jueves, 16 de diciembre de 2010

D. Julio Tagarro González

osé Cruz Cabo.- Yo conocí mas a fondo a Don Julio Tagarro, como se le conoció en la ciudad, en el año 1946, con motivo de un pequeño accidente que tuve, al poco de entrar en la imprenta de mi tío Rafael Cabo Valenciano, llamada Gráficas Rafael, recién inaugurada en la Plaza Mayor. Me fui a su consulta, porque me había reventado un engrane, de una máquina de imprimir, la yema de un dedo.
Don Julio que tenía un carácter muy bromista y de una simpatía innata, me vio el dedo y me dice: “Ay Pepe, vamos a tener que cortar la falange”, con el doble sentido del dedo y de lo que se vivía entonces en España. La cosa terminó solo con el cambio de uña, y me dice, cuando me dio el alta: “Menos mal que no tuvimos que acabar con la falange”.
Tres años más tarde, fui un lunes a su consulta porque me dolía el pecho y me auscultó de arriba abajo y me dice muy serio. “Mira Pepe, te voy a dar un consejo, porque de momento no necesitas medicarte, o dejas el fútbol o coges la tuberculosis. Si tuvieras mucho para comer, no hubieras tenido que venir a mí y podías seguir con el fútbol, pero como se que después de un partido, no tienes un buen bocadillo de jamón, te recomiendo que dejes el fútbol” y ante el miedo de coger la tuberculosis dejé el fútbol.
Don Julio era un gran aficionado a dos cosas sobre todas, el ajedrez y la lectura, pero sobre todo las obras de Jardiel Poncela. Era especialista en pediatría, pero que como todos los médicos de entonces, tenían que curar de todo, cuando la enfermedad no venía mal dada. En ajedrez fueron durante unos años muy famosas sus partidas con Angel Nistal y alguno más de los aficionados de entonces. Como lector, sus obras preferidas eran las de Jardiel Poncela, pero leía todo lo que era literatura cómica o de risa. A el cuando cogía un libro, le gustaba desconectar de los problemas de su profesión, que no solían ser alegres. Fue también durante unos años censor de la prensa que se publicaba en nuestra ciudad y había que llevarle “El Adelanto y otros impresos a que los censurara, pero nunca tuvimos problemas con él. Solo una vez porque un colaborador forastero nos mandó un artículo y resultó que estaba copiado de uno de Jardiel Poncela y no le gustó, pero era muy difícil conocer toda la literatura que se publicaba entonces.
Fue colaborador durante un tiempo del semanario de nuestra ciudad y sus artículos tenían muchísima gracia, pues solo escribía en plan de broma y sacándole el lado cómico al artículo. Fue el precursor de la autovía, porque cuando se inauguró la Nacional VI, publicó un artículo diciendo que se llegaría a hacer la desviación de la desviación, ya que la nacional VI pasaba por el centro de la ciudad, hasta que se hizo ese primer desvío de carretera, que a su vez hoy se está convirtiendo en una gran avenida.
Después fueron bastantes años los que lo traté y pude intimar con él, fue el primer presidente de la Adoración Nocturna, y estuvo muchos años de presidente. Una de las elecciones, los jóvenes quisimos tomarle el pelo, porque siempre salía por unanimidad y nos pusimos de acuerdo para votar por Benito Carracedo, y salió Don Julio solo por dos votos. Tan mal le pareció al médico que tuvimos que ir otros dos jóvenes y yo, a su casa, para explicarle lo que habíamos hecho y pedirle perdón.
Durante varios años hasta su jubilación, fue el médico de mi familia, ya que era el doctor con el que estaba igualada mi abuela y después mis tíos, por lo que le traté mucho tiempo, pues también era un gran aficionado al fútbol y siempre que podía subía a La Llanera, a animar al equipo de su ciudad. Don Julio fue un hombre sencillo, simpático, amable, lleno de amor por su tierra, de la que nunca quiso separarse, aunque tuvo ofertas tentadoras para marcharse a otras zonas, profundamente religioso y nada interesado, ya que muchas veces trabajó por amor al arte, cuando la familia que lo requería no tenía para pagar la iguala. Después fue pediatra de la Seguridad Social.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Don José Víctor Rodríguez Blanco

por José Cruz Cabo

Don José Víctor, como se le llamaba en la ciudad, donde ejerció de coadjutor de la parroquia de El Salvador, fue un sacerdote muy de los de aquella época, porque le gustaba la partida de dominó, no solía dar sermones, pero le apasionaba el rastreo genealógico de las personas y su mayor ilusión, después de la misa, era sentarse en su oficina del registro parroquial, y rastrear apellidos de gente que le mandaban buscar a sus parientes anteriores, a través del tiempo.
Me contaba muchas cosas, en nuestras conversaciones de varios años en la oficina parroquial, cuando yo iba a que Don Francisco Viloria me diera el indicador religioso, primero para la “Hojita Parroquial” y luego para “El Adelanto”. Si Don Francisco estaba ocupado, yo pasaba a la oficina donde estaba Don José Víctor, al que en La Bañeza se le conoció siempre por Don José, “Cabeza Cacahuet”, dado su peculiar forma de cabeza muy alargada, y este sacerdote bonachón y simpático, me contaba muchas de las cosas que le pasaron, sobre todo recién venido, en los años veinte para aquí.
-Yo llegué a La Bañeza un sábado por la noche y me hospedé en el entonces Hotel Magín, que luego sería Hotel Madrid, donde él estuvo siempre hospedado, hasta que se jubiló y marchó a la residencia sacerdotal de Astorga. Al día siguiente por la mañana, cuando salgo del hotel, veo a un grupo de señoritas, hoy abuelas, que miraban para mí y se reían, cuando llegué a su altura, les digo: “Así que riéndoos del nuevo coadjutor, muy bonito", y las jóvenes se pusieron muy coloradas y avergonzadas y yo les contesté: "Pues si mi cabeza la tuvierais vosotras, el que me reiría sería yo” y entré en la iglesia. "Después a todas ellas les tuve y me tuvieron mucho afecto".
Un día entro en la oficina parroquial, y me dice Don José, tengo un disgusto tremendo, pues se murió el Papa, era Pio XII. Le digo, "bueno es verdad, pero ya nombrará otro la iglesia", y me dice: “No es por eso, es que llevo unas noches preocupado, sin dormir, por si se les ocurre hacerme a mi papa, qué clase de mitra tendrían que hacerme".
Era una persona que le gustaba mucho la broma y, del primero que se reía era de él. Solía jugar la partida todos los días del año, al dominó, en el café Royal y sus compañeros eran Don Gonzalo de Mata, el farmaceutico, Don Benigno Isla, el ferretero, y mi tío Rafael Cabo, el de la imprenta. Cuando le ahorcaban el seis doble decía, “Este para el tejadillo de la Tuta”, una señora que tenía una casa de una sola planta, con el tejado muy bajo. Un día un famoso monaguillo, de los años cuarenta, Felipe de la Patrona Gutiérrez Fernández, en vez de cederle el paso a Don José al entrar en la sacristía, entró Felipe primero, se tiró al suelo, y cuando Don José, le preguntó qué le pasaba, Felipe dice muy serio, "estoy buscando su propina que se me cayó”. Los curas en aquella época, solían dar cinco o diez céntimos, a los monaguillos que les ayudaban, don José generalmente, no daba nada, pero esta vez le contestó. “Hombre Felipe, has tenido mucha gracia, así que toma una peseta”, y desde ese día siempre le daba la propina al ayudarle a misa.
Sus sermones se limitaban, cuando estaba diciendo misa, a volverse de cara a los feligreses, finalizado el lavatorio de manos y decía: “mientras continua el santo sacrificio de la Misa, les ruego recen un padre nuestro a San José, por el fomento de las vocaciones, una salve a la Virgen María y un credo en profesión de nuestra fe”. Le digo yo un día,"sus sermones son los mejores", y me dice muy serio: "El día que canté misa en Puebla de Sanabria, de donde él era, había costumbre de que durante el rosario el nuevo sacerdote subiera al púlpito y diera las gracias al pueblo por su acompañamiento. Yo subí, pero fui incapaz de abrir la boca, y tuve que bajar sin poder decir nada, y avergonzado, y nunca he vuelto a subir a un púlpito ni hablar en público”. Cuando se jubilaba me dijo, “fíjate, fuí sietemesino, todos decían que me moría y me tuvieron entre algodones y mira la cantidad de guerra que he dado y los años que he vivido".
Otro de los dichos de Don José Víctor, que dio la vuelta a la ciudad, fue una tarde, que llevaba dos horas y media confesando niños y niñas y se acercó al final a la confitería de Vicente Viloria y le dice: “Vicente, sácame unos dulces, porque estoy de mierda y chúpame en el culo, hasta la coronilla”. Cuando murió en el año 1943, el párroco de entonces, Don Lucas Castrillo, le tocaba quedar de cura ecónomo de la parroquia de El Salvador, a Don José Víctor, hasta que el obispo decidiese, pero éste le dijo a Don Angel Riesco, “Mira Angel, es mejor que seas tu que tienes más capacidad y más don de gentes que yo, el que dirija la parroquia", lo que hizo Don Angel hasta el año 1947, que el Obispo Mérida Pérez se lo llevó de Vicario General y para La Bañeza vino al poco tiempo, Don Francisco Viloria, de tan grata memoria. Don José fue un sacerdote para mí inolvidable.

martes, 10 de agosto de 2010

Angel Nistal González, el Primer Cronista Deportivo que yo conocí


José Cruz Cabo
Angel Nistal González, entró de ayudante para un hijo de Benigno Moreno, discapacitado, al concederle el permiso para que montara un quiosco de prensa en la Plaza Fray Diego Alonso, en los primeros años cuarenta, pasado el tiempo, el propietario se murió joven, y Angel Nistal se quedó con el Kiosco, que hoy sigue llevando su hija Matilde.
Angel Nistal, que era como se le llamaba, fue una persona muy importante para la ciudad, fue el presidente de la Sociedad Recreativa Bañezana, que durante unos años estuvo en el primer piso del Café Royal. Para que las personas que no podían ser ni del Círculo ni del Casino, se fundó esta sociedad para los obreros de los años finales de los cuarenta y en los cincuenta. Fue una sociedad muy dinámica y activa, ya que tuvo una rondalla y los bailes de los domingos y festivos en dichos salones, fueron el vehículo de muchos matrimonios en aquellos años, no solo porque era un centro social muy eficiente, sino porque en aquellos años era donde se podían juntar ambos sexos, dado que hasta en la iglesia, los hombres se ponían en la derecha y las mujeres en los bancos de la izquierda. En el coro no podían subir tampoco juntos, o cantaban solo mujeres o solo hombres.
Además de la gran labor social y cultural que Angel Nistal realizó en dicha sociedad, fue también el primer cronista deportivo que yo conocí, que escribía para un periódico provincial, concretamente la ya desaparecida Hoja del Lunes, que editaba la Asociación de la Prensa Provincial en León. Todos los domingos que había partido, recogía sus notas en el campo de La Llanera, no tan cómodo como está ahora, porque entonces la hierba no se veía  y no había ni las tribunas ni las escaleras de cemento de ahora. Llegaba a casa y por teléfono tenía que mandar su crónica que en León era recogida por un redactor a través de la máquina de escribir.
También fueron muy famosas las partidas de ajedrez, que en el kiosco, jugaban muchos días el médico bañezano Julio Tagarro, colaborador de El Adelanto de aquellos años, y Angel Nistal. Eran unas partidas que se interrumpían cuando llegaba un cliente, pero que eran seguidas por muchos jóvenes y adolescentes, por el interés que se ponía en ellas y por la simpatía de los dos contendientes, que nos hacían reir muchísimo. Eran unas partidas famosas por el carácter y el saber de ambos contendientes.
Angel Nistal, era de los inamovibles aficionados del Atlético de Madid, para él su atlético era lo más en el mundo del fútbol español, y cuando ganaba, solía decir esta frase: “El atlético de Madrid es el mejor equipo del mundo e islas adyacentes”.
Perteneció también a alguna directiva de La Bañeza Futbol Club, pero sobre todo Angel demostró ser un gran trabajador, pues después del kiosco y llevándolo su esposa Maruja, ahora lo lleva su hija Matilde, puso una tienda librería y artículos de carnaval en la calle General Aranda, que luego su hija mayor, Maribel pasó a la calle República Argentina donde sigue.
Además Angel era un hombre de una gran simpatía y bondad, una persona que siempre estaba de broma, con su famoso faria en la boca, que ayudaba a quien se lo pedía y que además era de un gran dinamismo, tanto para sus responsabilidades con la sociedad bañezana, como en su vida privada o en su trato con la gente. Su chispeante conversación y su forma de enfrentar los problemas de la vida, siempre con optimismo, le hacían un amigo maravilloso y al que siempre estabas con deseo de ver y charlar con él. Me ha venido a la memoria este gran bañezano y, quiero con este retrato nostálgico, dejar presente, en la historia de la ciudad, a uno de sus hijos que con esfuerzo, simpatía y tesón, trabajaron por el engrandecimiento de la misma dentro de sus posibilidades humanas, comerciales y sociales.

