viernes, 16 de diciembre de 2016

El cine en el Pérez Alonso


José Cruz Cabo
Recuerdo que la primera vez que me llevaron mis padres al cine en el hoy teatro Municipal, era el año 1933 y me tuvieron que sacar porque me puse a llorar de miedo cuando se apagaron las luces.
Luego ya a partir de año 1946, que comencé a trabajar, los domingos, entonces solo había cine los domingos, iba a gallinero con la pequeña propina que me daban, y allí los jóvenes de mi generación y de otras, nos lo pasábamos bomba pataleando, cuando en las películas del Oeste, el bueno salía a caballo para cazar al malo. Kem Mainar y su caballo blanco, Bob Stele y otros actores del cine mudo, que hacían de buenos, iban a cazar al malo o los malos y hasta que lo cazaban en el gallinero se formaba un escándalo impresionante, ya que unos pataleaban, otros daban con sus manos en las butacas de madera y otros silbaban o reían. Aquello era un pandemonium de enorme ruido.
Después llegaron las películas sonoras y ya en el año 48, el Cine California primero y el Salamanca pocos meses después, abrían sus puertas y ya el cine pasó a ser diario y el teatro Pérez Alonso siguió un tiempo abriendo los domingos y en algunos en vez de cine daban teatro, del que ya hablé hace unos años y al que los trabajadores de Gráficas Rafael solíamos ir gratis, por haber estado hasta la una de la mañana haciendo la propaganda del espectáculo de ese domingo, que podía ser para una compañía de teatro o de ballet, así como para la famosa compañía de “Los Vieneses” de Frant y Joan, o algún espectáculo folklórico
A partir del año 72, que falleció Baeza, pasé yo a hacer las críticas de cine en El Adelanto y pasado un tiempo, los miércoles o jueves tenía que ir a la Fábrica de Harinas de los hermanos Martín Toral, para que me dieran la propaganda de las semana siguiente para los tres cines, que se unieron para no rivalizar en los precios.
Por ello me alegro de que volvamos los bañezanos a disfrutar del Séptimo Arte. Gracias ayuntamiento y empresa privada.

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