del 27 de enero, 6 de mayo y 24 de noviembre, con duración de tres días en cada caso, creando una comisión de concejales que se ocuparán de organizarlas.
Se anunciaban al finalizar el mes de abril las primeras de aquellas ferias a celebrar en La Bañeza los días 6, 7 y 8 del próximo mayo, con las que se inaugurará el nuevo y magnífico mercado de ganados: “Grandes muestras de ejemplares caballar, mular, vacuno, de cerda y lanar. El ganado que concurra estará libre de todo impuesto. Se adjudicarán grandes premios a las mejores cabezas”. Resultarían extraordinariamente concurridas (y vistosas: se concedía una gratificación de 150 pesetas a la Banda de Música por su intervención aquellos días), efectuándose bastantes transacciones, contando con el simpático detalle de que los bañezanos asistentes cedieron a los forasteros el derecho a los premios que les pudieran corresponder, el primero de los cuales (150 pesetas) se adjudicó en ganado lanar a Félix Murciego Fernández (pudiente labrador, además de alfarero, de Jiménez de Jamuz) por un lote de 40 ovejas y 30 cancinas. 
Antiguo mercado de ganados en la calle de Romero Robledo.
A finales de julio de aquel mismo año 1935 se resolvía celebrar el concurso para contratar la construcción de dos cobertizos y una portalina en la nueva plaza del ganado, en la que se añadirá (se decide el 11 de noviembre) antes de las ferias de finales de aquel mes un muelle para la carga y descarga de cerdos y una caseta para la inspección veterinaria y la administración de arbitrios (si el coste de la casilla no excediere de 1.000 pesetas). De edificar los pabellones y portalinas (ya finalizados a la altura del 20 de noviembre) se ocuparía el contratista de obras bañezano Francisco Alonso Fernández, y se acordará el 11 de diciembre “que se construyan cuatro puertas para el acceso a la plaza en los cuatro extremos ya señalados”. Ya el 19 de septiembre la corporación había encargado al concejal Servando Juárez Prieto que “se ocupe de organizar las próximas ferias (las del 24 de noviembre) lo mejor que se pueda”, en aquella ciudad que seguía siendo en el noroeste peninsular importante cruce de caminos y productivo asentamiento de mercados. 
El 14 de enero de 1936 se divulgaban una vez más las grandes ferias de ganado, caballar, mular, vacuno, de cerda y lanar, los días 27, 28 y 29 de enero en La Bañeza, las primeras que desde su instauración se realizarían en invierno, y el día siguiente la Unión de Productores Agrícolas Leoneses convocaba a los labradores y exportadores de alubias de la provincia a la gran asamblea que el domingo 19 se celebrará en la ciudad bañezana.
A la comisión de Mercados de la gestora municipal frentepopulista nombrada por el gobernador civil dos días antes se otorgaba el 15 de abril de 1936 un voto de confianza para que resuelva lo procedente para la celebración de la próxima feria de ganados, una de las tres que se realizan en el año, los días 6, 7 y 8 de mayo, la única que aquella gestora tendría ocasión de organizar y que al poco se anunciaba, señalando que, como en las anteriores, estarán libres de todo impuesto las reses que concurran. 

22.- La chispa del ferretero y otras anécdotas bañezanas de los comicios generales de 1933.-