lunes, 2 de agosto de 2010

La Sociedad Cultural y Deportiva Bañezana

José Cruz Cabo
Mis primeros contactos con el fútbol local, fueron a través de la Sociedad Cultural y Deportiva Bañezana, que aunque cuando se fundó en el año 1933, era solo cultural, fue la que inició los trámites con el ayuntamiento y los propietarios de esas fincas, donde hoy está el Estadio de La Llanera. Era presidente César Seoánez Pérez y en todo ello tuvo mucha participación el entonces secretario del municipio, José Marcos de Segovia.
Fue un campo que se construyó por los mismos bañezanos, que los domingos y los días de fiesta iban a trabajar gratis, para hacerlo. En el verano de 1935 se estrenó con un encuentro entre dos equipos que se llamaron “La Piqueta” y “La Paleta”, todos ellos habían conseguido levantar las paredes y cerrar el hoy estadio. Con el inicio de la guerra civil, todo quedó en suspenso y en el año 1942, el entonces presidente, José Olegario Fernández, pidió al alcalde, Agustín Hoyos, que siguieran las obras de dicho campo y en el año 1944, con Bernardo Bécares de presidente, comenzó la Sociedad Deportiva Bañezana a jugar partidos oficiales. El primer equipo que yo recuerdo ver jugar en La Llanera, estaba compuesto por Atanasio Benavides (Sines); José Delgado (Gaucho), Antonio Alvarez (Cebolla); Cubero, Julio y Antonio G. Dúviz; Juanín Nadal, Agustín Quiñones, Emilio (Seta), Llamas y Gerardo Palazuelo. Otras veces jugaba Lorenzo Santos (Chorras) en el puesto de Gerardo. Con el tiempo los jugadores fueron cambiando, pero este primer equipo lo tengo todavía grabado en el recuerdo.
Una anécdota que no se me ha olvidado, es que uno de los años, Sines fichó por el Astorga y en el último partido de liga de esa temporada, que jugaron en La Llanera los eternos rivales, ya eran rivales Astorga y La Bañeza en el fútbol; en dicho encuentro estaba ganando Astorga por 2-0, y Sines estuvo todo el partido incordiando a Seta, que era nuestro delantero centro, y un gran rematador de cabeza, “Te pagó a duro el gol”. Un duro era mucho dinero, y Emilio se volvió loco disparando a puerta, tanto de pie como de cabeza, pero Sines se lo paraba todo. Cuando faltaban dos minutos para finalizar el encuentro, le llega un balón centrado por Juanín a Seta, quien salta de cabeza y le cambia el balón para el palo contrario y Sines no puede detenerlo. Sale Sines corriendo, se abraza a Seta y le dice “Emilio te debo un duro, pídemeló a la noche”.
Todos ellos eran jugadores por afición, lo que pasa es que Sines era muy bueno y todos los equipos de la provincia lo querían, pero su forma especial de ser, le privó de llegar muy lejos en el fútbol. Cuando marcaba un gol La Bañeza, Sines salía de la portería y se abrazaba a Gaucho para celebrarlo. Pocos años después, se comenzaron a jugar partidos amistosos con motivo del 18 de Julio y en el día de la Asunción, en los que venían a reforzar a nuestro club, jugadores importantes de primera y segunda división. Los que más veces reforzaron al equipo, fueron los hermanos leoneses Rodríguez, César y Calo, ambos jugadores del Barcelona y César ya, además, internacional. También su hermano Severino de la Cultural, Goyín del Oviedo y otros varios. Pero recuerdo un partido de la primera fecha en que se jugó contra la Cultural y Juanín o Juan Nadal y Gerardo, que eran los extremos del equipo bañezano, pegaron muchas galopadas en ese partido, con la velocidad que los caracterizaba y César, de cabeza, marcó cinco tantos con esos centros, y ganó La Bañeza por 5-1. Pasados unos años, La Sociedad Deportiva Bañezana desapareció y se intentó formar el “Atlético Bañézano”, pero tampoco cuajó, hasta que en el año 55 se formó “La Bañeza Fútbol Club” que ha llegado hasta nuestros días y cuyo primer presidente fue José Tardío, y después Luis Carnicero. Luego siguieron otros hasta la fecha, pero eso es otra historia. En aquellos años se trabajaba duro durante la semana y los entrenamientos se hacían cuando se podía, y pocas veces se reunían todos los jugadores, pero cuando llegaba el domingo, allí estaban todos dispuestos a jugar el partido o a viajar fuera, aunque lo más lejos que se viajaba entonces era a Ponferrada, a León o a Benavente. Las carreteras eran pésimas, los coches no podían correr mucho, y a lo mejor a León, sin paradas, se duraba cerca de cinco horas. En fin es un recuerdo nostálgico del primer equipo que yo animé y disfruté siendo un adolescente, y en los inicios de la juventud, y quizá por ello lo sigo teniendo, ahora de viejo, en la memoria, y no quiero que se pierda en el olvido, porque nos hizo muy felices, en aquellos difíciles años del hambre y el racionamiento.

