jueves, 19 de enero de 2017

Desayuno con…llamaradas y celadas‏

Félix Asensio
Ha transcurrido casi un año del triste suceso, llamaradas incluidas, que amenazaron con la destrucción de nuestra mítica calle del Reloj. A punto estuvo de extinguirse un espacio intergeneracional que pertenece a todos los bañezanos y lugareños. Espacios como desde el que les hablo hoy, entre otros, estuvieron en grave peligro. No puedo evitar que se me aparezca la imagen de nuestra querida calle convertida en humeantes montones de ruinas calcinadas. Sobre ellas, se agolpan los recuerdos, sentimientos y la historia de una parte de la ciudad.
Situación la descrita, que afortunadamente no se cumplió, quedando en un serio disgusto para las familias afectadas. No hubo daños personales, aunque si en sus negocios y viviendas. Daños físicos solucionables, pero no pueden olvidarse los valores inmateriales, especialmente los recuerdos y objetos que nunca podrán reponerse. Pudo ser más grave, sin la intervención generada por esos voluntarios valientes de nuestra ciudad. Ellos, dotados casi con una regadera, permítanme la ironía, aguantaron las llamas, hasta la llegada de los bomberos profesionales de la capital.
La sensación que anidó en muchos de nosotros después del siniestro fin de año, mezclaba la indignación con el sentimiento de abandono histórico, la irresponsabilidad con la desidia, la torpeza con la incapacidad, de aquellos que debieran haber activado servicios públicos más próximos a los ciudadanos que lo pagan y mantienen con sus impuestos. Algo tendrá que ver sin duda la capacidad de la población de alzar la voz para reclamar lo que en justicia les corresponde. No soy demasiado optimista, aún guardo la foto de nuestra plaza mayor en la que se había convocado a los vecinos de nuestra ciudad y comarca para apoyar una petición popular del parque de bomberos profesional. Nunca creí que nuestra plaza fuera tan grande y que tuviera tantos metros de baldosa…, vacía.
Cuando hablo de abandono histórico, me estoy refiriendo, claro está, a los ínclitos pensantes y actuantes de la Diputación, por cierto, administradores que nunca fueron elegidos por sufragio. Pensantes o técnicos situados a dedo por el mandamás de turno. Ahora parece que han decidido todo un plan sobre la instalación de parques profesionales de bomberos en los territorios de una provincia casi siempre olvidada. Cuando uno lee lo publicado por tan ilustre institución lo primero que se le ocurre es: “para este viaje no hacían falta alforjas”. Si como viene diciendo nuestro amigo Antonio-Odón Alonso, hubieran utilizado el compás, otro sería el resultado. Es más, incluso les sugiero el uso del cartabón y que sobre un mapa de los territorios simulen un triángulo, ya saben el de los dos catetos y una hipotenusa. Pues bien, si hubieran sido capaces de dibujar esta conocida figura geométrica, concretamente la que se conoce como triangulo escaleno, por tener los tres lados desiguales ya hubieran empezado a trazar una solución razonable.
Si además hubieran colocado los tres vértices sobre los tres puntos que bordean las comarcas cuyas capitales son Astorga, La Bañeza y Santa María del Páramo, habrían empezado a poner cordura y justicia en la solución. El día que les toco la clase de geometría en el cole, ustedes estaban enfermos y eso se nota. El lado más corto del triángulo imaginario, es el que está entre Santa María y La Bañeza. Entre ambas comarcas doblan largamente en poblaciones y habitantes a la despoblada comarca de Astorga.
Parecía fácil la solución, y sobre todo rápida. Ni lo uno ni lo otro. Ha sido tal el desprecio demostrado al sentido común, a la inteligencia, a los elementos medibles como: tiempo de respuesta, densidad demográfica, numero de poblaciones, y tantas otras que solo puede entenderse la decisión de los hombres del Sr.  Martínez malo, perdón Sr. Martínez Majo, como algo relacionado con un manifiesto contenido ideológico envuelto, eso sí, en papel de regalo, de color azul por supuesto.
Lo que los hombres sabios y adoctrinados del Sr. Martínez Majo, han decidido, no podrán sostenerlo en los datos objetivos, y no resistirían el más liviano análisis fundado en el rigor. Tiene muy poco que ver con criterios contrastables y medibles, respetuosos con los ciudadanos de una parte del territorio. Su decisión se acerca peligrosamente a un hecho que inevitablemente será entendido por los vecinos una vez más olvidados,como toda una gran celada y no de la vega precisamente… buenos y bañezanos días.
PD: léase celada como “engaño o fraude dispuesto con artificio o disimulo” según definición del DLE (diccionario de la lengua española) en su acepción 2ª

No hay comentarios: