jueves, 23 de noviembre de 2017

Nunca me pidió pregonar el ayuntamiento


José Cruz Cabo
A lo largo de mi vida periodística, nunca me pidieron pregonar ni las fiestas de la patrona ni los carnavales, a pesar que tenia una lista grande de cosas y personajes dignos de sacar a escena, por su entrega a estas fiestas entrañables.
Si me buscaron asociaciones y la misma parroquia de Santa María para presentar a personas o entidades que iban a realizar alguna cosa en dicha iglesia. También cuando tuve que leer la pasión completa desde el púlpito, el primer Viernes Santo que se celebraron los oficios por la tarde, también siendo joven el  Evangelio de la misa de 9,30 en Santa María que todavía se leia en latín y yo lo leia en castellano desde los bancos, para todas las ramas de Acción Católica. Fui fundador de los cursillos prematrimoniales que fundo D. Francisco, con Enrique Sors, Luis Santos, Josefina Combarros y Julio Tagarro la parte médica de los mismos. No se si se seguirán dando.
También he dado conferencias sobre El Adelanto, una en la Biblioteca para las antiguas amas de casa y otra en el Polvorín, también sobre la Vera Cruz en el salón del hoy centro de las Tierras Bañezanas. Otra sobre el mejor escritor en la semana que se le dedicó en la Biblioteca que ha tenido nuestra ciudad, como fue José Luis Baeza.
El año 1990 el quinto año que se celebraba el pregón de Semana Santa, que inventó el gran sacerdote Arturo Cabo Carrasco, como otras muchas cosas. Este año tenía ya apalabrado el mismo con el bañezano, entonces miembro del Tribunal Constitucional,, el Magistrado García Calvo y dos días antes de la fecha se murió en Madrid su hija y bajó Arturo Cabo a Gráficas Nino, donde yo trabajaba y nos dijo a Nino y a mi, “no se que hacer si suspender el pregón de este año dado que García Calvo no puede porque ha tenido esta desgracia”.
Yo le dije: “no se puede suspender ahora que ya es el quinto año, si Nino me deja libre el día de mañana, yo te preparó el pregón y lo doy yo para que no se pierda la costumbre, en La Bañeza no se puede suspender nada bueno”.
Nino dijo que por él no había problemas y me dio ese día libre. Preparé un pregón de unos veinte minutos y al finalizar la misa de ocho de la tarde de ese día en El Salvador, salía una señora de misa y otra entraba para oir el pregón y le dijo, “Pero no re quedas a escuchar el pregón?” y le contestó a la velocidad que da las crónicas en Radio Astorga no se le entenderá nada” y la otra le dijo anda entra conmigo ya veras como te gusta. El pregón lo di, después de que Don Arturo explicara el cambio y al finalizar yo el pregón, la señora le dijo a la otra, después de haber aplaudido a rabiar, “anda que sino eres tu me pierdo un pregón precioso”

No hay comentarios: