viernes, 9 de noviembre de 2018

Los tiempos cambian que es una barbaridad.

José Cruz Cabo

En los años treinta los bañezanos teníamos las Escuelas de villa, abajo estábamos los chicos y en el primer piso las chicas el patio de juegos era interior pequeño para tantos como éramos de alumnos y las chicas bajaban al recreo a la Plaza de los Cacharros. los juegos no tenían nada que ver con los de ahora, entonces nos divertíamos con Toledo, las carpetas, a la una anda la mula y las chapas de las botellas que machacábamos hasta dejarlas lisas por ambos lados. Pintábamos en la acera un campo de fútbol y con las chapas le dábamos a una bolita para intentar meter gol en la portería contraria; el peón y el pite; las niñas sobretodo la comba. Para jugar al fútbol con un un puñado de periódicos o papel atados con una cuerda.
En las escuelas los chicos y las chicas estábamos separados  y casi no nos veiamos ni a la sakida de las clases, las monjas solo tenian niñas, que podian ser internas, externas y mediopensionists. La ciudad no tenía aguas y salvo los ricos que hacian wateres con una silla y un caldero debajo, teniamos que hacer nuestras necesidades en la calle y en casa en el orinal que luego se tiraba en la calle. La Bañeza no tuvo aguas corrientes hsta el año 1948, pero solo podian meter la acometida los ricos en toda la casa. Hasta que poco a poco todo el que tenia casa metía el agua detras de la puerta de entrada y ponia una pila para lavar, el agua en todas las casas y sobre todo en algunos barrios, salvo El Polvorin que la tuvo luego. no pudieron hacerlo hasta los años sesenta y con mucho sacrificio

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