JOSÉ CABAÑAS
Del libro LOS PROLEGÓMENOS DE LA TRAGEDIA
(Historia menuda y minuciosa de las gentes de las Tierras Bañezanas –
Valduerna, Valdería, vegas del Tuerto y el Jamuz, La Cabrera, el Páramo y la
Ribera del Órbigo- y de otras de la provincia de 1808 a 1936), recientemente
publicado en Ediciones del Lobo Sapiens por José Cabañas González.
(+ info en www.jiminiegos36.com)
En La Bañeza en 1939, según las
fichas de la Jefatura Superior de Policia de Valladolid, se señalan como
integrantes de la Masonería en el pasado a Eumenio Fernández Alonso (a quien se
da por fallecido, y cuya salud debía de estar ya muy quebrantada en la
primavera de 1936, cuando deja de asistir al consistorio frentepopulista de cuya Comisión Gestora formaba parte por el
partido Unión Republicana), Felipe Alonso Marcos, y Herminio Fernández de la
Poza, afiliado al Partido Republicano Radical y diputado enAstúrica (“se
le considera masón; sobre este individuo continúan las indagaciones”, figura en
el informe del camarada de Falange Española de las JONS en Valladolid, Enrique
García). Se incluye además en el mismo listado a David Escudero Martínez,
originario como su familia de Castrocalbón, maestro y socialista, a quien
también se reseña como fallecido (había sido fusilado en León en marzo de
1937); a Juan Clementino Díez González (propietario agrario, afiliado a
Izquierda Republicana; alcalde de Coyanza desde el 20 de marzo al 21 de julio
de 1936 y después represaliado con cárcel) y Modesto Redondo Prieto, natural de
Laguna de Negrillos, que aparece en 1912, con 32 años y de profesión artista,
como miembro de la logia Harmonía e Fraternidade de la ciudad de Belem, capital
del Estado Federal de Pará, en la República de Brasil, en la que era emigrante
(es posible que a su regreso se asentara en Valencia de Don Juan, pues allí lo
dan en aquellos documentos como fallecido); a Joaquín Delas Trabadillo, de Veguellina
(un informe de la Guardia Civil de su cuartel lo hace en el otoño de 1936
“responsable moral y director oculto allí del movimiento izquierdista”), a Juan
José Pérez Matanzo y Luís García Holgado, de Astorga, aunque el último (paseado el 21-09-1936, con 40 años, en
Baños de Montemayor, Salamanca) había residido por causa de su empleo de
Oficial de Correos y por unos años en la ciudad bañezana antes de ser concejal
en 1931 y de nuevo en 1934 en el ayuntamiento maragato, y según la retractación que en 1940 hace el
astorgano Mateo Tagarro, habría sido además miembro del Triángulo Asturica, y su iniciador en la
masonería. En el mismo listado se incluyen como masonas en León a tres mujeres,
Felisa de las Cuevas Canillas entre ellas, y de lo mismo se acusa a su hermana
Esperanza y a su padre Juan María de las Cuevas, fusilado éste en Puente Castro
el 23 de septiembre de 1936.
las Cortes
Constituyentes de 1931 y de quien tampoco hay prueba certera y fiable de su
adscripción masónica, aunque en alguna documentación se le incluye como integrante
del astorgano Triángulo 
Herminio Fernández de la Poza, que
jugaría un importante papel en la comarca bañezana en todo el periodo
republicano y en el bélico que le siguió, desposado con María Dolores Casado
Benito, falleció en Madrid en 1949, a los 58 años, habiendo sido “Coronel de
Artillería, Ex-Diputado a Cortes por León, y Ex-Comisario de Ferrocarriles”,
según muestra el mármol que cubre sus restos en el cementerio municipal de La
Bañeza, y es muy posible que la represión económica que padeció (antes de pasar
a ejercer importantes cargos en el Ejército franquista) fuera debida a las
sospechas de su pasado masónico o a su pertenencia al Partido Radical, sino lo
fue por ambos motivos.
Ni en aquel ni en ningún otro documento hallamos constancia de haber sido masón
el bañezano Isaac Nistal Blanco, emigrante retornado de América, socialista,
regidor municipal y alcalde circunstancial de su ciudad en alguna ocasión, y
ello contra la leyenda que le adjudicó, y aún le adjudica, tal adscripción en
base a un supuesto intercambio de saludos o contraseñas masónicas con el
comandante de las fuerzas nacionales
que en la tarde del 21 de julio de 1936 rindieron La Bañeza.
IMAGEN: Una de las contraseñas de reconocimiento entre masones.
Informaba el semanario bañezano El Adelanto al inicio de
julio de 1935 que la Guardia
Civil había detenido en Santa María del Páramo a Quintiliano García Castellanos
(socialista), sorprendido cuando cazaba palomas sin tener licencia para usar armas
de fuego, incautándosele de la escopeta, y en La Bañeza el clérigo que en las
páginas de aquella publicación “católica independiente” firma K-Vernícola se
sigue oponiendo a la mitad del mes a practicar la cristiana compasión con los
sentenciados capitales por los tribunales que continúan juzgando a los
revolucionarios de octubre del año anterior (también un periódico local
astorgano, que tenía a otro sacerdote en su redacción, había publicado el 7 de
noviembre de 1934 su decepción por la noticia de dos días antes según la cual,
después de tantos Consejos de Guerra aplicados a aquellos revoltosos se iban a
ejecutar “solo” dos penas de muerte) algunos
de los cuales eran aún perseguidos y detenidos, como Moisés Rodríguez Martínez,
de 30 años, complicado en los sucesos de la cuenca del Sil y apresado al
finalizar el mes por la Benemérita de Valencia de Don Juan), añadiendo en el
mismo número que “en la ciudad hemos progresado tanto que ya tenemos nuestro
puñadito de masones con mandil, cazo, borlas, secretitos y demás zarandajas
propias de la hermandad. No andan muy
lejos de la calle Juan de Mansilla y celebran sus tenidas con fervor de novicios. Han venido de León a adiestrarlos y
los ensayan de cuando en cuando. Son unos monísimos sujetos y ‘sujetas’… Como
seguramente este año no habrá festejos por la Patrona, dedicaremos un ejemplar
extraordinario a ocuparnos de la ‘confradía’ publicando para regocijo general
los nombres y apellidos, con pelos y señales, de los hermanos cofrades. Será un
número de mucha risa”.
Desconocemos si el
anunciado ejemplar llegó a publicarse, y también si de aquel asunto se dio más
información en algún numero ordinario; desde luego nada nuevo hemos hallado en
los restantes consultados. Es posible que el adiestramiento móvil (al estilo de la sección o logia ambulante Electricidad de la vieja Luz
de León) de aquellos novicios y novicias (como vimos, también hubo en
nuestra provincia algunas mujeres masonas) al que, mofándose, aludía el eclesiástico
bañezano tuviera algo que ver con la antes referida memoria oral que atribuye a
Isaac Nistal haber sido masón.
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