Del libro LOS PROLEGÓMENOS DE LA TRAGEDIA (Historia menuda y minuciosa de las gentes de las Tierras Bañezanas – Valduerna, Valdería, vegas del Tuerto y el Jamuz, La Cabrera, el Páramo y la Ribera del Órbigo- y de otras de la provincia de 1808 a 1936), recientemente publicado en Ediciones del Lobo Sapiens por José Cabañas González.
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Se publicaba en El Adelanto el día 4 de noviembre de 1933 la composición de las mesas electorales de los comicios generales del próximo día 19 en los dos distritos de La Bañeza y sus respectivas secciones, de las que formaban parte, entre otros, el sacerdote José Víctor Rodríguez Blanco, Gaspar y Víctor Marqués Pérez, Sofía Alija Fernández, Ricardo Álvarez Acedo, Balbino Nistal Fernández, Hipólita Carbajal Sánchez, Melchor Lombó Pollán, Julia Cabañas Martínez, Arturo Cabo Moro, y Elisa Carnicero Fernández. Componían el censo electoral en la ciudad 2.348 electores, 1.220 hombres y 1.128 mujeres, mayores todos de 23 años. 
En su número del día 12 alardea el semanario católico bañezano de que las derechas hacen propaganda electoral por los medios más modernos, la radio y el avión, “algo nunca visto en España y que la iguala a los países más cultos y adelantados como Estados Unidos y Alemania”. Cuando el día 9 el gobierno la prohíba mientras dura el periodo electoral (excepto por la radio para los discursos en los actos públicos autorizados) Acción Popular habrá gastado mil kilómetros de papel en pasquines y 50 millones de octavillas (cuatro millones por día venían repartiendo y arrojando los aviones), lo que suponía 750 duros diarios en reclamos, aunque desde sus páginas se dirá el 9 de diciembre que “las derechas casi no hicieron propaganda en La Bañeza, excepto las gestiones hechas desde el comité local de Acción Femenina y la intensa campaña de El Adelanto (que ha sido insuficiente), añadiendo que se echa de menos la organización efectiva de las derechas bañezanas, y se las llama una vez más a organizarse, “pues de no hacerlo sus intereses estarán a merced de gentes ignorantes y mangoneadas por la política perturbadora de la Casa del Pueblo”, cuya nueva sede se había inaugurado, por cierto, unos meses antes.
Las agresivas y modernas propagandas de la CEDA habían contado con cuantiosas donaciones de potentados que querían acabar con lo realizado en los dos años anteriores, como las del banquero Juan March, millonario y reconocido antirrepublicano. Las izquierdas, al menos las bañezanas que se acogían en aquella Casa del Pueblo, debieron de gozar de menores medios, y más tradicionales y artesanos (la brocha y el bote de pintura), a juzgar por lo que el mismo semanario narrará el día 25 de noviembre en un suelto que titula “Los hay con chispa”, según el cual, en la fachada de un comercio de ferretería, pusieron “votad a los socialistas” y debajo una hoz y un martillo. Por la mañana, sin inmutarse, el comerciante añadió un “No”, con lo que se leía “No votad a los socialistas”, y debajo de la hoz y el martillo añadió “Ferretería”. Ilustra además la publicación católica independiente de algunas otras anécdotas electorales sucedidas en La Bañeza cuando las votaciones: una mujer que se presentó a votar por otra, que resultó ser la presidenta de la mesa; una más que dijo ser quien no era, y fue desenmascarada por una integrante del colegio electoral, o un hombre que no consiguió su pretensión de colar una docena de papeletas en la urna, manejos fraudulentos y caciquiles tradicionales y presentes todavía en variados lugares en aquellas elecciones y también en otras posteriores. 
Nada indica la católica publicación bañezana sobre quién de los siete que según el anuario de 1928 regentaban en la ciudad ferreterías (Liberto Díez Pardo, Eumenio Fernández Alonso, Julián Fernández de la Poza, Benigno Isla Carracedo, Pedro López, José Ramos Pérez, y Francisco Ruiz García) pudiera haber sido aquel sereno y gracioso ferretero. 
Mujeres votando en las elecciones del 19 de noviembre de 1933.

21.-Las mujeres de Acción Femenina Leonesa en La Bañeza.-



Del libro LOS PROLEGÓMENOS DE LA TRAGEDIA (Historia menuda y minuciosa de las gentes de las Tierras Bañezanas – Valduerna, Valdería, vegas del Tuerto y el Jamuz, La Cabrera, el Páramo y la Ribera del Órbigo- y de otras de la provincia de 1808 a 1936), recientemente publicado en Ediciones del Lobo Sapiens por José Cabañas González.
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El primero de diciembre de 1931 se crea la agrupación de Acción Agraria Leonesa (un nuevo partido surgido de la unión de la previa Acción Nacional formada en León con otros elementos agrarios de la capital. También se forma Acción Femenina Leonesa, “para ayudar a Acción Nacional y para fundirse en ella, aunque autonómicamente” (sic).
Comenzaban a primeros de enero de 1932 los actos de propaganda de Acción Agraria Leonesa (“agrupación de las legítimas derechas leonesas tanto tiempo esperada y que recoge los sentimientos y las aspiraciones de los labradores, desde sus intereses de clase hasta sus ideales católicos”). Se desarrollan mítines en San Justo y San Román de la Vega y Estébanez de la Calzada por propagandistas llegados de Astorga y de León que dejaron allí constituidos comités de la nueva formación. En las mismas fechas celebraba otro acto en Astorga la recién constituida Acción Femenina Leonesa, que se organizaba también en las cabezas de partidos judiciales y otros pueblos, seguido del habido en el Teatro Seoanez de La Bañeza, exitoso y que dejó formada la junta local de aquel “movimiento que no se oponía al régimen, sino que pretendía hacerlo amable infiltrándole la savia del cristianismo” (según su presidenta provincial, la señorita Francisca Bohigas Gavilanes) integrada por las señoras Ninfa Díez-Canseco de Alonso, Carmen Vigal Tinajas de Pérez Arias, Anita Sors (viuda de Alonso), Elvira Castrillo, Felisa López de Fernández, Teresa Valcarcel de Ramos, Joaquina Ares de Ares, Francisca Castro de Mantecón, Josefina Fernández de Mata (viuda de Felipe de Mata Rodríguez), Celia Miguélez de F. Mata, María Pérez de Seoanez, y Encarnación Hernández (viuda de Zavaleta). Algunas de ellas estaban desposadas con algunos de los mayores contribuyentes de 1931 y de años anteriores.
El 17 de febrero de 1932 una manifestación de mujeres de todas las clases sociales y edades (dice La Opinión del día 22) recorrió ordenada y respetuosamente algunas calles de La Bañeza para entregar al alcalde y al presidente del Consejo local de Primera Enseñanza  un escrito firmado por más de 500 personas solicitando la apertura de los colegios privados recién clausurados (aquellos cuyos regentes carecían de titulación para enseñar), dada la insuficiencia de centros oficiales para la población escolar bañezana, y que “fuera repuesta en las escuelas la imagen de Jesús Crucificado”. El acto de protesta (“exacerbado en algo debido a la imprudente intromisión de otro señor”) se había organizado, desde la reunión en el Teatro Seoanez, por la Junta local de Acción Femenina Leonesa y “una comisión especial de señoras contra la retirada del crucifijo de las escuelas nacionales y el propósito que parece haberse iniciado de impedir la asistencia de niños a las escuelas de las Carmelitas”, según lo noticiado por El Diario de León al día siguiente, y aunque ni antes ni después llegó en ningún momento a cerrarse aquel colegio. El 13 de junio daba Acción Femenina Leonesa una conferencia en Destriana, organizada por el comité de La Bañeza. 
El 1 de enero de 1933, domingo, la sección bañezana de Acción Femenina Leonesa celebra un acto cultural en el Teatro Seoanez, lleno de mujeres y de niños, con motivo del aniversario de su fundación. Participaron la presidenta del comité local, Ninfa Díez-Canseco Cadórniga (esposa del médico Laureano Alonso González, padres ambos del abogado Laureano Alonso Díez-Canseco), y habían colaborado a organizarlo Pilar Fernández (tal vez se tratara de Pilar Fernández Casado, que con 18 años había sido Reina de la Belleza en el concurso celebrado por la bañezana revista Azul en septiembre de 1920), Pilarina Fernández Hernández (otra de las responsables de primera fila, integrante del comité local -como su tía Encarnación Hernández- y hermana de Agustín, jesuita que cantaría misa en el verano en Entrerríos –Portugal-, consecuencia de haber sido aquella Orden expulsada, y que figura en la placa de los “Caídos por Dios y por España” de la Iglesia de Santa María, “fusilado por los rojos en Jove –Gijón-”, Pacita Manjón, Severina Ruiz Duviz, y Conchita Alonso Alonso (que ensalza en su discurso el principio de autoridad, la religión, el orden y la disciplina, la familia y el trabajo). Actúa un coro de niños y otro de señoritas (que cantan a la mantilla española), y la presidenta provincial (señorita Bohigas Gavilanes) llama a realizar también aquí la acción social cristiana, y a los jóvenes bañezanos a constituirse como parte del movimiento de la Juventud Católica Española para luchar por los ideales religiosos y la patria. Hubo al finalizar el acto 100 nuevas inscripciones de mujeres en la formación, que cuenta ya en la ciudad con 400 y, según dirá en su crónica El Diario de León, con más de 14.000 asociadas en la provincia, 4.000 de ellas en el partido bañezano (2.900, y 13.000 afiliadas provinciales, según El Adelanto; con frecuencia inflaban su afiliación las organizaciones de derechas, y seguramente hacían lo mismo las de izquierdas). Por contra, finalizando el mes, en el comité regional de Acción Agraria Leonesa no aparece nadie representando a La Bañeza.

Acción Femenina Leonesa en La Bañeza (que había realizado el 21 de febrero su junta local “en la casa de Maximino Ruiz”) establecía el 1 de abril de 1933 una Academia de Corte y Confección a cuyo frente pone a la acreditada profesora Matilde Mañanés, que impartía sus clases tres días a la semana, por la tarde, y con  honorarios de 3 pesetas para los estudios de Corte y 4 para los de Corte y Confección. Al poco de anunciarse se matriculaban 38 alumnas “que acudirán vestidas con la modestia que corresponde a una joven católica, y como tal virtuosa”.
Desde el lunes 31 de enero de 1936 estará abierto de 7 a 9 de la noche el domicilio social que Acción Femenina de La Bañeza tiene en la calle Astorga, número 15, se anunciaba por entonces (allí, en la planta baja del edificio de Patricio Pérez, tenía ya su sede al menos a la mitad de mayo de 1934).

jueves, 16 de enero de 2014

Conrado nos cogió de sorpresa con su muerte



José Cruz Cabo

Fueron muchos los años en que Conrado Blanco González y yo fuimos amigos incondicionales, y en su caso, mi maestro en la escritura. Comencé a conocerlo en el año 1948, cuando comenzó la segunda etapa de “El Adelanto”, ya que sobre todo los viernes y los sábados, iba por la imprenta de mi tio Rafael, Gráficas Rafael, para entregarnos el artículo de la semana, y bastantes veces para invitarnos a pastas y vino, a las doce de la noche, cuando estábamos en lo más álgido del final del número de la semana. Le llábamos “ Comer el Burro”, porque gracias a esas invitacione, terminábamos la jornada, pasadas la una o más de la madrugadaDespués su humildad, su gracejo, su sabiduría, su bondad y su sencillez, hicieron el resto y para mí fue un auténtico maestro de la palabra escrita. Tuvimos un pequeño desencuentro con motivo del famoso plano de urbanismo, en los tiempos del alcalde Fidel Sarmiento, pero con motivo de la muerte de su padre, Conrado Blanco León, el artículo que publiqué por su fallecimiento, nos volvió a unir hasta este momento de su muerte. Cuando fue presidente de la Asociación de Cabezas de Familia, me pidió que votara en el tercio sindical, a los que proponía dicha asociación, y así lo hice, por lo que nuestra amistad se fortaleció. En el viaje que hice a Madrid, acompañado de mi esposa Nieves y de mi hijo Pepe, nos llevaron Charo y él a su casa de Madrid, donde saludamos a su madre y nos acompañaron varios días hasta que volvimos a nuestra ciudad. Al morir su madre, escribí un recuerdo de las vivencias de sus padres y un retrato sobre su madre, y para mi sorpresa, me regaló un cuadro pintado por él, que lo tengo en lugar preferente en mi casa, porque además de escribir, era un gran pintor. Su casa la tiene llena de cuadros pintados por él, que yo admiraba las muchas veces que fuí a su casa en vida de Charo.Es verdad que tenía todos los títulos de la ciudad, pero eso a él, no le hacia engreirse, al contrario, seguía siendo humilde, acogiendo a todos los que q    uerían aprender cosas de La Bañeza, de la que era un gran sabio y tenía en su memoria una enorme cantidad de datos, así como escritos históricos, de los que nos dejó diez volúmenes sobre nuestra historia y que además los regalaba, sin pedir nada a cambio. Fue el mayor mecenas de nuestra ciudad, ya que pagó el pendón, nos dejó terreno para hacer un gran parque, que con el tiempo, si se cuida, será una gozada para los bañezanos de todas las edades. Patrocinó, con su dinero, libros como Napoleón en La Bañeza o el de Toño Odón Alonso Ramos, personaje del año dos mil trece, con esa cantidad de carteles que impresiona y que habla de una gran parte de nuestra historia de los siglos veinte y veintuno.Fueron muchas más cosas las que legó a su ciudad, a la que amó con enorme cariño, así como todos los escritos y papeles históricos que envió al Archivo Municipal, que lleva su nombre y que esperamos lo siga llevando muchos años. Nadie fue tan generoso con La Bañeza como Conrado, por lo menos en muchos siglos, y esperamos que su fundación dure muchos años, para que siga la estela que Conrado les legó y sigan convocando los premios de poesía de su padre, Conrado Blanco León y de su esposa, Rosario González García, su Charo, a la que amó hasta el final de su vida.La verdad es que fueron un matrimonio unido, inseparable hasta la muerte de Charo, siguiendo el ejemplo de sus padres.Charlar con Conrado era una satisfacción enorme, por su amena conversación, por su sencillez, por su inquebrantable amor a la historia de su ciudad, por lo que hablar con él, era enterarse de numerosos aconteceres de La Bañeza a través de la hitoria de la misma, ya que había profundizado en todos los archivos y bibliotecas, no solo de España sino de otros lugares de Europa. siempre buscando el dato que pudiera elevar la categoría de su ciudad, saber cómo nació; lo que fue a través del tiempo y la historia de sus calles, de sus personajes famosos, de sus vicisitudes a través de los tiempos, no se cansó nunca de indagar, mientras los ojos le dejaron, para sacar a relucir todo lo que se podía conseguir de la historia de la tierra que le vió nacer. Amigo Conrado ya conseguistes todos tus sueños, ya que como me dijistes muchas veces, estabas deseando descansar junto a tus padres y tu esposa Charo. lo que a partir del día diecisiete, lo has alcanzado para toda la eternidad. Prepárame un hueco en el más allá y esperame.