Las Reinas de las Fiestas de La Bañeza

Vamos a hacer un poco de historia de la figura de la reina, sobre todo de la mayor, que es la que más tiempo lleva el ayuntamiento proclamándola, ya que la primera fue elegida oficialmente el año de mil novecientos sesenta y siete y fue Conchita Villegas. Desde ese año para acá, nunca ha fallado la figura de la reina mayor, por lo que la de este año, Natalia Montero es la reina número cuarenta y cuatro. Las primeras reinas se iban eligiendo entre gente pudiente, pues el ayuntamiento de entonces no pagaba nada a las reinas y tanto el traje de coronación, como el resto del vestuario, que entonces se miraba mucho más la elegancia en el vestir, lo pagaban, todo él, los padres de las muchachas elegidas y hasta en muchos casos, finalizaban las fiestas con una cena que ofrecían los progenitores de las reinas a la corporación municipal, a los conductores de las carrozas, a la prensa y radio y hubo hasta casos, en que al ir a pedir la reina, la madre de la misma, obsequiaba a todos los que iban a su casa en esa fecha con obsequios personales de agradecimiento, otros daban cenas el día de la petición pero solo para las autoridades que iban a pedirla y la prensa. Después gracias a Dios, estos gastos se han ido suprimiendo, el ayuntamiento suele dar un dinero para el traje oficial y aunque hay un pequeño ágape para las autoridades y periodistas que van a cubrir la noticia de la petición, las cosas se han  normalizado y en muchos de los casos la reina ya en el día de la petición presenta a las amigas que le van a hacer de damas de honor. Gracias a Dios todo se ha ido normalizando, pero lo bonito es que después de cuarenta y cuatro años, el ayuntamiento sigue manteniendo la figura de la reina mayor, y Natalia hace este número, además ahora también la infantil, esta lleva bastantes menos años y, como decía Don José Marcos de Segovia, La Bañeza=a Belleza. Así que desde el viernes, las reinas tanto la mayor como la infantil, con sus damas de honor, están ya trabajando para representar a la ciudad que les vió nacer.

jueves, 8 de julio de 2010

Fernando Carrera, Un hombre bueno y desinteresado

José Cruz Cabo
Aunque durante muchos años, Fernando Carrera tuvo una sastrería, en la que hoy es Avenida de la Plata”, denominada sastrería “El Americano”, a Fernando comencé a tratarlo cuando junto con Delfín Pérez, fue nombrado concejal por el tercio de entidades, allá por los inicios de los años 70, cuando Leandro Sarmiento, era alcalde de la ciudad. En ese tiempo pude comprobar, su hombría de bien, su bondad, y sus enormes ganas de trabajar por La Bañeza. Hay que tener en cuenta que en aquellos años, ni el alcalde ni los concejales, cobraban por su trabajo en pro de la comunidad, más bien, algunas veces, hasta ponían dinero de su bolsillo. Porque unas conferencias telefónicas que se ponían desde casa, no ibas a pasar unas pesetas o menos al ayuntamiento, o un viaje que hacías con tu coche particular, no ibas a pedir una factura por tan poco dinero, y así muchas cosas que eran para el bien de la ciudad, se terminaba poniendo dinero del propio concejal. Habiendo conseguido  Delfín P. Linacero, formar la banda de cornetas y tambores, se trataba de confeccionar el uniforme de los músicos y como Fernando era concejal y entonces eso se llevaba a rajatabla, la ley municipal no permitía que un miembro de la corporación trabajara para el ayuntamiento, por eso Leandro le dijo a Delfín: “A Fernando, como es concejal, no le puedes dar los trajes a hacer”.  Recuerdo, por estar presente, que Delfín le comentó a Fernando que no le podía encargar los trajes por ser concejal y Fernando le contestó: “Ni tu me los puedes encargar, ni yo los aceptaría”.
Y es que en aquellos tiempos el trabajo de concejal era, además de gratis, una manera de perder dinero, porque como representante municipal, el ayuntamiento no te podía encargar nada y tampoco la persona interesada estaba por la labor de incumplir la ley. Por eso en estos tiempos, que el ayuntamiento es una vaca a la que ordeñar, nadie puede entender que durante muchos años, ni concejales ni alcalde tenían sueldo o cobraban comisiones por asistir a plenos o realizar los trabajos de su concejalía, eso era un esfuerzo que se hacía después del trabajo y de forma desinteresada.
A partir de ese tiempo de concejal, Fernando Carrera y yo, fuimos muy buenos amigos y cuando falleció, demasiado joven, sentí su muerte profundamente, ya que además perdía a un buen amigo. Por eso quiero dejar claro que Fernando fue siempre un hombre fiel, leal a su ciudad, y una gran persona que supo granjearse, mientras vivió, la simpatía y el afecto de sus compañeros y conciudadanos.

jueves, 1 de julio de 2010

Querida y raudamente desaparecida: Ana Isabel Casas Toral

José Cruz Cabo
Querida y raudamente desaparecida: Ana Isabel Casas Toral: 
Aunque te conocía de siempre, cuando comencé a tener amistad contigo, fue cuando ingresaste en las oficinas del ayuntamiento, pues yo en aquel tiempo iba mucho por allí. Después al encargarte de los proyectos y contratos de las obras que realizaba la corporación, así como de las subastas de las mismas, fue cuando comencé a darme cuenta de tu valía no solo de tu valía intelectual, sino también humana, llena de amabilidad y bondad. Fueron bastantes los días que tuve que ir a tu oficina a enterarme de obras municipales para dar la noticia y tú siempre, con la sonrisa en la boca, me atendías maravillosamente. 
Pasados unos años, nos encontramos en el cabildo de la Cofradía de la Vera Cruz, tú como secretaria, y qué secretaria, y yo como mayordomo. Allí pude apreciar en plenitud, todas tus enormes virtudes como ser humano, tus ansias de hacer las cosas bien, de que la Cofradía fuera creciendo y fortaleciéndose, de tu esfuerzo callado y silencioso pero de muy alta calidad intelectual, donde la bondad y la inteligencia, iban unidas para hacer que la cofradía creciera. En ella hiciste de todo, lo controlabas todo, y lo ordenabas todo, entre hombres muy poco interesados por el orden. No permitías que nadie fumáramos en los cabildos y hasta en la calle, no te gustaba pararte con gente que estuviera fumando en ese momento en que tú lo veías. Pero nunca, nada ni nadie, fuimos capaces de borrar tu perenne sonrisa, pues aunque nos reñías por nuestro bien, siempre lo hacías con la sonrisa en los labios y el afecto en el corazón. Tú pusiste en marcha la página Wed de la cofradía y todas las citaciones o los cultos que se iban a celebrar, pasaban por tus manos, y eran preparados con una belleza y una perfección de gran artista, así como la claridad y preciosidad de tu escritura, que quedará reflejada  para siempre, en los libros de actas, cómo llevabas las cosas, siempre en orden y bien estructuradas. 
Queridísima amiga Ana Casas, como te llamábamos los amigos, la impresión de tu muerte, en plena juventud, cuando la vida había comenzado a sonreirte, ha sido una puñalada para los que te queríamos y admirábamos, no salíamos del dolor mientras estuviste enferma y, veíamos que, a pesar de tu decisión de lucha, el mal iba acabando con tu vida. Cuantas veces tu compañero Toño Odón y yo, al hablar de tu enfermedad, nos asomaban las lágrimas a los ojos, al ver que la esperanza que teníamos de que sanaras, no se hacía realidad. 
En este momento de dolor, de la horfandad en que dejas a tus padres, a tu esposo, a tu hijo, a tus hermanos, me viene al recuerdo las anécdotas que te contaba de tu abuelo, el recordado y querido Luis Toral, en los años que estuve de compañero con él en nuestra banda de música, y sobre todo rabio por haberte perdido y tenerlo que hacer cuando estabas en lo mejor de tu vida. 
Solo quiero que quede constancia, que a pesar de que casi te doblaba la edad, fuimos unos estimados compañeros de cofradía, que quiero que se sepa tu enorme valor tanto intelectual como humano y que sepas, desde el más allá, que siento profundamente tu muerte y que no quiero que pase desapercibida tu vida, y lo mucho que trabajaste por la Cofradía de la Vera Cruz, que es decir por la ciudad que te vió nacer.
Al unirme al dolor de todos los tuyos, te doy mi palabra de honor de que nunca te olvidaré y que más pronto que tarde, seguiremos nuestra amistad en la otra vida.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Julio González Dúviz‏, un bañezano que el corazón le salía por la boca

