martes, 26 de enero de 2010

José Marcos de Segovia: un bañezano muy importante para su tierra

José Cruz Cabo.- Don José Marcos de Segovia nació en nuestra ciudad y estudió su carrera de Derecho en Valladolid. en 1925, casi recién terminada su carrera, fue Diputado Provincial por la jurisdicción de esta zona y en 1927, sacó las oposiciones de Secretario de Primera y se hizo cargo de la secretaría del ayuntamiento de la ciudad que le vio nacer, donde estuvo hasta septiembre de 1957, que fue trasladado a la Secretaría de la Diputación Provincial de Zamora donde se jubiló.

Pero Don José Marcos fue otras muchas cosas en su tierra, hombre muy interesado en la historia, fue uno de los primeros investigadores de la historia de su ciudad, publicó “Efemérides Bañezanas, que fue el primer libro sobre la historia de La Bañeza y a partir de ahí fueron indagando otros como Conrado Blanco, que le sustituyó como Cronista, o el Padre Albano. También escribió otro libro sobre la devoción mariana en nuestra comarca. Pero además fue presidente de la ya hoy desaparecida cofradía Sacramental. También fue Juez de la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de la Cofradía de la Santa Vera Cruz. Cuando ya casi no quedaban cofrades en esta hermandad de la Vera Cruz, pues solo podían pertenecer veinte hombres y de probada buena vida, se le ocurrió hacer socios a unos cuantos jóvenes con objeto de que no desapareciera y, gracias a que fue tan previsor, hoy la Cofradía ha podido volver a procesionar y a funcionar como tal.

Don José Marcos escribió mucho y bien sobre nuestra ciudad, no solo en varios semanarios locales, y de manera más constante y bastantes años en “El Adelanto”, con sus crónicas de historia, que siempre firmó Salvador Ferreras Mansilla, sino sobre cosas de protocolo bañezano, en las que firmaba “Cosme Rojas”, y de otras muchas materias con el seudónimo J. M. de S. También escribió en el Diario de León, en la Gaceta Municipal nacional y en otros muchos periódicos de esa época tanto a nivel provincial como nacional. Fue nombrado el primer Cronista Oficial de La Bañeza, cargo que después pasó a Conrado Blanco y recibió la medalla de Plata de la ciudad, en los años 50. En 1966, ya jubilado de su profesión, fue nombrado subdirector de “El Adelanto Bañezano”, que dejó en 1968, cuando la enfermedad que le llevó a la tumba en 1975, ya comenzaba a darle guerra y a ir perdiendo la memoria. Fue el que se encargó de realizar los tramites oficiales para cambiar el apellido tanto del entonces Sacaojos, como de Alija de los Melones, pasando el primero a ser Santiago de la Valduerna y el segundo Alija del Infantado. El ayuntamiento como último honor concedido a Don José, le puso su nombre a la calle que partiendo de la Avenida Vía de la Plata, va hasta Santiago de la Valduerna, por lo que la Calle José Marcos de Segovia es una de las más largas de la ciudad. Fue presidente fundador de la Asociación Cultural Juan de Ferreras, que tenía su sede en la casa cultural de Juan de Mansilla. Después pasó a llamarse de Estudios Bañezanos y hoy prácticamente está desaparecida. También fue el promotor de la primera exposición de arte sacro que se realizó en La Bañeza y él junto a Don Nicolás Benavides, otro gran bañezano y Don Luis Vigal, farmacéutico, fueron los que convencieron a Don Francisco, aquel maravilloso párroco de nuestra ciudad, de que la imagen de la Piedad, que hoy se venera en Santa María como la imagen más importante de la imaginería local, era una imagen que tenía que estar realizada por la Escuela de Gregorio Fernández en Valladolid, ya que La Quinta Angustias vallisoletana, que era de Gregorio Fernández tenía muchos puntos en común con la nuestra. Después se descubriría el contrato.

Fue fundador de periódicos y revistas, fue una persona de gran valía pero también de gran bondad y con un cristianismo a prueba de bombas, le llevó siempre a ayudar a los que lo necesitaban. Hombre sencillo, amable, de gran cultura y atento a todo lo que podía reportar un beneficio a su ciudad, no dudó en perder dinero si con ello lo ganaba La Bañeza. El terreno donde hoy se asientan los Colegios Ornia y San José de Calasanz, así como el cuartel de la Guardia Civil, lo entregó él al ayuntamiento en los años 20, para que se hiciera la Plaza del Ganado, que luego desapareció en los años sesenta, para hacer los colegios antes dichos. Perteneció al colegio nacional de secretarios y al de Historiadores de España. Dio muchas conferencias tanto en su ciudad como en otras muchas partes de España. Tenía una gran biblioteca, de la que a mí me dejó varios libros, muy interesantes. Yo le comencé a tratar, cuando en 1948 el semanario local pasó a imprimirse en Gráficas Rafael y comenzó su segunda andadura, hasta hoy, aunque ahora ya no estemos los de siempre por designación caciquil. La letra de Don José era muy pequeña y en algunas ocasiones no entendíamos alguna palabra y tenía que ir yo al ayuntamiento a que me dijera la palabra que era y, a raiz de esto, comencé a tratarlo, y ya no pude por menos que tenerle afecto, simpatía y honrarme con su amistad que ya no finalizó hasta su muerte, pues cuando fue el subdirector de nuestro semanario, todas las semanas venia a la redacción con sus artículos y comentábamos los que había para esa semana y después me daba carta blanca para montarlos e insertarlos en las páginas que a mi me pareciera. Su sonrisa y su amabilidad son cosas que nunca olvidaré, por eso quiero que la memoria de este maravilloso hombre bañezano, no la olvide nadie en futuras generaciones, pues personas como Don José Marcos, son las que hacen grande a una ciudad.