sábado, 15 de abril de 2017

La Semana Santa ya no es la que conocí

José Cruz Cabo
No cabe duda que nuestra semana santa, ya no es la que yo conocí durante muchos años. Entonces no había bandas de cornetas, tampoco las cofradías usaban capuchones y las procesiones eran mucho más cortas que las de ahora, ya que se pujaba a hombros cada uno de los pasos. Mientras yo fui niño y adolescente, el domingo de Ramos, solo se salía desde la iglesia de Santa María hasta la plaza, donde se bendecían los ramos y se hacia una pequeña procesión. 
Pasados unos años, la Cofradía de Jesús compró el paso de La Borriquita y a partir de entonces se comenzó a hacer una procesión que salía de la iglesia de Jesús, en la Plaza Mayor se bendecían las palmas y los ramos y se iniciaba una procesión que entraba por la calle hoy de Conrado Blanco, daba la vuelta en la Plaza Obispo Alcolea para entrar en Padre Miguélez y a la iglesia, después se amplió hasta la calle Juan de Mansilla y a la iglesia, con bastante más rapidez que ahora dado que fue el primer paso que tuvo ruedas.El lunes el viacrucis se hacia en la iglesia de Santa María y capilla de Jesús. El martes no había procesión y el miércoles tampoco hasta que llegó la gran imagen de la Virgen de la Amargura, que inició su andadura por la calle Juan de Mansilla, la cárcel, la calle Santa Elena, el Jardín, Santa Lucia, Angustias, primo de Rivera, General Franco y Juan de Manilla hasta su capilla.
El jueves se celebraba el encuentro  de la Cofradía de la Vera Cruz, entre la Verónica y Jesús de la caída, Jesús venía por la calle Juan de Mansilla y la Verónica lo hacia por la entonces calle de la Verdura, Se encontraban en el embaldosado de la Plaza Mayor. Se había puesto un piano debajo del templete, que tocaba Don Rogelio y cantaban un grupo de señoritas jóvenes y muchachos también jóvenes. Finalizado el encuentro las imágenes entraban en la iglesia de Santa María y al finalizar el sermón las dos imágenes iban juntas por Juan de Mansilla hasta su capilla. El año 55 se cayó la capilla y esta procesión no se volvió a producir hasta finales del siglo 20 que esta cofradía ha vuelto con fuerza y ahora son tres las procesiones que realiza. El jueves por la tarde, salía el encuentro de Jesús Nazareno y la Virgen de las Angustias que se encontraban  a la altura de lo que hoy es el jardín de Odón y después las dos  cofradías juntas entraban en la iglesia de Santa María y al salir cada una para su capilla.
El Viernes santo la procesión de los Pasos de la Cofradía de Jesús, salía a las siete de la mañana y la Virgen de la Soledad iba por la calle Padre Miguélez a encontrarse con el Nazareno en la Plaza los cacharros, que entonces había todos los sábados cacharros. Mi padre Manolilllo cantaba las saetas hasta el año  45 que fue el último. Luego toda la procesión llegaba a la Plaza Mayor, paraban un buen rato para descansar mientras en la iglesia se decía el sermón. Por la tarde a las cinco, salía el Santo entierro con la urna de la cofradía de Las Angustias hasta la iglesia de Santa María, después del sermón volvían a  la capilla. A las nueve de la noche salía la Soledad, que hacia el mismo recorrido de las Angustias a Santa María y vuelta finalizado el sermón. El Domingo de Pascua, a las doce de la mañana salía la custodia con el Santísimo de Santa María, daba una vuelta por la Plaza bajo palio, con la cofradía del Sacramento y se volvía para celebrar la misa solemne y la bendición. No había música más que en el encuentro de la Vera Cruz, en el del jueves, en la procesión del entierro y algunos años en la de la madrugada de Jesús Nazareno el viernes, si conseguían convencer a la banda. El domingo la banda tocaba el himno nacional en la Plaza y si había bueno había un pequeño concierto en el templete a continuación de la Misa. El recogimiento y la seriedad estaban garantizadas en las procesiones.

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