José Cruz Cabo.- Yo comencé a tratar a Julio Dúviz, como se le conocía en la ciudad, de adolescente, cuando iba a ver la novia a su casa donde yo, muchos domingos, estaba jugando con el que luego fue su cuñado Luis, que años más tarde marchó para sudamérica. Después a través del fútbol, ya que fue medio centro de la Sociedad Deportiva Bañezana y su enorme vozarrón sobresalía sobre todos. No se me olvida su frase cuando pedía el balón a un compañero, siempre decía como Lángara “A mí, que los arroyo”. El fue durante muchos años profesor mercantil y dió clases particulares a muchos chicos de la ciudad y de la comarca. Fueron él y su hermano Antonio, los primeros que pusieron en la ciudad una fábrica para los paquetitos de azucar para los bares y antes tuvieron fábrica de jabones. Fue también un hombre muy religioso, de los que cumplían con el mandato divino de amarás a tu prójimo, comenzando por los tuyos. La caridad y la ayuda a los demás, fueron el lema de su vida. Para él nadie era malo, no le importaba pedir perdón si alguna cosa suya molestaba a alguien.
Pude intimar más con él, cuando ambos hicimos los cursillos de Cristiandad, en el Colegio de las Hermanas Carmelitas, y después en los círculos de estudio. Con posterioridad, la amistad se fundió más a través del fútbol, del que era un acérrimo seguidor. Los colores que más le llenaban el corazón fueron siempre los de su Bañeza. Durante el partido, recorría el campo varias veces y siempre animando a los jugadores locales con su enorme y cariñoso vozarrón. Recuerdo un partido en que jugaba la Hullera Vasco Leonesa, en La Llanera. El sábado antes, había escrito yo en El Adelanto, con el seudónimo de Pacum, una crítica poniendo a nuestros jugadores de vagos y poco entregados a sus colores. En ese partido, los que se alinearon, comenzaron jugando al fútbol de maravilla y al descanso ganaban dos a cero. Julio, durante el descanso, recorrió las gradas pidiendo que saliera Pacum, qué donde estaba Pacum, yo no me dí a conocer. Al finalizar el partido la Hullera había conseguido empatar a dos y la gente salía del campo, entre ellos Julio, dando la razón a Pacum.
Julio no se cansaba de animar en los partidos, pero esa misma voz la paseó por muchos campos de España, dando a conocer La Bañeza de sus amores. Una vez en el Campo del Madrid, en el famoso Chamartín, jugaba el Barcelona y en dicho equipo de delantero centro estaba el leonés César, que participó en La Llanera en muchos partidos, tanto de la patrona como del 18 de Julio, reforzando las filas bañezanas y a Julio Dúviz, cuando salió el Barcelona, le escuchó todo el estadio decir “César, La Bañeza te saluda” y al terminar el partido César fue a darle un abrazo, dado que eran muy buenos amigos.
Fueron muchas las veces que fue requerido por la Cultural y Deportiva Leonesa, para que acudiera a la Puentecilla a animar los partidos importantes, porque conseguía con su grandiosa voz hacer participar a los espectadores para animar a los suyos. El primer equipo leonés le concedió en su día, la medalla de oro de la Cultural, por su desinteresada ayuda en los partidos, animando a los jugadores leoneses. Julio González Dúviz, Julio Dúviz, para los amigos o Dúviz a secas, fue un hombre de un corazón tan grande como su voz. Fueron muchos los alumnos que consiguieron, con los conocimientos de contabilidad que él les metió en la mollera, los que consiguieron muchos logros profesionales, era un hombre de una calidad humana tan inmensa, que su humanidad se convertía en un corazón enorme y lleno de amor por los suyos, su esposa y sus siete hijos, por los bañezanos y por todo el que se acercaba a él. Además siempre que salía fuera de la ciudad, su mayor orgullo era darla a conocer en los sitios a donde la vida, sus empresas y sus aficiones futbolíticas, le llevaban. Fue un bañezano de los de verdad, fue un cristiano de los que practicaban el amor de Cristo, fue un amigo entrañable, noble y desinteresado. Julio González Dúviz dejó una gran estela en la ciudad que le vió nacer y su recuerdo debe quedar para la posteridad, porque hombres como él, se encuentran muy pocos en la tierra.

lunes, 26 de abril de 2010

Manuel José de Pablo Llanos, de CONTAPYME La Bañeza, abre el primer PAIT de la ciudad


Emilio García Ranz

P.:¿Qué es el PAIT?

R.:-Es el Punto deAsesoramiento y Tramitación para la creación de empresas.

P.:–¿Y qué tramitas?

