En La última
gesta. Los republicanos que vencieron a Hitler (1939-1945) (Aguilar, 2006),
el historiador Secundino Serrano cuenta el papel decisivo que desempeñaron tres
leoneses contra la ocupación nazi de Francia: El maestro y guerrillero Julián
García Villapadierna luchó con las tropas francesas y fue uno de los escasos
supervivientes. También el leonés Teodoro González, alias Fernando, combatió
contra las tropas de Hitler y falleció luchando en junio del 44 en Fôret de
Saint-Léger. Por último, “el concejal del Partido Comunista en La Bañeza”
Erasmo Díez Zapico, que huyó a Francia tras el fin de la Guerra Civil, se unió
al ejército francés, y fue uno de los republicanos que entró en España con las
invasiones del valle de Arán.
Tan solo 22
comunistas se proclamaron candidatos en todo el país en las elecciones a Cortes
Constituyentes del 28 de junio de 1931 (67 concejales de esta ideología habían
sido elegidos en las municipales del 12 de abril, y un único diputado comunista,
por Málaga, obtendrá escaño en las Cortes de 1933, para alcanzarlo 17 en las de
febrero de 1936), ninguno en León, como ya había ocurrido en las citadas de
abril y ocurriría en las siguientes. En la provincia las derechas no saben entonces
a quién votar, después de la abstención de los que eran aspirantes de Acción
Nacional que deja como protagonistas casi exclusivos de la vida pública a los
republicanos ante el desprestigio y el retraimiento de los monárquicos.
El Partido
Socialista nunca fue numeroso durante la Segunda República en el territorio
leonés, aunque llegó a tener en él unas 50 agrupaciones que sumaban 1.487
afiliados en 1932, cifra que aumentaría en los años siguientes. Los escasos
comunistas en el país y en nuestra provincia, donde su partido no cuajó hasta
después de iniciada la guerra civil, debieron de serlo más aún (casi
testimoniales) en la comarca bañezana, y de hecho de los más de 400 represaliados
después de julio de 1936 que en nuestro primer volumen hemos censado no tenemos
constancia de que lo fueran más de cuatro (desperdigados y ni siquiera
unitarios, pues alguno era del POUM), y no hubo nunca, desde luego,
ningún “Erasmo Díez Zapico, concejal del Partido Comunista en La Bañeza, huido
a Francia tras el fin de la contienda y unido al ejército galo para ser uno de
los republicanos que entraran en España con las fallidas invasiones del valle
de Arán”, por más que así se haya publicado por aquel prestigioso historiador
leonés, que ha obtenido el dato de errados testimonios familiares (uno de los
hijos del guerrillero, residente en Burdeos), un error que ya llamó nuestra atención
hace unos años, que ha sido copiado y difundido luego por otros investigadores
(como el astorgano Alejandro M. Gallo, que ha novelado historias del maquis
en Asturias), y que, después de arduas indagaciones en el entorno local de
aquel personaje y de consultas con el historiador confundido y con la investigadora
francesa Evelyn Mesquida, de origen español y experta en la historia de la
resistencia francesa al nazismo y en la participación en ella de los
republicanos españoles, hemos tenido ocasión de corregir ahora:
En 1990 fallecía en
La Mata de Curueño (León), a los 81 años, Erasmo Díez Zapico, el resistente erróneamente
referido, sin ninguna vinculación con La Bañeza, donde no hubo en el periodo
republicano estructura comunista ni presencia municipal alguna de ningún
partido de tal signo, y no habría concejales comunistas (dos, Santiago Fonfría
Rodríguez y Gaspar Santos Santos) hasta las elecciones municipales de 1979.
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