jueves, 12 de enero de 2017

100.-La huelga general contra la Azucarera Bañezana en junio de 1933 y sus efectos.-(3)

foto: Ángel González González, concejal socialista y primer teniente de alcalde

En el transcurso de la huelga, comunicaba el día 1 de junio el alcalde bañezano al Jefe de línea de la Guardia Civil “rogándole retire de la vista del público la fuerza de su mando que presta servicio de vigilancia en la fábrica azucarera, sin perjuicio de tenerla en prevención en aquel lugar en previsión de cualquier ataque que se pudiera producir a la misma”. En la tarde de aquella fecha se desplazaría el gobernador civil a La Bañeza, acompañado de su secretario particular (el bañezano Anesio García Garrido), del presidente de los Jurados Mixtos del gremio de la Construcción y del agente de la Brigada Social señor Muñiz, para solucionar la huelga, aún activa, “ya que los huelguistas no cumplieron la promesa que ayer le hicieron de reintegrarse al trabajo esta mañana”, decía El Diario de León, que informaba el día 2 de que “ayer tarde, tras laboriosa gestión desde las tres hasta las dos y media de la mañana, quedó terminada la huelga en La Bañeza al aceptar patronos y trabajadores la fórmula propuesta por el gobernador. Por la mañana de hoy se han integrado al trabajo todos los obreros”.
Sobre aquellos días nos contaría Gabriel González González que “no hubo altercados ni daños, solamente que vino la Guardia de Asalto, y algunos comercios y bancos quisieron abrir, y el capitán de Asalto los visitó obligándoles a echar el cierre, y les dijo: ‘¿Qué quieren ustedes, que corra la sangre?...”. Cuando en febrero de 1934 los munícipes debatan sobre la construcción de una casa-cuartel para la Guardia Civil en La Bañeza, los concejales de la minoría socialista, que se oponen, dirán que “la fuerza que vino cuando la huelga de junio de 1933 pudo causar un día de luto, y debe conocerse quién ordenó que viniese”.
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Aquellas huelgas o paros parciales de la segunda quincena de mayo que derivaron en la general de los últimos días del mes tuvieron posteriores consecuencias, además de que el Consistorio abonara horas extraordinarias a los policías municipales por su trabajo en aquellas fechas, la cena del gobernador y cuatro señores más que lo acompañaron con motivo de la huelga (de 47,75 pesetas; del cubierto de Bernardo Cantón no se hizo cargo), y a Fernando Delgado Fernández 250 camas (pernoctas) que la Guardia Civil realizó entonces:
El 2 de junio la delegación provincial de Trabajo reclamaba del alcalde el pertinente interrogatorio estadístico de la última huelga; los días 9 y 12 se pedía del juzgado de Instrucción informe
de conducta y certificación de la contribución que paga Eugenio Sierra Fernández (trámites que acompañaban siempre al de encausamiento judicial, que ahora sufría como director del semanario socialista local Avance por desacato y por infringir desde el mismo la Ley de prensa, seguramente por cuestiones relacionadas con aquellas movilizaciones), y se citaba el 13 a Fernando Alba Flórez para comparecer a juicio el 19.
En el pleno municipal del día 14 se abonan jornales a obreros del ramo de la construcción colocados en las canteras municipales en virtud del pacto con el que se resolvió la huelga general, a los que se acuerda emplear por el Ayuntamiento en obras municipales (aceras, arreglo de calles,…), y mientras aquél carezca de trabajos emprendidos requerir a los patronos a que cumplan estricta-mente también ellos aquel pacto firmado ante el gobernador civil, estudiando la corporación entre tanto los que se puedan realizar, como la reparación de la avenida Pablo Iglesias, de cuyo proyecto ya se ocupa el arquitecto municipal y que se acuerda emprender en el siguiente pleno “para emplear en ella al mayor número de obreros, ocupándose incluso de la extracción de la piedra y la grava de las canteras”, como también “emplear obreros para el riego de los árboles plantados este año en los planteles municipales”. La obligada reparación de las escuelas (cuya duración se prevé en 45 días) aminorará también el paro obrero en la ciudad, aunque la subasta de las obras quede desierta y hayan de emprenderse con urgencia y por administración a mitad de julio, cuando de la consignación presupuestaria de 27.000 pesetas para dar empleo a los parados aquel año ya se habían gastado 15.000.