R.:–Tramito la creación de empresas. El PAIT es un servicio que ha creado el Ministerio de Industria, que agiliza los trámites, ya que muchos se hacen vía ofimática, lo cual evita papeleo, pérdida de tiempo, y dinero… ya que te ahorras viajes, esperas, citas en notarías, en el Registro de la Propiedad…

P.:–Ponme un ejemplo.

R.:–Por ejemplo, vienes tú con una idea. Tienes una idea de un negocio y quieres crear una empresa, pero no sabes como hacerlo. Necesitas un asesoramiento integral. Entonces vienes aquí y yo te la enfoco desde todos los puntos de vista: te hago un Plan de viabilidad, te hago unos estudios, vemos las necesidades de financiación que tendría, la ubicación que sería más interesante para tu negocio pues te puede interesar ponerlo en las afueras, o, por el tipo de negocio puede ser más conveniente que te instales en la zona centro. Luego yo te miro las opciones fiscales, si hay ayudas, subvenciones, etc.

Tambien puedes venir tú como “La Bañeza Hoy”, que es una empresa instalada que funciona ya como persona física, pero tú quieres constituirla como sociedad. Entonces yo te estudio y te preparo toda la documentación. Te puedo estudiar cual es la fórmula que más te conviene, desde C.B hasta S.L. Porque dependiendo en tipo de empresa, de quiénes seáis los socios, etcétera, os puede convenir más una forma de sociedad u otra.

Por ejemplo, vienes tú con tu mujer a montar un negocio, y puede que lo que más os convenga sea forman una C.B. (Comunidad de Bienes). Ahora bien: vienes tú con un socio que es amigo tuyo compañero de la mili y queréis poner una idea en común como negocio… quizás ahí lo que más os convendría sería formar una sociedad limitada. Y podemos hoy constituir tu empresa como C.B. pero mañana, si por las circunstancias que fueran, te interesa cambiar a S.L., vienes, y yo te hago los trámites para constituir la empresa tuya bajo la nueva fórmula jurídica.

P.:–Y yo y mis socios tendríamos que venir aquí ¿con qué?

R.:–Pues básicamente con el D.N.I. de todos los socios, y yo, con todos vuestros datos personales pido automáticamente una cita para el notario. Y se acabó todo el papeleo. Que si las altas en Hacienda, que si las altas en la Seguridad Social, que si vete al notario para firmar unas escrituras que pásalas por el Registro que si vuelve al notario para constituir la sociedad… Todos esos papeles te los saltas tú, porque yo, desde mi oficina, con el PAIT, me encargo de tramitarte todo el papeleo que intermedia la creación de una empresa. Te solicito todo los papeles vía internet, desde los papeles del Registro hasta la cita del notario para firmar la constitución de la sociedad. Entonces yo te diría para tal día a tal hora tenemos en León cuatro notarios disponibles, eliges el que quieras, y sería por ejemplo ir el lunes, a las 11 de la mañana (Manuel José de Pablo Llanos nos muestra un papel de cita previa con un notario que ha gestionado ya para la constitución de una empresa donde pone día y hora en la que van a ser recibidos). Y sólo tenemos que ir allí y firmar». Te has ahorrado mucho tiempo de trámites, porque en vez de ir a cada lado yo, desde aquí, desde mi oficina, al ser punto PAIT, te he gestionado todos esos pasos.

P.:–O sea, lo que antes tardabas muchos dias y colas ahora ¿en cuanto tiempo lo puedes gestionar tú desde tu punto PAIT?

R.:–En cuatro o cinco días. Bueno, ponle que de demore algo por el Registro, que no sabes lo que te va a tardar, y digamos que en 7 dias constituyes tu empresa. Pero este caso real que te pongo de ejemplo el miércoles de la semana pasada me dijeron que tenía que firmar la documentación. El viernes ya teníamos todo solucionado y hoy lunes ya están trabajando y tienen los empleados dados de alta en la sociedad, todos los registros necesarios para poder funcionar.

P.:–Y antes ¿cuánto podía tardar una persona física en hacer esas gestiones?

R.:–Dos semanas mínimo no te las quitaba nadie. Pon colas, esperas en el Registro, ir al Notario incluso dos veces. Tenías que ir al Registro Mercantil, presentarte en el banco aportando un dinero, certificado bancario, liquidación de impuestos, firmaba un notario, escrituras físicas… Ahora, vía telemática, muchos de esos pasos me los salto, porque yo no tengo que hacer colas, envío esta documentación desde este ordenador y llegan los papeles al Registro, allí pueden tardar algo en mirarlos, pero nos evitamos papeleo, ya que va todo por ordenador, viajes y desplazamientos físicos, esperas. En el mismo día puedo tener yo toda la documentación, así que cuando voy yo a notaría tengo ya toda la documentación lista. Pon que haya que esperar unos dias para que se revisen los papeles en Registro, Notaría… pero ya no vas dos veces a la notaría, haces un paso por internet, y cuando vas ya físicamente ya llevas todos los papeles.

Antes esto era impensable.

Segunda ventaja economía. Notaría, impuestos y registro. Nos evitamos todos los trámites de gestoría. Yo te puedo hacer todos esos trámites y eso es una ventaja más que nos dá rapidez y agilidad.

P.:–¿Cuántos PAIT hay?

R.:–En La Bañeza solo estoy yo, de momento, aunque en un futuro podría haber más.

P.:–¿Y cómo te hiciste PAIT?

R.:–Me lo comentaron, lo solicité, hice una prueba, y me lo concedieron.

Esto hay información en www.circe.es buscas información como usuario y te localiza los PAIT más cercanos. En La Bañeza (teclea en el ordenador y espera unos segundos al resultado de ls búsqueda) ¿ves?. Aparezco yo.

P.:–¿Y la creación de la empresa cuanto cuesta?

R.:–Yo como PAIT ese asesoramiento te lo tengo que dar gratis. Me he comprometido, para ser PAIT, a ofrecer ese asesoramiento gratuito a todas las personas que vengan aquí. Tengo que dar los trámites gratuitos, los trámites de creación, porque yo estoy utilizando una herramienta que ellos me dan. Otra cosa es que yo te preste otra serie de servicios antes, después, durante… y claro, por esos servicios que te ofrece mi empresa, te cobre un dinero, pero eso ya sería hablarlo en cada caso con cada cliente y ver qué servicios míos requiere, pero el asesoramiento y los trámites de creación son gratuitos.