lunes, 13 de enero de 2014

Adiós a la primera mujer concejal de La Bañeza


José Cruz Cabo
Mercedes y yo fuimos de niños vecinos de la calle Padre Miguélez, pero de aquellos años, mis mayores recuerdos son de su marido, Santiago Vidales, porque de pequeño, corrí micho por el patio de su casa, al ser mi padre tonelero del suyo, y hasta su muerte, siempre que me veía me llamaba Pepín, como de niño, “¿No te ofenderás, me decía, si sigo llamándote Pepín?,
Pasados los años y venir su esposo para nuestra ciudad de abogado, volvió a fortalecerse nuestra relación de crios, ya que los recuerdos de la infancia nos volvieron a acercar.
Al principio de los años setenta, se produjeron las primeras elecciones para concejales, el alcalde seguía nombrándolo el gobernador, y se presentó Mercedes por el tercio familiar, votaban los cabezas de familia. En el matrimonio votaba el hombre, pero las viudas, como cabezas de familia, también votaban y Mercedes García Rodríguez, junto con Guillermo García Arconada, salieron concejales con una gran mayoría.
A partir de aquí, como yo era el único escribidor que asistía a las sesiones, pude comprobar mucho más, la calidad, encanto y sensibilidad de Mercedes, en los debates municipales, ya que entonces hablaban todos los concejales, no había portavoces, y cada uno exponía sus opiniones sobre las materias que se trataban, y Mercedes García participaba en las discusiones como otro cualquiera de los concejales y su sentido común y su elegancia personal, eran escuchadas por todos sus compañeros, porque siempre eran atinadas, amables, afectuosas, como era ella con todos los que trataba.
Después de dejar la concejalía, nuestra amistad siguió creciendo, ya que alguna vez tuve que acompañar a alguien a su casa, para que su esposo Santiago, le orientara en algún problema de abogacía. Muerto su esposo Santiago, seguíamos viendonos por la calle, ya que también su hermana Esperanza era amiga de mi esposa y mia. Siempre su sonrisa, su amabilidad, su encanto personal y su maravillosa simpatía, nos hacían pasar ratos deliciosos, de los que no se olvidan  nunca. La amistad siemnpre fue estrecha y deseada, por parte de ellas y de mi esposa y mia. 
Porque coincidió que Esperanza y su esposo Luis  Alvarez fueron vecinos mios en la casa de la hoy calle Conrado Blanco, por lo que coincidíamos más a menudo. También las varias fiestas que organizó Fina Luna, de los vecinos de la calle Padre Miguélez, nos unian, porque siempre nos encontrábamos en ellas y los recuerdos y andanzas infantiles salían a relucir.
Mercedes García Rodríguez, fue una mujer fabulosa, de un encanto especial, siempre sencilla, amable y amiga de sus amigos, por lo que en el momento de su desaparición de entre los vivos, mis muchos recuerdos, mi admiración por ella, la amistad que disfrutamos en vida, me obligan a dedicarle, con todo el dolor del mundo, este pequeño homenaje de despedida, al tiempo que envio a sus hijos, especialmente a Santiago, con el que tuve mucho trato profesional por motivos familiares, a sus dos hermanos Juan y Esperanza, con los que sigo gozando de su amistad y a todos sus demás familiares, mi más sentido pesar y desear que Mercedes goce, en el más allá, de su esposo y de la eternidad más gloriosa.