Se participaba el mismo 14 de junio desde el Consistorio a los presidentes de la Sociedad de Labradores y de la Patronal “que busquen la posible manera de atender a la colocación de obreros al menos en número de tres cada una de ellas”, y el 15 se notifica sobre empleo en el ramo de construcción y se cita a reunirse el día siguiente a las 8 de la noche al presidente de la Patronal Bañezana y al maestro de obras Pablo Beaumont (asesor en ocasiones para las municipales) y 10 más. A todos ellos y al presidente de la Federación Local de Sociedades Obreras, además de otros 17 (entre ellos industriales como José Perandones Cabo y José Cabello Fernández, Melchor Quiñones, y Manuel Fernández Raigada) se les comunica el día 17 tener reunión el lunes 19 con el gobernador sobre ocupación de obreros. Después, el 21, la autoridad provincial urgía al Ayuntamiento a proceder a la mayor brevedad al arreglo de calles para proporcionar trabajo a los obreros parados y citaba para el día 26 a las 18 horas a Herminio Berciano Castro (de Sacaojos, docente –aunque sin titulación- represaliado también por el franquismo; firmaba unas veces H. B. y otras con su nombre sus colaboraciones en el semanario socialista astorgano El Combate), Tomás Valverde, Eugenio Sierra Fernández y Alejandro Plaza Fernández (de la Federación Local de Sociedades Obreras los dos últimos).
Varios comerciantes bañezanos denunciaban el 15 ante el delegado de Trabajo a otros tantos por abrir sus tiendas el día del Corpus Christi (festivo, a lo que parece), después de haberse citado a la alcaldía al presidente de La Caridad el día 12 para tratar sobre cierre y apertura de establecimientos (el de su cooperativa, por lo que hacía a esta asociación). Se notifica el 22 a un alto número de vecinos (28) para que cumplan las Bases de Trabajo en los ultramarinos (algunos de ellos eran Simón Anta García -sería represaliado económicamente en 1941 al aplicarle la Ley de responsabilidades políticas-, Marceliano Montiel, Emilio Alonso Ferrero, Baudilio Fernández, Robustiano Pollán, Toribio Santos Santos, Elías Tagarro, Herminio de Paz,…), y enteraban por entonces desde el Jura-do Mixto de Comercio General a los alcaldes del partido judicial de La Bañeza (y seguramente de toda la provincia) sobre los preceptos y derechos laborales que rigen el sector. A mitad de julio volvería a requerirse a cinco de aquellos comerciantes para que respeten las disposiciones sobre descanso dominical, y se enviará a la delegación de Trabajo denuncia de Tomás Miranda Gervasi contra Enrique García por transgredirlas. De nuevo se urgirá por su observancia desde aquel organismo provincial a primeros de octubre, dirigiendo un escrito a la alcaldía bañezana para que proceda enérgicamente contra las infracciones de aquella normativa que se cometen aún en la ciudad, que, representada accidentalmente entonces por Ángel González, manifiesta en el bando emitido que “será inexorable proponiendo las sanciones que sus incumplimientos exijan”.
Se imponía el 20 de junio a Eugenio de Mata Alonso, José Seoanez Romero y Tomás del Riego Natal multa de 25 pesetas por infracción de la Ley de términos municipales; desde el Sindicato de Trabajadores de la Tierra denunciaba su presidente el 2 de julio a cuatro patronos agrícolas (Miguel Fuertes Valderrey, de la Sociedad de Labradores, y Ramón Sevilla, de la Asociación de Agricultores de La Bañeza y su Región, entre ellos), y el día 5 del mismo mes despachaba la delegación provincial de Trabajo una circular sobre la vigencia de aquella Ley, cuyo incumplimiento (en especial por la Azucarera Bañezana) había estado en el origen de los paros y la huelga, tras los que se reforzó la importancia de las Bases de Trabajo y su acatamiento, como denotaría que se enviara el día 4 desde el Consistorio bañezano a los alcaldes del partido, al presidente de la Patronal, al del Sindicato de Trabajadores de la Tierra, y al de la Sociedad de Labradores, copia del telegrama del delegado de Trabajo sobre las Bases de trabajos del campo; que se crearan a la altura del 21 de julio comisiones mixtas inspectoras con representación de las asociaciones patronales y obreras; la atención a las denuncias y protestas el 31 de los dependientes de las peluquerías bañezanas “contra el poder de los patronos peluqueros que no respetan la jornada” (cuya relación de infractores solicitarían el 23 de agosto desde el organismo laboral de la provincia); y el establecimiento de un pacto entre los farmacéuticos y los auxiliares de farmacia que se aprobaba el día primero de aquel mes por la presidencia de los Jurados Mixtos de Trabajo de León, después de que el 4 de julio se le hubieren remitido los horarios de las farmacias de la ciudad.

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