P.:–¿Desde cuando eres PAIT?

R.:–Yo empecé con esta gestión para solicitarlo, a principios de año. Pero ser PAIT desde mes y medio.

P.:–Como PAIT, que ya llevas más de un mes funcionando y, aunque aún no sea muy conocido, porque aún no te había hecho esta entrevista para darlo a conocer a la gente, me has dicho que ya te han venido personas con ideas para constituir una empresa. De hecho me has mostrado un ejemplo concreto en esa carpeta, así que me podrás decir si hay muchas ideas y ¿cómo son esas ideas? ¿hay mucho joven empresario con proyectos o la gente es más mayor los que se ponen a crear una empresa? , y si fallan muchos proyectos antes de constituirse o ven todos la luz.

R.:–Pues hay muchos proyectos que fallan, que no salen a la luz. El noventa y muchos por ciento de gente que viene aquí se centra en las subvenciones y basa el montar la empresa o el ampliar en ‘me dan, aprovecho y compro’, y eso no es así, porque no siempre te dan. Así que uno no puede basar su proyecto en recibir algo, en que le den algo. Hay que venir ‘tengo una idea’ buena, mala o repetitiva. De hostelería, de otro tipo de negocio, de lo que sea. ‘¿Dónde voy a ubicarla? ¿Voy a necesitar un local? ¿En qué zona? ¿De qué superficie?’ .Eso lo tiene la gente más o menos pensado. Luego yo les hago un plan de viabilidad, miramos números, lo que se podría vender y ganar en ese negocio para presentarle unas cifras al banco para solicitar un préstamo o lo que fuera. Un bar, cafetería, restaurante, o cualquier otro negocio, como un periódico, como el tuyo, van a necesitar un mobiliario, una maquinaria para funcionar, y hay que estudiar y calcular la inversión inicial que vamos a tener que hacer para poner en marcha ese local, aunque luego trabajes en él tú y tu mujer. Para obtener dinero para que te den esa serie de equipamiento puedes necesitar un préstamo, ¿Quién te va a financiar? Puede que logres ayudas, subvenciones, o puede que sólo puedas contar con un banco. Y para que te dé el banco eso dinero le tienes que convencer, con cifras, con previsiones de negocio, de que vas a poder devolver ese dinero. Yo en COTAPYME, pero eso te lo puede hacer cualquier asesoría (eso ya son unos estudios, unos trabajos que suponen unos costes añadidos), te puedo hacer una serie de cálculos y ver si es viable o va a ser viable ese negocio y llevando esos números al banco puedes lograr que te den el préstamo mejor que si vas sin nada, pues al director del banco cuando le vas a pedir dinero le interesa tener una serie de garantías de que se lo vas a poder devolver con intereses. Por eso te digo que hay muchas ideas que vienen aquí y no pasan ese primer paso. Si una vez has salvado esa barrera de la financiación del banco, podemos dar un segundo paso. ¿Qué es lo que yo tengo? ‘Esto, con esta financiación’. Entonces el segundo paso es abordar que forma nos interesa, sociedad limitada, sociedad limitada nueva empresa… etc.

P.:–¿Qué es una sociedad limitada nueva empresa? Porque es la primera vez que oigo hablar de ella. De C.B., s.l., s.lu, s.a sí, pero s.l-nueva empresa.

R.:–Sociedad limitada nueva empresa es una nueva fórmula que ofrece varias ventajas. Tiene menores costes, sus trámites son mucho más rápidos. Tiene una deducción fiscal muy importante. Si tú tienes en mente constituir una empresa, bajo esta fórmula puedes invertir dinero y puedes deducir un porcentaje. Es como si fuera la cuenta vivienda que te abres cuando tienes en mente comprar una vivienda, pues un tipo de cuenta similar, pero destinada a montar una nueva empresa. Compromiso, que en como mucho cuatro años los fondos de esa cuenta los vas a dedicar a la inversión de esa empresa. Tiene facilidad para aplazamientos. Eso sí, conlleva que el nombre de la empresa esté vinculado al apellido o nombre de los socios, aunque tú puedes constituirla así y luego en un futuro cambiarte de personalidad jurídica y constituir una sociedad limitada a secas, o lo que quieras.

lunes, 22 de marzo de 2010

Fernando Carrera, un hombre bueno y desinteresado‏

José Cruz Cabo.-Aunque durante muchos años Fernando Carrera tuvo una satrería, en la calle hoy "Vía de la Plata," denominada sastrería "El Americano", a Fernando comencé a tratarlo cuando junto con Delfín fue nombrado concejal por el tercio de entidades, allá por los inicios de los años 70, cuando Leandro Sarmiento era alcalde de la ciudad. en ese tiempo pude comprobar, su hombría de bien, su bondad y sus enormes ganas de trabajar por La Bañeza. Hay que tener en cuenta que en aquellos años, ni el alcalde, ni los concejales, cobraban por sus trabajos en pro de la comunidad, más bien ponían dinero de su bolsillo algunas veces, porque unas conferencias no se iba a andar pasando cinco pesetas en una factura al municipio, un viaje que se hacía con el coche de uno, no ibas a pedir una factura en la gasolinera por tan poco dinero, y así en muchas cosas que eran para bien de la ciudad pero se ponía del bolsillo de los concejales. Habiendo conseguido Delfín formar la banda de cornetas y tambores, se trataba de confeccionar el uniforme para la misma, y como Fernando era concejal y la ley municipal impedía que a un miembro de la Corporación se le encargaran trabajos para la misma, Leandro le dijo a Delfín que no le diera a Fernando la confección de los trajes. Recuerdo, por estar presente, que Delfín le comentó a Fernando, ya sabes que no te puedo encargar los trajes porque eres concejal, y Fernando le contestó: "ni tú me los puedes encargar, ni yo te los aceptaría".
Y es que en aquellos tiempos el trabajo de concejal era, además de gratis, una manera de perder dinero, porque como representante municipal el ayuntamiento no te podía encargar nada y ni la persona interesada lo aceptaba, por eso en estos tiempos que el ayuntamiento es una vaca a la que ordeñar, nadie puede entender que durante muchos años, ni los concejales ni el alcalde tenían sueldo o comisiones por asistir a los plenos o realizar los trabajos de su concejalía, eso era un esfuerzo que se hacía después del trabajo y de forma desinteresada.
A partir de ese tiempo de concejal, Fernando Carrera y yo, fuimos muy buenos amigos y cuando falleció demasiado joven, sentí su muerte profundamente ya que además perdía a un buen amigo. Por eso quuiero dejar claro que Fernado fue siempre un hombre fiel, leal a su ciudad y una gran persona que supo granjearse, mientras vivió, la simpatía y el afecto de sus compañeros y conciudadanos.

martes, 26 de enero de 2010

José Marcos de Segovia: un bañezano muy importante para su tierra

José Cruz Cabo.- Don José Marcos de Segovia nació en nuestra ciudad y estudió su carrera de Derecho en Valladolid. en 1925, casi recién terminada su carrera, fue Diputado Provincial por la jurisdicción de esta zona y en 1927, sacó las oposiciones de Secretario de Primera y se hizo cargo de la secretaría del ayuntamiento de la ciudad que le vio nacer, donde estuvo hasta septiembre de 1957, que fue trasladado a la Secretaría de la Diputación Provincial de Zamora donde se jubiló.

Pero Don José Marcos fue otras muchas cosas en su tierra, hombre muy interesado en la historia, fue uno de los primeros investigadores de la historia de su ciudad, publicó “Efemérides Bañezanas, que fue el primer libro sobre la historia de La Bañeza y a partir de ahí fueron indagando otros como Conrado Blanco, que le sustituyó como Cronista, o el Padre Albano. También escribió otro libro sobre la devoción mariana en nuestra comarca. Pero además fue presidente de la ya hoy desaparecida cofradía Sacramental. También fue Juez de la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de la Cofradía de la Santa Vera Cruz. Cuando ya casi no quedaban cofrades en esta hermandad de la Vera Cruz, pues solo podían pertenecer veinte hombres y de probada buena vida, se le ocurrió hacer socios a unos cuantos jóvenes con objeto de que no desapareciera y, gracias a que fue tan previsor, hoy la Cofradía ha podido volver a procesionar y a funcionar como tal.

Don José Marcos escribió mucho y bien sobre nuestra ciudad, no solo en varios semanarios locales, y de manera más constante y bastantes años en “El Adelanto”, con sus crónicas de historia, que siempre firmó Salvador Ferreras Mansilla, sino sobre cosas de protocolo bañezano, en las que firmaba “Cosme Rojas”, y de otras muchas materias con el seudónimo J. M. de S. También escribió en el Diario de León, en la Gaceta Municipal nacional y en otros muchos periódicos de esa época tanto a nivel provincial como nacional. Fue nombrado el primer Cronista Oficial de La Bañeza, cargo que después pasó a Conrado Blanco y recibió la medalla de Plata de la ciudad, en los años 50. En 1966, ya jubilado de su profesión, fue nombrado subdirector de “El Adelanto Bañezano”, que dejó en 1968, cuando la enfermedad que le llevó a la tumba en 1975, ya comenzaba a darle guerra y a ir perdiendo la memoria. Fue el que se encargó de realizar los tramites oficiales para cambiar el apellido tanto del entonces Sacaojos, como de Alija de los Melones, pasando el primero a ser Santiago de la Valduerna y el segundo Alija del Infantado. El ayuntamiento como último honor concedido a Don José, le puso su nombre a la calle que partiendo de la Avenida Vía de la Plata, va hasta Santiago de la Valduerna, por lo que la Calle José Marcos de Segovia es una de las más largas de la ciudad. Fue presidente fundador de la Asociación Cultural Juan de Ferreras, que tenía su sede en la casa cultural de Juan de Mansilla. Después pasó a llamarse de Estudios Bañezanos y hoy prácticamente está desaparecida. También fue el promotor de la primera exposición de arte sacro que se realizó en La Bañeza y él junto a Don Nicolás Benavides, otro gran bañezano y Don Luis Vigal, farmacéutico, fueron los que convencieron a Don Francisco, aquel maravilloso párroco de nuestra ciudad, de que la imagen de la Piedad, que hoy se venera en Santa María como la imagen más importante de la imaginería local, era una imagen que tenía que estar realizada por la Escuela de Gregorio Fernández en Valladolid, ya que La Quinta Angustias vallisoletana, que era de Gregorio Fernández tenía muchos puntos en común con la nuestra. Después se descubriría el contrato.

Fue fundador de periódicos y revistas, fue una persona de gran valía pero también de gran bondad y con un cristianismo a prueba de bombas, le llevó siempre a ayudar a los que lo necesitaban. Hombre sencillo, amable, de gran cultura y atento a todo lo que podía reportar un beneficio a su ciudad, no dudó en perder dinero si con ello lo ganaba La Bañeza. El terreno donde hoy se asientan los Colegios Ornia y San José de Calasanz, así como el cuartel de la Guardia Civil, lo entregó él al ayuntamiento en los años 20, para que se hiciera la Plaza del Ganado, que luego desapareció en los años sesenta, para hacer los colegios antes dichos. Perteneció al colegio nacional de secretarios y al de Historiadores de España. Dio muchas conferencias tanto en su ciudad como en otras muchas partes de España. Tenía una gran biblioteca, de la que a mí me dejó varios libros, muy interesantes. Yo le comencé a tratar, cuando en 1948 el semanario local pasó a imprimirse en Gráficas Rafael y comenzó su segunda andadura, hasta hoy, aunque ahora ya no estemos los de siempre por designación caciquil. La letra de Don José era muy pequeña y en algunas ocasiones no entendíamos alguna palabra y tenía que ir yo al ayuntamiento a que me dijera la palabra que era y, a raiz de esto, comencé a tratarlo, y ya no pude por menos que tenerle afecto, simpatía y honrarme con su amistad que ya no finalizó hasta su muerte, pues cuando fue el subdirector de nuestro semanario, todas las semanas venia a la redacción con sus artículos y comentábamos los que había para esa semana y después me daba carta blanca para montarlos e insertarlos en las páginas que a mi me pareciera. Su sonrisa y su amabilidad son cosas que nunca olvidaré, por eso quiero que la memoria de este maravilloso hombre bañezano, no la olvide nadie en futuras generaciones, pues personas como Don José Marcos, son las que hacen grande a una ciudad.