El maestro don Servando Juárez Prieto
Enseñanza Faustina
Álvarez García proponía en su ponencia La
maestra leonesa frente al problema del analfabetismo la impartición de
clases de adultos mixtas en los pueblos, aquellos en los que las escuelas eran
el único centro de cultura.
Se reorganizaban
cuando acababa el mes de noviembre de 1932 las clases complementarias y de
adultos a impartir por maestros, voluntariamente y percibiendo la correspondiente
gratificación, en graduadas y unitarias, y con dos niveles de enseñanza. Una y
otra labor se denominan ahora Obra de Extensión Escolar encomendada al
magisterio, y en ella las maestras solo podrán impartir la formación si en la
misma localidad no hay maestros disponibles o dispuestos para hacerlo.
Mediado enero de 1933 se había celebrado en Nogarejas un
acto cultural con motivo de inaugurarse las Clases Nocturnas de Adultos, que
aquel año admitirían también a mujeres, y comenzaban en La Bañeza con gran
asistencia de alumnos, después de que se acordara en el pleno municipal del 18
denunciar al Consejo provincial y a la Inspección de Primera Enseñanza que “a
pesar de haberse iniciado en todas partes las escuelas para adultos desde el
pasado 1 de diciembre, allí aún no lo han hecho”, y se apuntara que “el año
pasado el maestro Antonio Juárez Crespo no dio ninguna clase, por carecer los
locales de luz eléctrica”, y que “los maestros se han comprometido a darlas,
para mujeres y hombres, y cobran por ello, pero inexplicablemente no lo están
haciendo”. De hecho, se notifica el día 16 a Bernardo Cantón, responsable de la
Electra Bañezana, para que dote las escuelas de corriente, aunque todavía en el
pleno municipal del 18 de octubre se acordará “reparar las puertas de las
escuelas, e instalar el alumbrado, para que las de adultos, próximas a abrirse,
dispongan de luces”. Se las dotó por fin (la cuenta de su instalación se
presenta en la sesión municipal del día 16 de noviembre), de tal manera que el
11 de aquel mes se hacía preciso comunicar a la maestra directora de la escuela
graduada de niñas el ruego de que “se sirva no dejar encendidas las lámparas
una vez terminadas las clases”.
El 21 de noviembre de 1933 la Sección Administrativa de
Primera Enseñanza trasladaba a los habilitados de los partidos que “por
insuficiencia de presupuesto formalicen las nóminas de la enseñanza de adultos
para noviembre solo por los 20 días transcurridos, y no remitan otras hasta
nueva orden”, lo que sería aprovechado por la prensa derechista leonesa y
bañezana para criticar agriamente una vez más las disposiciones del ministerio
del ramo restrictivas de la enseñanza religiosa.
Según la circular sobre enseñanza de adultos emitida a
primeros de noviembre de 1935, la Dirección General declaraba obligatoria la
impartición de clases de adultos (que durarán cinco meses, desde noviembre al
fin de marzo, con dos horas por día, algún tiempo después de terminada la jornada
de trabajo de los alumnos asistentes) para todos los maestros que sirven
escuelas de niños y mixtas. Las maestras no las pueden impartir, salvo que lo
hagan gratuitamente y cuenten con autorización de la Inspección. “La Dirección
General no ignora el mayor trabajo que los maestros han de desplegar durante
los cinco meses de clases nocturnas, pero abriga la seguridad de que el bien
reconocido celo del magisterio español sabrá poner una vez más su gran
capacidad y entusiasmo en beneficio de la República española”, dice la
disposición. También en el bañezano Colegio
del Niño Jesús (que sigue rigiendo el maestro y desde el 15 de octubre de 1934
concejal Servando Juárez Prieto) han dado comienzo las clases de adultos, se
dice, cuando noviembre finaliza. En cuanto a las escuelas públicas, en el pleno
del 18 de diciembre acuerda la corporación bañezana abonar una cuenta de
12,15 pesetas por lámparas para las escuelas
nocturnas de adultos.
Expone en la disertación que el día 2 de diciembre de aquel año ofrecía en los
locales del Orfeón Leonés José María Vicente López, director de la Escuela
Normal del Magisterio de León (ya lo era en 1929), que “no es la provincia
leonesa la española con más analfabetos; regiones como las de Riaño y Murias
tienen el mínimo, comparado con los demás partidos judiciales (incluido el de
Barcelona), aunque el porcentaje es en El Bierzo aún del 60 %. En la capital hay analfabetos en los barrios
obreros, y la Normal se dispone a realizar su estadística para llevarlos a la
escuela especial que va a crear en un anexo de su edificio”. Cuenta además con
el proyecto de instalar cantinas escolares en León, en las que permanecerán los
niños desde las 9 de la mañana a las 5 de la tarde, “poniendo en práctica una
obra de solidaridad humana (no de misericordia), pues si se consiguiera que
pobres y ricos comieran juntos, cuan distantes estarían de odiarse cuando son
mayores”. Pretende también la Escuela Normal ensanchar la cultura en las
sociedades obreras y en los pueblos, contando ya con algunos aparatos
adecuados, y proyecta hacerlo también con el Museo Pedagógico, que puede
desarrollar una labor intensa en la provincia, aunque hoy sus salones estén
completamente vacíos, aspirando a que pronto lleguen fechas en que pueda
organizar cursillos para que los maestros estén al día en los modernos métodos
de enseñanza.
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